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Los ojos de _____ no eran los ojos de una niña.

-Deberias - mi voz salió como un susurro apenado, carraspeé rápidamente, aclarando mi garganta y volviendo a mi típica sonrisa adornada con hoyuelos. Ella no me observo, solo siguió mirando el fuego danzar en aquella chimenea -. Deberías dormir, es muy tarde - sugerí, tratando de captar su atención.

Ella asintió, aún sin mirarme. Acaricio sus pies blancos una vez y luego los apoyo en el frío suelo. Sus uñas estaban moradas, señal de que tenía frío, más no parecía tener intenciones de colocarse medias.

-Buenas noches, Bill - y contrario a cualquier expresión que pudiera esperarme, una hermosa sonrisa de hoyuelos marcados fue lo que apareció en su rostro. Sus ojos no brillaron, sus dientes blanco resaltaron en la oscuridad y el verde esmeralda de sus ojos se vio opacado por la confusión de su mente. Me quedé allí observándola subir las escaleras hasta su habitación, lenta y cansadamente. De algún modo tétrico, su andar me recordaba mucho al del profesor Binns, un fantasma anciano que paso toda su vida con una rutina monótona.

Aquel pensamiento me provocó un escalofrío.

***

*_____'s POV*

-Lee - susurré, moviendo su cuerpo con la mano libre, aquella que no sostenía la almohada.

El soltó un quejido y se dio la vuelta para seguir durmiendo. Bufé.

-Lee, despierta, Lee - volví a sacudirlo. El bufó pero siguió sin despertar -. Lee Jordan, despierta ya - le sople en el oído y se sentó rápidamente, exaltado, pero aún si abrir los ojos.

Tardo unos segundos en decidirse por volver a acostarse, o actualmente prestarme atención. Al final, se frotó los ojos antes de abrirlos de a poco, acostumbrándose al entorno. Una vez noto donde estaba, recorrió la habitación para ubicar a la causante de perturbar su sueño.

-_____, ¿Qué hora es? - cuestionó, buscando en algún lado un reloj.

-Aún no amanece - susurré, tratando de evitar que los gemelos despertaran. Lee arrugó el entrecejo y bufó, supuse que pensé que trataba de gastarle una broma -. Lee - llame su atención nuevamente, este me miro con el ceño aún fruncido -, tuve una pesadilla - sus facciones se relajaron de inmediato, volviendo a su rostro somnoliento y tranquilo -. ¿Puedo dormir aquí? - cuestione suave, dudando, avergonzada.

Dormir con Lee era algo que hacíamos de pequeños, pero ambos habíamos crecido. Las cosas eran muy diferentes luego de todos esos años en que no nos vimos.

Años que no lo recordé.

Pero si había una persona con la que sabría encontraría paz, era él.

Lee no respondió con palabras, simplemente se movió más hacia un lado en aquella cama enorme y movió las almohadas para que pudiera colocar la mía con tranquilidad. Sonreí agradecida y me cole por debajo de las calentitas sábanas.

-¿Qué soñaste? - fue el único susurro que abandonó sus labios antes de que ambos cayeramos en la inconsciencia.

-No lo recuerdo - admiti, en su mismo tono de voz -. Solo se que estaba muy oscuro y frío - unas imágenes llegaron a mi luego de eso, donde una serpiente saliendo de una calavera me provocaron un escalofrío.

La calida mano de Lee tomo la mía bajo las sábanas, logrando que toda imagen perturbadora que rondaba mi mente se disipe.

-Puedes venir siempre que tengas pesadillas - dijo el morocho, para luego acomodarse mejor bajo las sábanas sin soltar mi mano. Asentí sonriendo como única respuesta y luego cedí ante el cansancio.

Allí, en la calidez de aquella habitación, sintiéndome segura bajo el toque delicado de Lee y sabiendo que habían 2 personas más que cuidarían de mi, me sumí en un profundo sueño; sin saber que aquella pesadilla tenía más vericidad que muchos de mis recuerdos.

*****

Hola, jaja. Cómo están a mi me sacaron 2 muelas del juicio y estoy re mal. Pero bueno, acá andamos.

Espero que la historia se esté entendiendo. Eso es todo chau chau.

*Entra outro de HP*

Segunda Oportunidad. (Fred Weasley Y Tú).Where stories live. Discover now