#11

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no.

puede.

ser.

Los ojos de Jeongin no podían estar más abiertos mientras observaba a su hermano mayor parlotear y hacía oídos sordos hacía el noticiero matutino quiénes anunciaban la oficial vuelta a clases presenciales, lo cuál significaba que levantarían la cuarentena en menos de dos semanas.

se quería morir.

Y Minho no se callaba.

— ¿puedes creer lo increíble que es esto, innie?, veré a Hannie, no me lo puedo creer. - exclamaba emocionado el mayor de cabellos negros mientras ingería con felicidad la sopa de sobre que con mucho esfuerzo había logrado preparar minutos antes.

— tampoco yo.. - suspiro en respuesta el más bajito mientras copiaba las acciones de su hermano mayor, comiendo la desabrida sopa de letras.

— ¿por qué te ves triste? - cuestionó, frunciendo el ceño, miende acercaba un poco más al chico en silla de ruedas.

— sabes que las vueltas a clases no son mi cosa favorita en el mundo. - bufó bajito.

— pero ahora es diferente, Jeongin, ahora estamos en otra ciudad, en otra escuela, no va a pasarte nada, además estaré yo ahí, Jisung y sus amigos también. - consoló, acariciando con cuidado los hombros del chico cerecita.

— ¿y qué tal sí aquí también son malas personas?... uno nunca sabe..

— innie, es un instituto inclusivo, son financiados por el gobierno para tener a gente especializada para personas con capacidades diferentes, verás que todo saldra bien. - volvió a animar mientras le mostraba una hermosa sonrisa a su hermanito.

— sí tu lo dices.. - volvió a agachar su cabeza mientras jugueteaba con las letras del plato sopero.

H  Y  U  N  J  I   N  - se leía en el espacioso centro de la sopa, donde se reunían las únicas letras del chico que le gustaba.

— innie. - volvió a llamar el pelinegro, interrumpiendo la ensoñación del menor.

— dime..

— tengo un secreto. - murmuro cerca de su oido, causándole cosquillas al de cabellos rojos, quién rió y alejó a su hermano quién se mofaba de las expresiones del contrario. — bien, bien, mamá y papá irán a Busan el fin de semana, cosas del trabajo.

— ¿y tú cómo sabes eso? - consulto el menor.

— los escuche ayer por la noche, cuándo fui a dejarle la blusa a mamá.

— bien..¿y qué con eso?

— haré una fiesta.

Y Jeongin escupió la sopa de vuelta al plato.

— Jeongin que asco. - Minho frunció el ceño.

— ¿cómo que fiesta? - grito en murmuros.

— bien, una reunión. - rodo los ojos. — mira, no quiero volver a ver a Jisung en la escuela, sería patético, quiero hacer una reunión con amigos y ya sabes... invitarlo a pasar la noche.

— ¿no es eso muy irresponsable de tu parte?, estamos en una pandemia mundial.. y.. ¿de dónde sacaste amigos? - ladeo un poco la cabeza al cuestionar lo último.

— primero, serán pocas personas, es una reunión, no una fiesta clandestina y segundo, soy una persona sociable, no pude evitarlo. - se encogió de hombros con superioridad, ganándose una mueca rara de su hermano.

— en fin, ¿quién vendrá?..

— Hannie, por supuesto, Felix, Hyunjin, -

— ¿¡Hyunjin!?, no, no puedes invitarlo, Minho no, no, no, no..

— Jeongin cálmate, ¿por qué no puedo invitar a Hyunjin? - expresó calmado al ver las lágrimas reunirse en los ojos de su hermanito.

— Hyunjin no sabe que voy en silla de ruedas.. - murmuro avergonzado.

— ¿y eso qué?.. - habló, sin entender realmente la situación.

— Hyunjin es quién me gusta..

Y ahora le toco a Minho ser quién escupa la sopa que tenía en su boca de vuelta al plato.

— ¿Hyunjin?, ¿Hwang Hyunjin?, ¿el experto en lol? - exclamó con los ojos bien abiertos Yang mayor.

— sí.. creo, ¿qué es lol?

— eso no importa ahora, Dios, tuve que haberlo presentido, todo el tiempo estuvo frente a mis ojos. - suspiro Minho. — realmente pensé que tenías un enamorado de internet o algún chico delfín, no pensé que tu chico estuviera tan cerca.

— no sé cómo sentirme al respecto de tu comentario..

— halagado por supuesto, has superado mis expectativas, felicitaciones. - aplaudió el pelinegro.

— ¿Gracias? - ladeo su cabecita. — ahora centrémonos en el problema, Hyunjin. No. Puede. Pisar. La. Casa.

— sí puede, lo hará el sábado que viene. Mira estamos a domingo, tienes cinco días para decirle a Hyunjin y sí el te dice algo respecto a eso, pues lo echamos de casa y ya está. - se encogió de hombros, restándole importancia.

— lo dices cómo si fuera fácil.. - bufó por lo bajo, pero siendo lo suficientemente alto para que Minho lo escuchará.

— de hecho, lo es, es fácil, ¿quieres que lo haga yo?

— ¡no!, no quiero que lo hagas tú.. es solo que.. ¿y sí no vuelve a hablarme?.. a-ayer me dijo que su sueño era caminar conmigo de la manito en la escuela, ¿cómo le digo que yo no caminó?

— literalmente el puede caminar contigo, si te lleva en la silla, así que el sueño, tan arruinado no está.

— ¡Minho!

— bien, bien, enano, tienes cinco días para decirle o lo descubrirá al llegar el sábado..de todas formas, en algún momento tendría que enterarse.

(   📚   )

Jeongin no podía, cada vez que estaba por decirle a Hyunjin sobre su falta de capacidad en las piernas, su garganta se cerraba y las palabras no se dignaban a salir de su boca.

La estaba pasando tan mal, ya era jueves, tenía un solo día para explotar con Hyunjin y contarle todo, pero no podía.

Y ahí estaba, acostado en la cama, acurrucado a su peluche de delfín favorito mientras lloraba de la ansiedad que sentía, de lo horrible que era mentirle al chico que te gusta.

Y lo peor, Hwang ya había confirmado que iría, hasta se lo dijo muy emocionado a Jeongin en una videollamada.

Yang quería matrse ahí mismo.

Cuando estuvo decidido por decirle a Hyunjin toda la verdad, ya era demasiado tarde.
Había perdido la noción del tiempo.

Y ya era sábado en la mañana.

online classⴰ༢ ( hyunin ) ✔️Where stories live. Discover now