El número de la suerte

Círculo de apoyo y anillos

A pesar de que algunas personas no entiendan por qué haces lo que haces ni cómo puedes ser feliz así, también hay otras personas que lo apoyarán. Siempre las hay. Puede que se escondan o casi no las notes, pero en algún momento, aparecen.

Draco, por ejemplo, rodaba los ojos cada vez que Pansy bromeaba sobre cuál era su "novio favorito" del día. O cuando Blaise comenzaba a quejarse de su última mala relación y soltaba un dramático:

—¡No es que no quiera tener una relación poliamorosa, es que no puedo, Draco! ¿No ves que apenas mantengo una relación mediocre con una persona? ¡Una! Y casi no puedo. No podría con más-

—Pensé que no podrías salir con dos o más personas porque, con suerte, sólo le interesas a una —mencionó Pansy, con una sonrisita burlona—, y eso es hasta que te conoce.

Draco dejaba que Blaise y ella comenzasen a discutir, y se sentía secretamente feliz de que sus amigos supiesen sobre las personas que quería.

Daphne una vez también le hizo un comentario que luego él repitió para Charlie y Harry.

—¿Y no tienes como…como un pequeño colapso cuando ves a la persona que te gusta con la otra persona que te gusta?

Su expresión era tan seria al decirlo que Draco intentó no reírse sólo de pensar en lo embelesado que estaba la primera vez que vio a Charlie coquetear abiertamente con Harry y a este ponerse rojo.

Sí, sus amigos pensaban que no era extraño entre todas las cosas que se veían con los Slytherin o en la guerra.

Charlie también tenía puntos de apoyo, cuando hacía falta. En La Madriguera, Bill levitaba un cucharón hacia la cabeza de Ron y lo golpeaba con este, para después fingir que no hizo nada cuando él le reclamaba.

—No sé, Ronie —Bill se encogió de hombros—, mamá siempre dijo que los cucharones mágicos molestaban a los niños que se portaban mal.

—¡Pero es que…!

Y luego Fleur hacía que otro cucharón lo golpease en la parte de atrás de la cabeza y simulaba que nada había sucedido. Ella entendía bastante bien cómo se sentía recibir el odio de la familia Weasley y estaba del lado de Harry y Draco, en especial del último, desde que supo de ellos.

Cuando Ron quería quejarse de nuevo sobre la pareja que jugaba a molestarlo, Arthur levitaba un cucharón más hacia él, y continuaba caminando escaleras arriba. Ron todavía no sospechaba de qué "bando" era su padre.

En la reserva, en cambio, la mayoría de sus compañeros ya reconocían a Harry y Draco nada más verlos. Pero cuando algún idiota quería hacer un comentario desagradable cerca de Charlie, Micai arrojaba un dragón pequeño a su cara para que arañase al otro. Y en una ocasión en que un mago particularmente tonto quiso hacerle una "broma" a Harry y Draco cuando estaban de visita, Micai reunió las heces de los dragones adultos, junto a otros dos compañeros, y se las vaciaron encima.

Ahora lo pensaban un poco más antes de decir lo que fuese de esos tres.

Harry, por su parte, sabía que aunque Hermione no estaba segura de cómo funcionaba o cómo llegó a eso, intentaba no decir nada al respecto y tomarlo con la máxima normalidad posible, como si fuese cualquier otra relación, incluso si a veces parecía pensativa por algo que Harry le contaba cuando se veían o a través de las cartas. De Ron y Ginny no valía la pena hablar, pero Neville sí que lo sorprendió cuando se vieron en La Madriguera y se enteró de ellos.

—No sabía que se podía tener una relación así —Neville lo consideró mejor—, ah- pero me refiero a que suena genial —Agitó las manos frente a un Harry que ya se había acostumbrado a las diversas reacciones. O eso creía, porque la de él era nueva—. Creo que me gustaría tener una relación así.

—¿En serio? —Harry arqueó las cejas.

—Sí, ¿por qué no? Parece muy interesante.

Y según las cartas que intercambiaban, era probable que Neville sí tuviese una relación con dos o más personas próximamente, aunque no le daba nombres todavía. Decía que esperaría a ver si sucedía.

Su reacción favorita fue la de Luna. Ella se había enterado de que Harry salía con alguien y le entregó un collar para nargles para que su pareja se pudiese cuidar. Cuando le explicó que estaba con dos personas, Luna soltó un "oh" y fue por materiales para hacer otro collar.

—Dos personas son…como doble amor, ¿verdad? —murmuraba, a medida que armaba el collar—. Te ves feliz, ¿estás feliz? Las cosas que te hacen bien son buenas, te lo mereces.

Harry regresó muy feliz tras esa visita, con los collares en un paquete y un montón de cosas que contar sobre lo que conversó con Luna. Excepto ese detalle. Todavía trabajaban en el.

Ese día, cuando la visitó, Luna le tendió varios diseños preliminares y Harry los examinó con cuidado.

—El de dragón emocionaría mucho a Charlie —susurró, con una sonrisita sólo de imaginar su reacción— y seguro que pondría a Draco más engreído que nunca.

—También podríamos usar un dragón, una serpiente y un león —explicó Luna, apuntando uno de los dibujos con su lápiz—. Pensé que la plata sería el mejor material- claro, también podría ser uno de cada color, si eso prefieres, pero usar el mismo material sería bonito.

—Sí, el mismo material —Harry tocó otro de los dibujos—. ¿Dices que este sería de oro? Creo que hay un tipo de oro mágico que no es afectado por el fuego de dragón…

Luna tomó algunas notas y siguió preparando los diseños para tres anillos. Sería una pequeña sorpresa.