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Había terminado de darle el dinero al señor cuando senti una mano en mi hombro. Me voltee rápidamente por auto reflejo. No podía creer lo que veían mis ojos.

-No puede ser - susurre.

Frente a mi se encontraba alguien que conocía a la perfección. Su piel morena y sus rizos oscuros junto a aquellos penetrantes ojos marrones.

-Lee Jordan - volví a susurrar -. PAN QUEMADO - exclame con una sonrisa, él rodo los ojos y luego abrió los brazos invitandome a un abrazo. Me tiré hacia el sin pensarlo si quiera una vez.

Maldita sea, lo extrañe.

-Ha pasado tanto tiempo - susurro contra mi piel expuesta en mi cuello -. Te extrañe, princesita - y esta vez yo rodé los ojos.

Nos separamos en aquel momento, con grandes sonrisas en los rostros.

-Espera - mi sonrisa se borró - ¿Eres un mago? - arrugue la nariz con confusión. Lee rió.

-No has cambiado nada - dijo tocando la punta de mi nariz con su dedo -. Si, lo soy pero...¿No lo sabías ya acaso? - levanto una ceja chistoso.

-¿Saberlo? Me enteré del mundo mágico hace 2 semanas, ¿Cómo podría saberlo? - imite su acción.

-¿Enterarte hace 2 semanas? ______ tu sabías del mundo mágico desde jardín - fruncio el ceño con confusión. Yo lo imite, estaba por contestarle que eso era imposible, hasta que un fuerte y claro "(...) si la magia te ponía en peligro, entonces se encargarían de borrarla de tu vida".

Por supuesto, el hechizo.

Solté un risa irónica y mire a Lee. Pero volví a arrugar la nariz con confusión.

¿Por qué lo recuerdo a él entonces?

Aquella pregunta no tardó mucho en contestarse, pues senti el líquido derramarse por mis fosas nasales en aquel momento.

-¿Qué demonios? - artículo asustado Lee.

- No te preocupes, esto no es nada grave - dije limpiando rápidamente la sangre mientras agarraba mi cabeza con mi otra mano, ahi estaba el mareo.

-¿Qué no es nada? Te sangra la nariz, _____, eso definitivamente es algo - acotó llegando a mi lado.

-Nada más es un hechizo - dije despacio y lento para que mi cabeza no doliera aún mas.

-¿Un hechizo? - repitió un confundido Lee.

-Si, alguien me embrujo para olvidar toda mi infancia, pero te recordé a ti y este es el precio ¿Podemos sentarnos? El mundo me da vueltas - dije todo muy rápido. En un 2x3 me encontraba sentada sobre una pila de libros.

-¿Me explicas? - cuestiono Lee.

-Claro, pero por favor, que no sea aquí - suplique. Él asintió y se fue corriendo a alguna parte para luego volver al minuto conmigo.

-Okay, mis padres ya saben que iré a alguna parte. Vamos a fuera, hay una heladería cruzando la calle - explico apuntando la puerta. Asenti en respuesta y lo seguí.

***

Una vez que tuve mi helado frente a mi, me sentí mucho mejor. Le había expliquado todo a Lee en lo que me tomaba un refresco.

-Que...intenso - dijo finalmente. Yo solo reí.

-¿Verdad que si? Aunque, en realidad ya no me importa mucho - me encogí de hombros.

-¿Cómo que no te importa?, por la barba de Merlín, tus propios padres te borraron la memoria - comentó exaltado para luego recostarse bruscamente contra el respaldo de la silla.

-Tienes razón pero... - deje la frase en el aire y el me miro -. Me importará de nuevo luego, ahora tengo un helado en mi poder asi que todo está bien - volví a encogerme de hombro.

-En serio no has cambiado nada - negó divertido. Levante la vista desde mi helado hacia él en aquel momento, estaba por contestarle cuando algo a sus espaldas llamo mi atención.

*****

*Entra outro de HP*

Segunda Oportunidad. (Fred Weasley Y Tú).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora