「𝐆𝐞𝐭 𝐘𝐨𝐮 𝐓𝐡𝐞 𝐌𝐨𝐨𝐧🌙」ˢᵃⁿʷᵒᵒ

☪ғᴏᴜʀᴛᴇᴇɴ𖤓

El omega pelinegro hizo una reverencia en forma de respeto y agradecimiento delante de aquella mujer mayor.

—Gracias por todo directora MiRae, espero volver pronto. —

—Gracias a ti por trabajar con nosotros, aunque te extrañaremos, tus alumnos te adoran, pero cuando regreses las puertas estarán abiertas para ti. —la castaña sonrió. —Espero tengas un buen viaje... —

—Serán dos meses, pero volveré... —Wooyoung hizo una última reverencia y salió de la oficina de la directora.

Hoy había dado su carta de renuncia, pero MinRae no la aceptó, diciendo que era un gran profesor y que solo le buscaría un remplazo en el tiempo que estuviera fuera; así que aceptó todo.

Ahora Wooyoung se dirigía a la playa, había llegado el momento de decirle todo a San, así que se reunirían en ese lugar. El omega se quito los zapatos, quería sentir la suave y cosquillosa arena en la planta de sus pies, amaba caminar en la orilla, respirar el aire fresco y escuchar el sonido de las olas.

Llegó hacia donde habían unas grandes rocas y a lo lejos vio a San nadar, su preciosa cola azulada sobresalía y las escamas brillaban con la luz del atardecer, era como si estuviera viendo una obra de arte, o más bien, San era una preciosa obra de arte.

Dejó su bolsa a un lado para que esta no se mojara y se sentó en una de las piedras, subió un poco su pantalón dejándolo hasta las rodillas y sumergió sus pies en el agua, sintiendo la frescura. Sus ojos aún estaban fijos en el Tritón, amaba ver a San nadar, se veía feliz y libre.

— ¡Hyung! —San al percatarse de la presencia de Wooyoung de inmediato empezó a nadar hacia aquellas rocas.

El Tritón llegó hacia donde estaba el omega y colocó sus brazos en las piernas de este, levantó su rostro y sonrió mostrando sus preciosos hoyuelos.

—Hola San... —Wooyoung acarició los rubios y húmedos cabellos del menor.

—Me alegra de verlo. —tomó la mano del omega y dejó un beso en los nudillos de esta. —Cómo siempre, se ve hermoso. —

—Lo sé, soy hermoso, pero igual gracias por el halago. —

—Hyung, nademos juntos. —propuso el rubio.

—Sannie, Sabes que no sé nadar bien, además, le tengo un poco de miedo al mar. —

—Yo no lo soltare, estaré junto a usted. —colocó sus dos manos en la cintura de Wooyoung. —Además puedo usar mi magia para que pueda respirar bajo el agua. —

—E-está bien, pero no me sueltes. —habló con nerviosismo. —Pescado mimado, siempre convences a tu Hyung. —

San tomó con más fuerza la cintura de su mayor y lo ayudó a bajar de aquella gran roca, al estar completamente dentro Wooyoung envolvió su cuello con los brazos, los ojitos grises de su Hyung se podía reflejar un poco de miedo, pero él no lo soltaría.