#13

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Jeongin se encontraba dando vueltas a la habitación en su silla, estaba ansioso, asustado, tenía demasiadas emociones en su cuerpo.

Pero estaba seguro que la que predominaba era el miedo, Hyunjin estaba pisando su casa, lo sabía, estaban tan cerca, tan cerca de verse, verse sin una cámara de por medio.

Dejó de respirar cuándo sintió su puerta ser tocada, apurado con sus brazos usó las palancas de su silla y se movió hasta la puerta.

— ¡¿quién es?! - grito para ser escuchado sobre la estruendosa música que resonaba por toda su casa.

— ¡soy yo!, ¡Hyunjin! - gritaron de vuelta y Jeongin se sintió morir.

estaban a una puerta de distancia, era cosa de abrirla y-

— ¡Hyunjin! - llamó Yang. — ¡espera un poquito! - grito en medio de su desesperación.

corrió, ( no literalmente ), hasta su escritorio y arrancó una de las hojas de su libreta favorita, la que tenía estampados de delfines y empezó a escribir con su también bolígrafo preferido, pueden adivinarlo, el que tenía un delfín en su decoración.

Apresurado, acabó la carta y se acerco a la puerta nuevamente.
— ¿sigues ahí? - alzó la voz con su boca pegada a la puerta.

— ¡sí! - se escuchó a través de la puerta.

El pelirrojo se encogió un poco, estirando su mano hacía abajo, depositándo la hoja en el suelo y arrastrándola hacía el otro lado. Cuando sintió que el papel era tomado desde el otro lado se apartó de la puerta.

Hyunjin vió extrañado el pedazo de papel que le era entregado, se agachó rápidamente y lo recogió, empezando a leerlo al instante.

"Te menti, te menti muchísimo, pero no de la manera en la que te puedes llegar a imaginar. Cuándo estás a través de una pantalla es fácil mentir, engañar a la gente y eso hice. No soy cómo crees y ahora mismo tengo mucho miedo, miedo de qué no te sientas cómodo a mi lado, porqué me gustas, me gustas muchísimo y me dolería demasiado que esté fuera el fin de algo que nunca empezó.
Avísame cuándo acabes de leer."

Hyunjin acabó de leer, ahora más nervioso que nunca, aún así, tomó la valentía de acercarse más a la puerta.

— ¡ya acabé de leer! - gritó el rubio. Su corazón empezó a correr a mil cuando la perilla de la puerta se empezó a mover.

Y de repente, la puerta ya estaba abierta, pero nadie aparecía frente a el. Extrañado se abrió pasó a la habitación, la escaneo con la mirada, era una habitación tierna, pintada de un azul bebé, con muchas, muchas decoraciones de delfines.

— ¿hola? - Hyunjin empezó a indagar por la habitación hasta que su mirada se posó detrás de la puerta, donde tuvo que bajar un poco para observar al individuo que se encontraba sobre una silla de ruedas. — ¿Jeongin? - llamó suave el mayor, cerrando la puerta para observar mejor al pelirrojo.

— soy paralitico. - empezó a contar Jeongin. — accidente automovilístico a los nueve años. - explicó. — lamento no habértelo dicho. - los ojos del menor empezaron a lagrimear cuando no vieron reacción de parte del rubio. — lo siento, mucho..

Y la habitación quedó en silencio, ningúno hablaba, Hyunjin nisiquiera se atrevía a hacer contacto visual con el menor y Jeongin compartía una una mirada unilateral con el chico que le gustaba.

— ¿por qué no me lo dijiste? - preguntó Hyunjin, rompiendo el silencio.

— tenía miedo.. - respondió el pelirrojo, ya con lágrimas corriendo por su mejilla.

— ¿miedo? - consulto Hwang, luego de una risa sarcástica, sin expresión en su rostro.

Y Jeongin supo que su pesadilla estaba haciéndose realidad.

— creo que entendí, puedes irte si quieres. - Jeongin avanzó en su silla hasta su escritorio, dándole la espalda al rubio.

No podía mentir, claro que se sentía pasado a llevar, después de todo, ¿quién no se sentiría así al ser rechazado por algo que no puede cambiar?, no es cómo si se pudieran escuchar audios subliminales para caminar o algo así.

Pero también sabía que era su culpa, tuvo que haber comentado de su parálisis desde el principio.

— ¿qué? - escuchó el pelirrojo detrás de el. — no, no, no, Jeongin, no es lo que estás pensando, solo quedé un poco.. ¿en shock?, pero no me disgusta.

— Hyunjin, no debes sentir lástima, es lo que menos quiero recibir de ti, sólo vete y podemos hacer cómo si nada hubiera pasado.

— no es lástima, ni mucho menos quiero hacer cómo que nada hubiera pasado, me gustas, y si, fue chocante verte así, no voy a negarlo, no me lo esperaba, pero ni eso, ni nada van a cambiar al Jeongin que conozco y al Jeongin que me gusta.

Yang se volteó, con el rostro lleno en lágrimas mientras intentaba borrarlas con su manga, sin lograrlo, ya que nuevas volvían a aparecer apenas al apenas ser borradas.

— innie, por favor no llores. - Hyunjin se acercó agachándose a la altura del menor para borrar el rastro de lágrimas que se habían formado en la carita del pelirrojo. — cerecita, no llores.

Ambos se vieron a los ojos, se acercaron un poco más, Hyunjin tomaban la iniciativa, sus labios empezaron a rozarse.

Estaban a punto de chocar sus belfos cuando la puerta de Jeongin se abrió repentinamente.

— hola. - saludó Minho, adentrándose a la habitación de su hermano, sin inmutarse. — mierda, Jeongin, ¿por qué lloras? - exclamó el pelinegro, empujando a Hyunjin del lado de su hermano para el mismo ponerse en cunclillas frente al menor. — ¿ese jugador de lol te hizo algo? - señaló a Hwang, quién yacía sobre el suelo, donde había caído luego del empujón que le proporcionó Minho.

— oh, no, no, Hyunjin y yo estabamos hablando, hyung. - el menor nego rápidamente mientras alejaba un poco a su hermano para ayudar al rubio.

— Hyunjin. - una nueva voz suavecita se hizo presente, todos dirigieron su mirada a la puerta, donde Jisung permanecía tímido. — Chris dice que debemos irnos, Felix tomó demasiado.. - habló nervioso por toda la atención que estaba recibiendo.

— oh, claro, ya voy. - el alto empezó a levantarse. — creo que.. nos veremos, ¿verdad? - cuestionó mirando fijamente a Yang, quién asintió, nervioso.

— creo que es momento de despedirnos. - suspiro Minho, acercándose con pesar a Jisung, sujetándole la cintura lentito. — cuándo el instituto comience, no dudes en buscarme, te amo. - ambos sellaron las palabras del mayor con un suave beso en los labios.

Hyunjin observó a Jeongin distraído y sin pensarlo, se agacho para robarle un fugaz beso en sus labios.

Ambos rieron al versé, el pelirrojo se despido con su manito cuando sus compañeros se fueron, seguramente a buscar al que faltaba y el se quedó a solas con su hermano mayor.

— debo echar a toda la gente de la casa, ¿me ayu-

— suerte con eso. - Jeongin, ajeno a las preocupaciones de hermano, lo echó de su habitación, corriéndolo con los brazos.

— ¡mal hermano! - se escuchó por última vez a través de su puerta.

fio is here.
(   🐇🥥   )

Gracias por los 1k los qero muxo <3 🐣

online classⴰ༢ ( hyunin ) ✔️Where stories live. Discover now