Nine months [KNY]

05

No sabe que puede pasar, Douma también debe estar nervioso, lo deduce porque él no ha hablado desde que llegaron a la Fortaleza Infinita, nisiquiera ha saludado a Akaza... bueno, mejor para él si Douma no se acerca a ese Alfa.

— ¿Qué te pasa, sopenco? — dijo el demonio de tatuajes notando el comportamiento extraño del rubio.

— Nada — responde aún abrazando a su superior.

— Que raro eres — escupe para luego irse... o bueno, eso iba a hacer si no fuera por algo — ¿En serio no tienes nada? —.

— Mhm — asintió sin voltear a verlo.

— ¿De verdad?, tu presencia se siente distinta... no, no es la tuya... es como si vinieran dos presencias de ti — Douma se pone nervioso, además del comportamiento agresivo de Akaza hace que Kokushibo se ponga en alerta, cualquier movimiento brusco por parte de la Tercera Luna podría provocar a la Primera Creciente.

Muzan siente la tensión de Kokushibo, Muzan sabe lo que Douma le oculta a Akaza, Muzan sabe como puede terminar Akaza si sigue incomodando al Omega. Muzan lo sabe todo... y sabe que no quiere una pelea entre las Lunas en estos instantes.

— Akaza... — llamó el azabache con su retumbante voz.

— Muzan-sama... — deja de hablar y hace una reverencia a su señor.

— Cállate — ordena el demonio.

— Esta bien, Muzan-sama — aún esta con la frente tocando el piso.

— Ahora...  — nisiquiera los voltea a ver, él sigue en lo suyo — ¿Algún avance en la búsqueda del Lirio de Araña Azul? — pregunta moviendo unas cosas por aquí y por allá.

— No señor, he buscado en bosques y campos de flores, incluso en mercados negros, pero nada — confiesa la Primera Creciente.

— No he tenido muchas oportunidades para salir de mi Templo, señor Muzan — agacha la cabeza, esta asustado y siente su corazón latir en su garganta.

— No soy bueno buscando Muzan-sama —.

— Bien... Akaza, vete... — la órden fue acatada de inmediato. Los dos demonios restantes sudarón frío, Douma incluso estaba temblando.

Los latidos de Kokushibo se aceleran pero trata de relajarse mientras toma la mano de Douma para calmarlo un poco.

— Yo lo sé todo, ¿lo recuerdan?, yo sé donde están, que piensan, que hacen, como se sienten — voltea a verlos fijamente — Si ustedes ríen, yo me doy cuenta, si ustedes lloran, yo me doy cuenta, si ustedes respiran, yo me daré cuenta, si ustedes parpadean, yo lo sabré — a este punto Douma siente sus intestinos removerse, no puede vomitar ahora, no ahora...

— Lo sabemos señor Muzan — dice Kokushibo mirando al suelo.

— Entonces, ¿porqué siguen insistiendo en ocultarme cosas? — Douma no dice nada porque siente que si lo hace su estómago lo hará regresar todo lo de la mañana.

— Yo... lo sentimos, yo sólo pensé que... — no puede terminar.

— Si sabes que me doy cuenta de todo, ¿no crees que me hubiera deshecho del mocoso desde el principio? — la Primera Luna levanta la mirada — Mira, si esa cosa los sigue distrayendo de sus actividades me desharé de él, ¿entendido? —.

— Sí, señor — hace una reverencia en agradecimiento por la advertencia.

— ¿Douma? — voltea a ver al rubio que sólo asiente y hace una reverencia en respuesta — Pueden irse — regresó a su actividad. El son de la Biwa de Nakime los envía al Templo del Paraíso Eterno.

Un toque en la puerta llama su atención, hasta que el olor del Alfa que esta fuera de la habitación llega a su nariz, voltea los ojos y se dirige a abrirle.

— ¿Dónde está la rubia oxigenada? — nisiquiera un "hola".

— Esta vomitando, ¿qué necesitas? — dice rápido para deshacerse de él lo antes posible.

— ¿Vomitando?... ¿qué les dijo Muzan?, ¿qué ocultan?, ¿acaso es lo que estoy pensando? — tan altanero como siempre.

— No te importa, largo — dijo mirándolo mal.

— No me iré de aquí hasta que me digan que pasa — respondió casi gritando.

— Vete si no quieres que te haga mierda — sentenció.

— ... Me iré porque sé que no soy nada contra ti, además, mis sospechas siguen en pie... cabrón — se dió la vuelta y empezó a caminar hacia la salida.

Kokushibo suspira y regresa con Douma. Sonríe ligeramente por la decisión y el aviso de Muzan.

Algo de drama no hace mal /palomita sentada/

Ahora si, a mimir-