ғɪɴᴀʟɪᴢᴀᴅᴏ
Dos chicos enamorados, uno es un lobo omega, el otro un Tritón, son especies totalmente diferentes, pero para ellos no es un imposible.
En donde Wooyoung y San son "mejores amigos" de la infancia, uno es de clase media y profesor de una e...
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— ¿Qué te dijo el señor Kangin? —Wooyoung preguntó con curiosidad.
—Solo me obligó a recoger a "mi prometida" fue muy incómodo, Hyung, yo solo quería salir corriendo de ahí, pero muchos ojos estaban puestos en nosotros. —El menor suspiro. —Mejor no hablemos de eso, de solo pensarlo me duele la cabeza... —
—Está bien, vamos a omitir ese tema... —el omega se sentó en el sofá que estaba frente a San.
—Hyung, siéntese junto a mí y deme un besito... —
—No... —el omega negó y sonrió al ver la pequeña rabieta del rubio.
—No sea malo Hyung... —puchereo.
—No te daré uno, voy a darte muchos... —fue directo hacia donde estaba el rubio y se sentó en sus piernas, tomó el rostro del menor y dejó un pequeño beso.
—Hoy está muy cariñoso... —San estaba feliz de ser mimado por su bello hyung. —Pensé que me golpearía o jalaría mis orejitas. —
—Hoy decidí darte un poquito más de amor. —Woo sonrió mientras acariciaba los mechones rubios de San.
"Tengo que aprovechar el tiempo que me queda junto a ti"
—Me gusta... —abrazo el cuerpo del pelinegro. —Hyung huele a fresas al igual que su cabello. —
—Debe ser por el Shampoo, me quedé a dormir en la casa de Hongjoong y era el único que tenía... —acariciaba los cabellos largos y rubios de su novio. —San, quita tu mano de mi trasero... —
—Pero es mío... —
—Mi trasero no es tuyo, niño pervertido... —el menor asintió dando una sonrisa divertida. —Te odio... —
—Me ama... —San con una de sus manos tomo el delicado rostro de su novio, haciendo que sus miradas conectaran.
Wooyoung amaba demasiado ver los ojos azules de San, brillaban de una manera preciosa, también se perdía en la profundidad de estos, eran como si viera el mar en ellos.
—¿Qué haces? Saca tus manos de ahí. —el omega trato de quitar las manos de San, estas estaban en su cintura.
—Solo me vengare por todos los golpes que me da. —San le empezó a hacer cosquillas a Wooyoung, este se retorció y los dos cayeron en la alfombra.
— ¡D-déjame! —sus risas no paraban, tenía a San encima de él haciéndole cosquillas. —Y-ya no te golpeare. —
Las risas de los dos chicos se escuchaban en la sala, eran ellos en su mundo, olvidando lo que pasaba a su alrededor, entregándose amor y cariño.
Pero el timbre de la puerta sonó interrumpiendo su momento, los dos suspiraron y con pesar detuvieron su juego.
Wooyoung se levantó, arreglo su ropa y cabello, se dirigió a la puerta, vio por el visor de esta suspirando tranquilo cuando vio al tío de San, él era de confianza.
