Un beso bajo la lluvia [✔]

12. Big Boy encerrado.

Esta mañana he despertado más tarde que de costumbre, por lo que he llegado tarde a la primera hora de clases: literatura. La verdad es que es una asignatura que detesto totalmente, así que ni siquiera me molesto en intentar hablar con la profesora para disculparme por no asistir.

He pasado el fin de semana entero con mis mejores amigos. Tener a Bruno otra vez en mi vida me hace sentir increíble, lo he extrañado tanto. Clara me obligó a salir con Matteo ayer al y no tuve opción, quería que Bruno y ella hablaran sobre lo que pasó entre ellos así que salí con él. La verdad es que la pasamos genial, pero estuve la mayor parte del tiempo pensando en Kyle.

No me ha llamado ni un minuto y yo no lo he querido molestar. Desde que llegó a mi vida no he hecho más que intentar acercarme a él y entenderlo, pero no he conseguido nada, sólo un sentimiento de necesidad que me está consumiendo lentamente y que nunca desee tener.

¿Cómo es posible sentirse así por una persona que lo único que sabe hacer es crear problemas? ¿Cómo llegas a necesitar a alguien tan desesperadamente como yo siento que lo necesito? Extraño su sarcasmo, su sonrisa, dios esa maldita sonrisa que tanto me gusta. Espera un momentito...¿qué? ¿Acabo de decir que me gusta? No, no.

Saco los libros de mi casillero alejando esos pensamientos de mi cabeza y observo a Clara sonreír a lo lejos mientras se acerca a mí. Bien, actúa natural Ro.

—¡Hey! ¿Has oído sobre la fiesta que harán el sábado por el regreso de Bruno?

Mi mejor amiga suena emocionada y no la culpo, todos necesitamos irnos de fiesta cuanto antes. Aunque yo no pienso beber nunca más en mi vida.

—Será en casa de Ben. ¿No es genial?

En casa de Ben, el mismo lugar donde conocí al Big Boy, cuando me acompañó a casa. ¿Será que hoy todo me va a recordar lo idiota que soy por pensar en él? Iba a preguntarle más sobre la fiesta pero en ese momento llegan Bruno y Ben y no puedo hablar.

—¿De qué hablan?— pregunta mi mejor amigo.

—Le decía a Ro sobre tu fiesta.

—¿Mi fiesta? ¿Qué fiesta?— Bruno luce confundido lo que me parece gracioso y decido hablar.

—Ben. ¿Invistaste a toda la escuela, pero no invitaste al que es supuestamente el invitado de honor?— mi comentario hace que todos estallen en risas.

—Lo olvidé— confiesa Ben y la campana suena.

Todos nos despedimos y comenzamos a caminar hacia nuestras respectivas clases. Es lunes así que ya saben, matemáticas con Bruno y Kyle, pero no Ro. ¿Recuerdas que la vida no te quiere? Kyle no vino a clases. Al finalizar la hora le pregunto a Bruno por él, pero sólo me dice que Kyle hablará conmigo cuando él crea que es el momento.

Definitivamente no entiendo a los hombres de mi vida.

El resto de la semana Kyle tampoco vino a la Universidad. No sé lo que está pasando y eso me está volviendo loca. ¿Ha faltado una semana entera así sin más? ¿Sin avisar? No lo creo, aquí hay Big Boy encerrado y voy a averiguar lo que sucede.

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La verdad no me apetecía mucho ir a esa fiesta pero Bruno insistió en que su mejor amiga no podía faltar, así que aquí estamos. La casa está llena de personas bailando y bebiendo, casi no se puede caminar, aunque eso es normal en las fiestas que hace Ben.

En el centro de la sala hay una pequeña mesa donde están jugando Beer-pong, si me lo preguntan, es el juego perfecto para acabar borracho. Cerca de ahí se encuentra la esquina donde están las chicas más problemáticas de toda la Universidad, en otras palabras, las arpías, si tienes novio lo mejor es esconderlo de ellas. Miro a nuestro alrededor y algo me llama la atención, hay pequeñas luces de colores adornando las paredes y forman una frase: