11. Buenos días, corchito.

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Ro Adams

¡Agh! El reflejo del Sol me da directamente en la cara y el dolor de cabeza me está matando así que me volteo. Me hundo en la cama y noto el olor delicioso de esta sábana, espera yo conozco este olor.

Me levanto lo más rápido que puedo y me arrepiento al instante porque en cinco segundos me mareo, pero logro mantenerme de pie. Miro a mi alrededor lentamente y no hay dudas, es la habitación de un chico, y no de cualquier chico, es la habitación de Kyle.

¿Qué hago aquí? Ayer salí con Matteo, estaba hablando con sus amigos y el resto de la noche es un recuerdo borroso para mí. Miro hacia la mesita de noche y hay una pastilla con un vaso de agua y una nota. Me acerco y tomo la nota.

<<Tómatela nada más te levantes, te hará sentir mejor>>

Hago lo que dice y noto un pequeño cuadro que está encima de la mesa que llama mi atención, lo tomo con cuidado y lo observo. Recuerdo este día, era el cumpleaños número 8 de Bruno. Miro uno por uno a los niños que salen en la foto con detenimiento y encuentro lo que estaba buscando. Ahí está él, es verdad lo que me dijo ayer, nos conocimos hace 9 años y yo no me di cuenta. En la foto él está separado del grupo y se encuentra mirando a alguien, a Bruno seguramente.

Dejo el cuadro donde estaba y me dirijo a la puerta de la habitación. Bajo las escaleras gigantes y al llegar al final de estas, un olor delicioso proveniente de la cocina me llama la atención. Camino hasta llegar a la puerta y al entrar encuentro a Kyle con un delantal cocinando algo.

—Buenos días, corchito— me saluda animado.

—¿Corchito?— pregunto mientras me siento en una de las sillas del lugar.

Kyle está despeinado, más de lo normal, y sólo lleva un short negro, dándome una vista estupenda de su abdomen perfectamente definido aunque el delantal cubra la mayor parte de este, y sí, está demasiado guapo para mi propio bien, por lo que desvío la mirada.

—Ya sabes, borracha, alcohol, corchito. Olvídalo, nunca entiendes mis chistes. ¿Qué quieres desayunar?

Se sienta cerca de mí con unas tostadas que se ven deliciosas y un vaso de jugo para él. Estiro mi mano quitándole el vaso y le sonrío angelicalmente.

—Tomaré tu jugo, gracias— él sólo se ríe y continúa lo que estaba haciendo.

—¿Hoy también estoy sexy o sólo fue ayer?— casi me atraganto con el vaso de jugo y me le quedo viendo como si le hubiese salido otra cabeza.

—¿Qué hice ayer?

—¿No lo recuerdas? Estuviste grandiosa ahí arriba— parece que mi cara es graciosa porque empieza a reírse muy fuerte—. Tranquila, pequeña, yo dormí en la habitación de Bruno, seguimos siendo sólo amigos.

—¿No pasó nada entonces?— niega con la cabeza.

Un flashback viene a mi cabeza, Kyle me dijo algo antes de quedarme dormida, pero no logro recordar las palabras exactas. Volteo a verlo para preguntarle pero su móvil suena y se aleja para contestar, dos minutos después recibo un mensaje y lo abro para leerlo.

Matteo: Siento mucho lo de anoche, estaba muy borracho y por eso llamé a Kyle para que te llevase a casa. ¿Estás bien?

Sonrío ante su mensaje y comienzo a escribir una respuesta.

YO: Tranquilo, yo también me pasé de copas.

Matteo: ¿Quieres tomar algo luego?

Un beso bajo la lluvia [✔] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora