taehyung ; imaginas, reacciones, one shots y +

idol ; o.s

Narra Chaeyoung

Con el tazón de cereal con leche en mano, me senté en el sofá y a la vez prendí la televisión, dispuesta a desayunar. A estas horas de la mañana no solía haber mucho en TV, entonces pasaba minutos buscando algo divertido para ver. Opté por el noticiero, de vez en cuando era importante saber que estaba pasando en el país.

Mientras el meteorólogo anunciaba que el día estaría soleado por la tarde pero fresco por la noche, yo comía cereal y también revisaba mi teléfono.
No pude evitar atragantarme cuándo escuche ese nombre tan particular salir de la TV, rápidamente le subí el volumen.

"Así es, Bangtan Sonyeondan estará de nuevo en la ciudad. Según lo que Kim Taehyung -mejor conocido como V- ha dicho en su último Vlive, la famosa banda estará presentándose en Daegu este fin de semana en un concierto de caridad totalmente gratuito. Otras bandas y artistas en solitario tales como..."

Dejé de prestarle atención a lo que el periodista decía porque un montón de recuerdos se adueñaron de mi mente.
Kim Taehyung, hacía mucho que no escuchaba ese nombre. Y estaba bien con eso, hasta que su banda comenzó a ser más reconocida, y su cara pasó a estar en todos lados.

Taehyung era mi mejor amigo desde los 10 años mas o menos. Éramos inseparables, crecí escuchándolo cantar, tenía talento por demás, tocaba el saxofón y su voz grave era digna de un ángel. Ni hablar de su carisma, que encantaba a cualquiera que tratara con él. A los 18 años me dio la noticia de que debutaría en una banda llamada BTS, todavía recuerdo el brillo en sus ojos al contármelo, estaba tan feliz por él.

—Seré un Idol, Chae. ¡Voy a cumplir mi sueño! —me dedicó su típica sonrisa cuadrada que tanto me gustaba.

—¡Estoy tan feliz por ti, Taehyungie! —lo abracé bien fuerte, nada más lindo que ver a tu mejor amigo cumplir sus metas. Pero luego recordé algo. —Espera, eso significa que... ¿te irás de Daegu? —su sonrisa desapareció y la cambió por una mueca.

—Uh... eso creo. —agachó la mirada y suspiró. —Supongo que tendré que mudarme a Seúl.

—¿Cuándo te vas?

—Dentro de dos semanas.

—Ah, no importa Taetae, anímate... —puse mis manos en sus hombros y él me miró directo a los ojos. —Tenemos dos semanas para estar juntos antes de que te vayas. Debemos aprovecharlas. —no iba a dejar que mi amigo cambie su humor, se suponía que tendríamos que estar contentos.

—¡Claro! Te quiero mucho, Chaeyoung. Estoy tan feliz. —volvió a sonreír y yo sentía derretirme por dentro.

Estaba enamorada de Taehyung desde los 15 años, era tan cariñoso y protector conmigo que no pude evitarlo. Pero nunca se lo dije, lo mantuve en secreto durante tres años por miedo a arruinar nuestra amistad. Pensé en decírselo en esas semanas antes de que se fuera, pero nunca encontré el valor para hacerlo.

—Estas fueron las mejores dos semanas de mi vida —dije y sonreí.

—Concuerdo contigo. Es una lástima que haya llegado a su fin... —mi mejor amigo se encontraba de pie frente a mi con las maletas a sus costados, y atrás el auto de su padre esperando para llevarlo a Seúl.

—Seguiremos en contacto, Tae...

—Lo sé, te llamaré cada vez que pueda. —sonrió. —Pero no será lo mismo si ti.

—Deberás buscarte otra mejor amiga que te cocine sopa de pollo y haga reír cuándo estes triste.

—Eso jamás, tu eres mi única mejor amiga para siempre. Tus sopas no se comparan con nada y eres la única que me saca de la tristeza. —reímos. Me sonrojé apenas por lo que había dicho, pero no lo notó. —Te voy a extrañar mucho.

Reprimí las ganas de llorar, mi corazón se partía con cada palabra que decía. Mi mejor amigo se mudaba a otra ciudad, probablemente se olvidaría de mi y yo no tuve la oportunidad de decirle sobre mis sentimientos.

—Yo más, Taehyung. —lo abracé por última vez y mis lagrimas comenzaron a caer. Él besó mi frente, mi estómago se revolvió. Sin dudas extrañaría eso.

Lo miré subirse al auto e irse. Y nunca más volví a verlo en persona.
Nos contactamos durante seis meses, mediante mensajes, llamadas o videollamadas. Pero de a poco perdimos el contacto, me dijo que estaba muy ocupado grabando y componiendo, y que lo sentía. Las llamadas disminuyeron, hasta que un día nos dejamos de contactar para siempre.
No supe mucho de él durante dos años, pero mi amor por él nunca cesaba. No me animaba a escuchar sus canciones, sabía que eso sería peor para mi.

BTS comenzó a tener más fama, todo Corea sabía quienes eran. Estaban en la radio, en internet, en television, en ropa, en pósters. Y cada vez que los veía, mi corazón se estrujaba y mi mente sólo pensaba en Taehyung, en cuanto lo extrañaba.

Apagué el televisor antes de que comenzara a llorar, me duché, me cambié y me dirigí al trabajo.
Después de unas largas y ajetreadas horas, volví a casa y me acosté, de repente sonó mi celular.

Número Desconocido:
Hola Chae, ¿sigues teniendo este número?

Tú:
Si. ¿Quién eres?

La persona no volvió a contestar. No le di importancia y bloqueé mi celular. No podía dormir, no encontraba una posición cómoda para dormir. Bajé a tomar agua, la noche estaba fresca tal cómo lo había dicho el hombre del clima.
Sonó el timbre de la casa, miré el reloj de pared. Las 10:35 pm, ¿quién vendría a esta hora? Con algo de miedo abrí la puerta lentamente.

Incapaz de moverme o emitir palabra, miré al sujeto frente a mi. Temblaba y mi corazón palpitaba con fuerza. Con cara de haber visto un fantasma lo miré de arriba a abajo, verificando que no sea producto de mi imaginación. Se sacó la capucha del hoodie negro y se bajó el cubrebocas. Me miró fijamente a los ojos, y me dedicó esa sonrisa que tanto extrañé.

—Taehyung...