#20 : final.

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— ¿ya puedo quitarme la venda? - bufó por milésima vez Jeongin.

desde hace ya un rato, Hyunjin manejaba su silla de ruedas sin el saber hacía donde se dirigían, y no es que no confiara en su novio, es decir, estaban cumpliendo un año de relación, sin embargo la curiosidad lo consumía.

— nop. - exclamo divertido el más alto, ahora pelinegro, guiando la silla del menor hasta dentro del gigantesco edificio.

— Hyunjin, sabes que no me gusta tener los ojos tapados..

— lo sé amor, pero ya estamos por llegar, vas a ver que si valio la pena..

Jeongin volvió a bufar, Hyunjin lo ignoro y continuó con su recorrido.

minutos después, llegaron.

— ¿por qué te detuviste?, ¿ya hemos llegamos? - cuestionó bajito el menor, moviendo su cabeza inútilmente, ya que la venda no le permitía ver.

— si cerecita, ya llegamos. - Hwang se arrodillo frente a el, quitándole la venda.

cuándo sus ojos fueron liberados, Jeongin se sintió en el cielo, estaban dentro de un acuario, y no cualquier acuario, era uno de los más importantes de Seul.

— Hyu-Hyunjin.. el.. ¿el está aquí?.. - con mucho esfuerzo, el pelirrojo se trago sus propias lágrimas.

— si amor, el está aquí. - con rapidez, Hyunjin camino hasta la gran pecera en la que el animalito se encontraba.

el primer regalo que Jeongin recibió de Hyunjin fue un delfín, y muy literalmente, Hyunjin adoptó un delfín a nombre del pelirrojo el cual rescindía en el acuario nacional de Seul, el pequeño animal recibió por nombre "Darwin" en memoria de un adorado científico al cual Jeongin idolatraba. Lamentablemente Yang no pudo visitar al delfín luego de adoptarlo, tuvo que resignarse a ver fotos de el, o videos de las cámaras que lo monitoreaban.

¿la razón?, el acuario no tenía las medidas necesarias para una persona discapacitada, las filas eran inmensas y por el covid, solo personas sanas podían entrar, personas que pudieran caminar.
en general, para poder visitar a Darwin, había que hacer un montón de papeleo, filas, cargar con la silla de un lado a otro porqué no existían las rampas, y sería latoso para su novio acompañarlo de esa forma, por lo que se resignó a sólo enviarle cartas que nunca entendería a su mascota.

pero ahí estaba, frente a Darwin, apreciando lo especial que era, porqué si que Darwin era especial.

Darwin era un delfín del indo-pacificó, el cual había nacido con un pequeño retraso y problemas de crecimiento, el pobre chocaba una y otra vez con la gran pecera que los mantenía en el agua, si contar la diminuta deformidad que poseía en la cola, dejándola ligeramente chueca hacía el lado izquierdo.

Darwin no era el delfín favorito de las personas que visitaban el acuario, Darwin solía sentirse muy solo, las personas no le daban atención y era rechazado por su condición.

Hyunjin no pudo evitar recordar a una persona en especial cuándo lo vió por primera vez.
Hwang sabía que Jeongin y ese delfín debían conocerse.

y lo estaban haciendo, Darwin chocaba una y otra vez contra el vidrio haciéndole saber a todos lo mucho que quería salir a conocer al pequeño humano sobre la silla de ruedas. Jeongin mantenía una de sus manos apegadas al vidreal, intentando hacerle saber al pequeño animal que no era necesario lastimarse de esa forma.

— Innie, bebé, no llores. - Hyunjin se acercó hasta el de cabellos rojos, acariciandole su cabecita a la vez que limpiaba sus ojos.

— el-el es tan.. tan hermoso.. - sollozo, sin importarle llamar la atención de las personas que lo rodeaban, el estaba conociendo a su felicidad en persona, y nadie arruinaría eso.

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