0.01

8.7K 759 247
                                    

El clima era agradable junto con días calidos pero aun así corría una brisa era primavera la mejor época del año más para la pequeña Haruko que le encantaba ver el florecimiento del cerezo además de su nombre que significaba "nacida en primavera" le hacia honor a aquella estación del año.

Haruko se consideraba la niña más feliz del mundo, vivía con sus padres ambos se amaban y la amaban a ella, su padre tenía un local donde vendía herramientas de carpinteria, en cuanto a su madre tenía una pequeña pastelería pero rara vez pasaba tiempo en ella esta estaba a unas cuadras más de su casa, tenía amigas/os entre su personalidad resaltaba su amabilidad, valentía, optimismo, humildad, paciencia, en cuanto a su apariencia resaltaba su cabello cobrizo con ondas y sus iris color miel.

Camina de manera tranquila iba de regreso a casa las clases habian llegado su fin no podía esperar para poder jugar y comer pastelitos, sus pensamientos fueron interrumpidos por unos sollozos venian de un callejón la curiosidad le gano se asomo para ver de quien se trataba era Kisaki-kun el chico iba en su clase era solitario y muy inteligente, no solia hablar mucho. Habían cruzado algunas palabras pero no como para llamarse amigos, decidió acercarse para ver que le ocurrió al estar en frente de él pudo descifrar de que se trataba lo estaban acosando otros niños tenía golpes en su cara y sus cosas estaban tiradas por el suelo, toco el hombre del azabache para hacer acto de su presencia este la miro sorprendido pero se dejo ayudar por ella, el trayecto fue silencioso hasta que llegaron a una pequeña plaza, el silencio que reinaba fue interrumpido por el azabache.

-Por que me ayudas?.- le miro de forma avergonzada, no quería que nadie lo viese asi y menos alguien de su clase.

-No necesito una razón para ayudarte, no me gusta ver a las personas sufrir y menos a las que son buenas y no hacen daño.- le decía mientras sacaba unas curitas de hello kitty de su mochila saco cinco y las empezo a pegar en el rostro al niño.- Con esto te sentiras mejor, ¡Ya se! vamos a mi casa, le diré a mi mamá que prepare pastelitos te van a hacer sentir mejor, qué dices?

-Esta bien, solo dejame avisarle a mi mamá.- hablo en voz baja no muy seguro, tratando de evitar la mirada de la peli cobrizo le hacía sentir nervioso pero no era molesto al contrario sentía una calidez. Saco el celular llamo a su madre y afortunadamente le dio permiso.- Me dijo que si pero tenia que volver antes de oscureciera.

-¡Genial!, cierto no te preocupes por irte solo, le puedo decir a mi papá que te lleve.- lo miro con unos brillitos en los ojos, tomo la mano del contrario y lo llevo así todo el resto del camino hasta su casa, las personas los miraban con ternura esto paso desapercibido por la niña pero no para el azabache quien extrañamente se sentía muy bien al tener cerca de Haruko.

-Falta mucho Ishida-San?

-Uhh no, mira es allá-. apunto hacía la casa con muchas plantas, flores y decoraciones para el jardín-. Nee~ no me llames por mi apellido, solo dime Haru o Haruko, bien?

-Bueno Haruko-Chan.- sonrió, mostrando más confianza.

Estaban en la puerta de la casa, tocaron no tardo mucho en ser abierta dejando ver a una mujer de unos 30 años con cabello desordenado pero de igual le hacia ver bonita, su cabello era igual al de haruko realmente son parecidas solo por un pequeño detalle esta tenía sus ojos de color esmeralda, recibio a los niños con una sonrisa calida y cariñosa ella ya estaba acostumbrada a que su hija trajera amigos/as a casa por eso no pregunto el por que el azabache estaba con su hija aun que por las curitas y rasguños que tenía supuso que su hija lo había ayudado.

-Hiciste un nuevo amigo Haru?.- Drigio su mirada hacía el azabache.

-Si mami, es mi compañero de clases, hoy lo ayude con algo y también quería compartir con el los pastelitos que haces eso que suben el ánimo.- Sus mejillas se tiñeron de un tono carmín al decir aquello.

- Soy Kisaki Tetta es un gusto conocerla, y si Haruko-chan me ayudo hoy ella es muy amable.- miraba de forma tímida a la adulta.

-El gusto es mio, ya vallan a lavarse las manos, yo les llevo los pasteles a la habitación de Haru.- se quedo pensando en lo que dijo el chico si bien Haru siempre a ayudado a los demás a sido así desde pequeña era algo que la caracteriza.

-Si mami.- Hizo un gesto como el de un soldado obedeciendo una orden, tomando a Kisaki de la mano para ir al baño.

Después de larvarse las manos entraron a la pieza de la peli cobrizo, el azabache miraba la pieza admirando las decoraciones la mayoría de las cosas eran rosa tenía muchos juguetes en canastos y un estante con muñecas que estaban muy ordenadas, después de mucho mirar volvió a la realidad al escuchar su nombre.

-Kisaki-kun ven, ven, toma asiento.- apunto a una pequeña mesa de princesas que estaba en medio de la habitación.

El azabache tomo asiento, después de unos minutos la madre de Haru apareció con dos trozos de pastel de fresa, los dejo en la pequeña mesa, antes de salir les dijo a ambos niños que si necesitaban algo le llamasen.

-Ne ne~ estan muy buenos, cierto?.- dijo la peli cobrizo mirando el pastel.

-Si, tu mamá es una genia de la repostería.- con un brillo en sus ojos observaba el pastel.

-Obvio por eso tiene una pastelería, y ahora me dirás por que te estaban acosando y desde cuando.- hablo con más seriedad, dejando su actitud infantil de lado.

Solto un suspiro y tomo aire para hablar.-Ellos lo llevan haciendo desde hace una semana y solo se que lo hacen por diversión, ellos mismos me lo confesaron pero no te preocupes por mi Haruko-chan no vale la pena.- se sobresalto al escuchar la mesa ser golpeada dirigio su mirada hacía la niña, todo el tiempo la estuvo evitando por miedo a como reaccionaria y lo viera mal por ser cobarde al no defenderse.

-No digas eso Kisaki-kun nadie merece ser tratado mal y menos golpeado sin razón, ya lo decidí desde el lunes empezaremos a ir y venirnos juntos, les haré frente a esos tipos, se como defenderme practico karate en un dojo, los dejaré en suelo en menos de un parpadeo.- levantó el puño y lo alzo al centro de la mesa mientras hablabla de forma decicida con un tono de voz sincero.

-Te meteras en problemas, ya dije que no es necesa- .- Fue interrumpido por la niña.

-¡Shhh! lo haré y punto, ya no se habla más del tema.- dijo demandante.

El azabache sintió su corazón acelerarse, se habían conocido literalmente hace nada pero tenía claro dos cosas esa niña era asombrosa y le gustaba.

[...]

Desde ese momento Kisaki se enamoro de Haruko y con el tiempo ese amor iría creciendo cada vez más.

𝙎𝙚𝙢𝙥𝙞𝙩𝙚𝙧𝙣𝙤-𝘛𝘦𝘵𝘵𝘢 𝘒𝘪𝘴𝘢𝘬𝘪 [Au]Where stories live. Discover now