5

10 1 0
                                    


Baz

— Dije qué ese mesero de allá está muy guapo. — Saco valentía o descaro de donde no tengo, ya me pasó de todo el día de hoy, sinceramente ya no me importa perder el porte o lo que quizá me quedaba de dignidad. — ¿Por qué la sorpresa, Snow? —

De acuerdo, acabo de quemarme ante una mesa de completos desconocidos, generé una tensión tan grande con solo pronunciar su apellido, al parecer lo dije con más saña de la que debería, Simon me ve, un tanto rojo, supongo que está apenado, o confundido, no se que le pase, pero Agatha y Penny parecen estar completamente heladas, y Sheppard, bueno, no sé qué decir.

—¿Por qué no mejor nos hablas de ti Baz? — Dice Sheppard, el ambiente sigue más tenso que nada, pero claramente nadie quiere que se quede así, por lo que solo les seguiré la corriente, que más puedo perder.

— No se que puedan querer saber de mí, estudio fotografía y trabajo en un café. — Digo restándole importancia a la mirada fija que me da Simon, no lo soporto más, quiero huir de aquí, o incluso de la ciudad (aunque creo que realmente no quiero eso), me cruzo de brazos y piernas al decir aquello.

— Ya regreso, voy a pagar la cuenta. — Dice Simon, para inmediatamente alejarse de nosotros, Penny voltea a ver a Agatha, pareciera que le pidiera que ella lo acompañara, pero no parece que Agatha vaya a hacerlo, todo rastro de coquetería y avives han desaparecido en cuanto Simon ya no es visible.

No se que clase de comunicación no verbal tuvieron, pero Penny, junto con Sheppard (que va únicamente por que lo arrastra) se levantan de la mesa para seguir a Simon. — Enseguida volvemos chicos. — Dicen para desaparecer con una sonrisa un poco preocupada.

— Lo siento, no era mi intención incomodarte. — Me dice Agatha, no entiendo exactamente a que se refiere, por lo que levanto una ceja esperando a que se explique mejor. — Coquetear contigo, no estuvo bien. —

— ¿Me dices eso después de restregarle a tu novio en su cara tu nulo interés por él?

— Si

En realidad no me esperaba esa actitud, lo dice con tal despreocupación que realmente parece que no quiere a Simon, y parece darse cuenta de lo que pienso porque inmediatamente me contesta.

— Mira Baz, pareces un buen tipo, por eso me dió pena haberme insinuado tanto contigo, no eres tú, es algo con Simon, no creo que lo entiendas. — Y ella tiene razón, no lo entiendo, acaso quiere terminar con él, o quiere que él la deje.

— Tienes razón no entiendo ¿Qué se supone que estás logrando con esto?

— Qué Simon se meta en la cabeza que terminé con él hace más de una semana.

— ¿Cómo? — Termino diciendolo en lugar de solo pensarlo.

— Mira es algo muy complicado, solo diremos que ya no siento lo mismo por él, se lo dije pero no se lo tomó muy bien, así que me rogó por que le diera otra oportunidad y así, quedamos en que si en una semana no consigue "conquistarme" tendrá que aceptar que no somos nada. Se que lo intenta, pero ya no hay nada que pueda hacer, nunca hizo nada por nosotros, mejor que no lo intente ahora, ni siquiera se porque acepte este ridículo juego... No sé porqué te estoy contando todo esto, disculpame.

Está llorando, pero se nota que no quiere hacerlo, pues cuando se percata de ello intenta parar las lágrimas, es algo muy cruel lo que ella le está haciendo, pero en realidad Simon es peor que nadie en esto, el único que se está haciendo daño al no aceptar que su bella princesa ya no está interesada en él y por querer atarla a su lado todo el tiempo posible, le pongo mi mano en su hombro, intentando transmitir algo que no se que se supone que deba sentir, simplemente me siento mal por ella, lo irónico es que hace solo unos minutos estaba tan celoso y molesto con ella.

—Gracias. — Es lo único que me dice, nos quedamos así por un rato hasta que llegan los demás, los tres se ven completamente desanimados, parece ser que todos sabían al respecto.

En cuanto llegan Simon se lleva a Agatha para hablar, desconozco si le pidió perdón por querer atarla a él o si le rogó nuevamente que no lo dejara, en estos momentos siento pena de Agatha, no quisiera ser ella.

Me despido de Penny y Sheppard, ya es realmente tarde y sigue lloviendo, no tengo dinero para un taxi y no pienso pedirles dinero, ya tuve suficiente hoy, antes de irme se me acerca Agatha y me despido de ella, terminamos intercambiando números, parece que se quiere desahogar conmigo, porque al día siguiente me termina contando toda la historia, realmente no quería saber cómo es que ya tenían 3 años de relación y que hicieron cosas por puro compromiso, pero la escucho, si estuviera en su lugar realmente lo necesitaría, me parece gracioso cómo es que termino teniendo más contacto con la ex de mi crush que con él mismo.

*********

Pasan los días y ya estamos a finales de octubre, para ese entonces Agatha y yo nos volvimos inseparables, es realmente agradable y confía en mí para todo, y cuando digo para todo, es literalmente en todo, pues ya le estoy ayudando a planear como se le va a declarar a una chica con la que tiene cierto royo.

De vez en cuando nos reunimos con Penny, el tema de Simon es casi nulo en nuestras conversaciones, Agatha lo pide así, dice que por un tiempo no quiere saber de él, pero que volverá a hablarle, espero que para cuando eso pase Simon ya no esté loco por ella, y yo por él.

Ella regularmente viene a visitarme a mi trabajo, no suelo tener tanto tiempo libre como me gustaría, así que estos momentos son los mejores para poder platicar a gusto, a estas alturas ya me había rendido en buscar a Simon cada que podía, cada día que pasaba lo olvidaba un poco más.

El día estaba completamente gris y llovía como si no hubiera un mañana, no había llegado ningún cliente por eso y teníamos el local completamente solo para nosotros.

— Nunca me vas a decir quien te gusta ¿Verdad? — me dijo mientras se tomaba un latte de matcha.

— No se que tan bueno sea que sepas quien es.

— O por favor, solo es tu crush, a menos de que ya sean algo y no hayas querido decirme. — Lo dice de forma divertida brindándome un golpe amistoso en forma de juego, dudo que decirle que su ex me trae más loco que semana de exámenes sea buena idea.

— No creo que te agrade la idea.

— ¿Entonces lo conozco? — Su rostro irradia alegría

— Oye ya no me contaste que pasó con Niamb.

— No me cambies el tema Basil. —Nos reíamos hasta que la campana de la puerta nos saca de nuestra ensoñación, siento que estoy teniendo un deja vu por qué Simon está parado frente a nosotros, y justo al vernos su expresión no es la de muchos amigos que digamos.

Bajo las lluvias de Londres (Editandose)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora