~Esta sería la reacción de tu novio ebrio coqueteándote en una fiesta como si no te conociera
La música estaba tan fuerte que apenas podías escuchar lo que te contaba tu amiga, así que intentabas leerle los labios y pretender que entendías al 100%. Tu otra amiga, la cumpleañera que había organizado esa tremenda fiesta, se sentó con ustedes y trajo una botella más de champaña. Ya estaba ebria, por lo que ustedes dos tuvieron que ayudarla a sentarse y procurar que no se le cayera la botella de vidrio al suelo.
Giraste tu cabeza para chequear el estado de tu novio, otro ebrio más, que compartía la cerveza número diez con sus amigos en una mesa cerca de la tuya. Te encontraste con la sorpresa de que él también estaba mirándote, aunque lo hacía de una manera provocadora. Te habría resultado sexy en otro momento, pero sabiendo que estaba súper borracho lo único que te causaba era gracia.
Se acomodó para verte mejor y levantó su vaso en forma de coqueteo, simulando un saludo. Le seguiste el juego y actuaste como si te hubieras sonrojado, volviste a mirarlo y le dedicaste una sonrisa. Taehyung se levantó de su asiento y se acercó a ti medio tambaleando, pero nunca perdiendo el estilo ni el contacto visual. Tenía los ojos entrecerrados producto del alcohol y la camisa desabrochada en los primeros botones, y aún así se veía hermoso.
—Quiero disfrutar de la fiesta con mis amigos y no puedo porque no paro de pensar... qué chica más bonita que ven mis ojos —te dijo. Respondiste con una carcajada leve. —Oye ¿tienes novio?
—Taehyung, tú eres mi novio —respondiste entre risas.
Pretendió sorprenderse y te miró con los ojos bien abiertos, miró a su alrededor en plan "¿Ustedes escucharon eso?" y se tapó la boca incrédulo, todo parte del acting, claro. A todo esto, tú simplemente te reías de las ocurrencias de tu novio.
—¿¡Qué!? —expresó. —No puedo creerlo, que afortunado soy. —comenzó a aplaudir, captando la atención de algunas personas de alrededor.
—Shhh —tomaste sus manos para que parara de aplaudir. —Te están mirando...
—No importa —balbuceó. —¡Miren! ¡Tengo la novia más linda del mundo! —gritó.
Reíste de nuevo y le soltaste las manos, pues ahora las usaste para taparte la cara ya que había logrado que tus amigos giraran a verte riendo.
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