3

9 1 0
                                    


Simon

Enserio, por favor alguien explíqueme que hago ahora, acabo de arruinar otros libros que estaban perfectamente bien, un paraguas que no es mío, un teléfono celular que parece demasiado caro, y sobre todo, al pobre sujeto que tumbé y arruiné lo que quedaba de su día lo conozco, o algo así, es el pobre chico de la cafetería al cual me acabo de dar cuenta que nunca devolví el paraguas con el que salí de mi departamento.

—No puede ser ¡Enserio cuanto lo siento!— es lo único que logro articular después de perder un par se segundos viéndolo, creo que le dañé el cerebro, solo se me queda viendo y sigue en el suelo, por lo que le ofrezco mi mano para que se pare.

En cuanto libero una de mis manos sosteniendo todo lo que dañe en la otra, le ofrezco mi mano, él la mira por otros momentos más y la toma. —No te preocupes por eso, puede pasarle a cualquiera—  Me dice de la forma más tranquila como si en realidad no hubiera pasado nada, como si todo lo que le hice hubiera sido solo un choque accidental de hombros, realmente no se que pase con este chico, creo que yo en su lugar estaría matando al bastardo que me jodió todo, enseguida salgo de mis pensamientos le ofrezco sus cosas devuelta. Él las toma como si fueran lo más preciado que ha tocado, esta vez si que la jodí y con ganas.

—Quien diría que nos volveríamos a encontrar, y justo en otra tormenta— me dice y después de eso el chico se ríe de una manera tan dulce que hace que toda la culpa que estaba comenzando a aparecer se incremente casi inmediatamente, se ve tan lindo y calmado a pesar de que gran parte de él esté cubierto de lodo que me da miedo ¿Cómo es que no está completamente colérico?

—Ojala no se nos haga costumbre encontrarnos y terminar empapados— es lo que le digo, pero me arrepiento inmediatamente de haberlo hecho, creo que se nota porque poco después de eso me rio de forma ansiosa e incomoda, pero creo que a él parece darle gracia pues se ríe a la vez que yo, pero no se si es de mí o conmigo.

—Si esto nos pasa una tercera vez creo que enserio voy a reírme a carcajadas— después de decirlo me regala una sonrisa tan perfecta que termino viendo su rostro, se ve completamente aliviado, sin rastro alguno de enojo o ira, es incluso un tanto alegre, como si realmente estuviera feliz, no cabe duda, realmente le dañé el cerebro, pero no se quien tiene más dañado el cerebro, si él por estar tan calmado o yo por no haber pensado hasta ahora que seguimos en medio de la calle haciendo que nos sigamos mojando. 

—Oye, creo que deberíamos quitarnos de la calle, ya se que ya no sirve de mucho pero, seria mejor no seguir mojándonos ¿No te parece?

—Crowly, tienes razón— en cuanto dice eso nos acercamos más a las paredes de las aceras para intentar resguardarnos bajo los techos que sobresalen, quedamos es silencio, ni él ni yo sabemos que decir, esto está más incomodo que el diablo.


Baz

No puedo creer la suerte que tengo en estos momentos, en realidad es pésima, creo que mis cosas están rotas y probablemente me veo como todo un ridículo, siento todo el cabello y la ropa llenas de lodo, incluso la cara, no entiendo como logro estar tan calmado luciendo así frente a él, solo llevaba 5 minutos caminando por la calle cuando lo encontré, bueno técnicamente él me encontró, en realidad no me encontró, solo no me vio, pero lo agradezco tanto, seguramente si me hubiera visto ni se detenía a hablar conmigo, la verdad me asombra que no se haya ido ya, parecía tener demasiada prisa.

—¿No tienes algún compromiso verdad?— creo que no debí peguntarle eso, enseguida lo menciono pone un gesto de disgusto, quizá se dio cuenta de ello ya que inmediatamente finge como si no pasara nada.

—Pues si, pero no se que voy a hacer ahora, tenia que llevarle estos libros a una amiga en compensación de otros que le dañé pero, creo que si viste como cayeron, no?

—Por favor dime que los libros que tenias la primera vez que te vi no son los que le dañaste a tu amiga— él no me contesta pero su mirada me lo dice todo y sin más, no logro aguantar un suspiro —¿Sabes? creo que deberías ir a ver a esa amiga tuya y decirle que nuevamente le debes unos libros.

—¿Porqué no me estás gritando?

—¿Disculpa?

Ahora no entiendo que está pasando, caeríamos en un silencio abismal si no fuera por el fuerte sonido de la lluvia, no soy estúpido como para no notar la tensión que hay en el ambiente, pero quizá si lo soy porque no tengo ni la más mínima idea del porqué se generó.

—Si, enserio ¿Cómo puedes estar tan tranquilo como si nada hubiera pasado, acaso te dañé el cerebro cuando te tumbé?

Ahora ya ni siquiera se si el estúpido soy yo o él, lo más probable es que lo seamos los dos, pero me perturba que el hecho de que se note por completo que no piense antes de actuar no le quite en lo más mínimo que me parezca terriblemente atractivo, en este momento solo tengo dos opciones, poner cara de ofendido e irme no sin antes quitarle lo que parece ser el paraguas que le di y que nunca me regresó, manteniendo mi orgullo y dignidad medianamente intactos, pero me parece que a estas alturas ya perdí ambos, así que solo me queda intentar ligar con el por un motivo que no termino de comprender, quizá ya me esta afectando la lluvia, porque a esta distancia y con esta luz podría besarlo. Seguimos es un silencio terriblemente incomodo que no creo soportar más hasta que él habla.

—Ok soy un idiota no debí decir eso ¿Me perdonas?

Me encuentro en una guerra constante entre verlo a los ojos o mirarlo a los labios, me gustaría pensar que lo que hago no es evidente, así que me limito a verlo a los ojos, se ve claramente tenso y preocupado en espera a una respuesta mía, creo que estoy lo suficientemente perturbado como para pensar que todo esto es sexy, no me gusta que justo en ese momento me están llegando todos los pensamientos de como me encanta verlo, como se ve tan increíblemente hermoso bajo esta luz a pesar de que se ve terriblemente mal, no cabe duda, estoy realmente perturbado, quiero besarlo, que se sentirá eso, nunca he besado a nadie.

—Solo si me dices tu nombre— logro soltar antes de que él pueda decir algo más y antes de que pierda todo el autocontrol que tengo y terminase abalanzándome sobre él, debí pedirle su numero también pero ya es un tanto tarde para pedirlo y no parecer desesperado por ello. Creo que se lo piensa un momento y después de que viera en todas direcciones menos a mi lo dice.

—Simon, Simon Snow

—Basilton Pitch, es un gusto finalmente saber tu nombre Simon

Por algún motivo nos estrechamos las manos, pero sirve para romper la tensión, pero aún así la generamos nuevamente porque ya ninguno sabe que decir.


—Oye Basilton.

—Mejor dime Baz.

—Ok Baz ¿Te gustaría venir conmigo y ayudarme a explicarle a mi amiga que pasó? Es en un restaurante cerca de aquí, te invito lo que sea ¿Sí? 

Nuevamente no se que decir, espero que no crea que soy un retraído social por lo poco que le contesto, pero después de unos momentos para procesar que el chico de la lluvia me dijo su nombre y me está invitando a cenar con él (se que también estará su amiga pero eso no es lo importante) asiento con la cabeza y finalmente digo.

—Me encantaría.

Bajo las lluvias de Londres (Editandose)Where stories live. Discover now