"Porque hay veces que usamos nuestras segundas oportunidades sin darnos cuenta".
Adaptación de la célebre novela de JK Rowling.
Prohibida su copia o adaptación.
Me adentre a los extensos pasillos del transporte, obviando por completo que 2 pares de ojos claros y un conjunto de cabelleras rojizas seguia mis pasos. Me encontraba embalsada admirando cada rincón mientras buscaba un compartimento vacío. No fue sino hasta casi llegar a los últimos vagones que me encontré con un rostro conocido. Sonreí por inercia.
-Toc toc, señor, creo que su pan se está quemando - comente chistosa mientras abría la puerta. La sonrisa en su rostro apareció incluso antes de voltearse a verme.
-Disculpe, princesa, había olvidado que su delicadeza le impide aceptar a los panes quemados - su tono era uno de falsa molestia mezclado con burla. Estallamos en sonoras carcajadas antes de que me adentrara al compartimento.
-Ustedes son muy unidos, ¿No? - una reciente voz conocida se hizo presenta entre las cuatro paredes. Lee y yo levantamos la vista para que nuestros ojos se encontrarán con 2 pares de brillantes esferas azules.
Intercambiamos miradas y sonrisas cómplices. No hubo tiempo de que los gemelos reaccionaran, porque Jordan y yo ya habíamos comenzado a hacer nuestro saludo. Era muy similar a uno de unas gemelas pertenecientes a una película de Disney, pero con leves cambios que provocaban que terminaremos haciendo "fusión" como en Dragon Ball, para luego ponernos espalda con espalda y entrelazar los brazos de modo que Lee pudiera cargarme en la misma. Muchas veces hacia la pirueta hacia atrás en esa posición solo para presumir, quedando frente a frente, con sonrisas burlonas y cómplices, tal como en ese momento.
-Yin Yang - dijimos al unísono, haciendo un último saludo de manos, aquel con el que el saludo en si comenzaba.
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-Que producción - comentó chistoso quien identifique como George. Reí con ganas ante aquello.
-Gracias, gracias, damos clases los jueves no cobramos mucho - comentó Lee. Volvimos a reír, esta vez todos juntos.
-Bueno, ¿Podemos pasar o nos quedamos en el pasillo? - bromeó Fred.
Adopte una pose pensante, haciendo ese típico sonido de "Hummmmmm", hasta que Lee me codeo con burla.
- Ya es suficiente, me canse de estar parado y tengo hambre, así que entren ya y cierren la puerta - anunció Lee aun con un semblante risueño.
Le hice un puchero y el rodo lo ojos con falso cansancio.
Los gemelos entraron y se acomodaron en el asiento frente a nosotros. Hubo un breve silencio incómodo antes de que Lee decidiera preguntar por sus vidas. Allí comenzó el tema de las familias.
No puedo ser mas salada. A mi me cayó un molino de sal cuando nací, tiene que que ser eso, sí, eso mismo.
