☆¿Bailas, Lupin?☆

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Mudarse no era divertido, emocionante talvez, pero divertido no.

Montones y montones de cajas esperando ser acomodadas, pisos sucios que tenían que barrerse, paredes a punto de ser pintadas, no tenían tanto trabajo dese que presentaron sus TIMOS en Hogwarts.

Por suerte se tenían el uno al otro para repartirse las tareas, por el momento Remus estaba acomodando la vajilla en los estantes de la cocina mientras Sirius ordenaba los muebles de la sala.

- Cariño ¿qué opinas de Edward Remus? - Sirius entró de repente a la cocina asustando a Remus.

- ¿Quién es ese tal Edward y qué tengo que opinar sobre él? - preguntó Remus volviendo a su tarea de ordenar los cubiertos, unos segundos después sintió como dos fuertes brazos rodeaban su cintura y una cabeza se apoyaba en su hombro.

- El nombre para nuestro futuro hijo - Black besó la parte sensible detrás de la oreja de Remus en un intento de ocultar sus nervios.

- Sirius amor, ni siquiera nos hemos casado, además veo muy difícil que dejen a un hombre lobo poder formar una familia - respondió entre risas, risas que ocultaban sentimientos bastante no-felices.

- Estoy seguro de que con el activismo que tú y Lily están haciendo para concientizar sobre la discriminación a los licántropos pronto podremos adoptar a nuestro Teddy -

- ¿No dijiste que se llamaría Edward? -

- Por eso, Teddy es el diminutivo de Edward -

- Eso no tiene ningún sentido -

- Oh ¿talvez Remus tenga más sentido, no es así? - dijo Sirius mientras dejaba algunos besos amorosos en el cuello de Lupin.

- Ya vete a la cama Black de Lupin - Remus se dio la vuelta provocando que Sirius se desenredara de él, lo golpeó en el trasero con un paño de cocina y se echó a reír.

- Todavía tenemos una conversación pendiente Lupin - le dio una última mirada con los ojos entrecerrados y se fue en cuclillas hasta su habitación.

Unos minutos después Remus entró a la habitación donde Sirius estaba esperándolo ya envuelto como un burrito.

- Sirius, estás acaparando toda la manta - lo regañó Remus mientras se metía a la cama y se quitaba sus pantuflas de ciervito.

- Oh no, tendrás que abrazarme para mantenerte caliente - respondió Sirius usando el tono más falso de tristeza que pudo fingir.

- Que tortura - el licántropo se acostó de espaldas a Sirius mientras este lo cuchareaba, Remus podría ser el más alto pero siempre era la cuchara pequeña, adoraba sentirse protegido.

- ¿Ya podemos discutir el nombre de nuestro futuro hijo? - susurró en su oído, provocando que un escalofrío agradable recorriera la espina dorsal de Remus

- Sirius cariño, no podemos planear algo que es imposible, quizá algún día muy, muy lejano los licántropos puedan tener hijos, pero no creo que eso suceda antes de que nuestro cabello se haya caído por completo - fue el argumento que Remus utilizó.

- No blasfemes en contra de mi cabello, además estoy seguro de que lograremos tener una familia, pero para eso necesito que seas positivo - la voz de Sirius dejo de ser ligera, pero aún era cálida.

- Yo no puedo cuidar a un niño, es demasiado peligroso para ambos, ya vivo con el miedo de poder lastimarte a ti como para traer otra preocupación a nuestras vidas - Remus se desprendió del abrazo de Sirius y se sentó en la cama, su prometido lo siguió.

Wolfstar one shots ☾︎☆Where stories live. Discover now