☆Siempre te cuidaré☆

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La enfermería siempre estaba muy sola los domingos por la mañana, especialmente cuando no era temporada de quidditch.

Esto podría considerarse una ventaja ya que gracias a esto Sirius podía tener un pequeño momento de paz para admirar la belleza y fragilidad de su luna.

Eran estos momentos los que le recordaban a Sirius porqué estaba tan enamorado de Remus.

Remus se veía tan frágil y desgastado después de la luna llena, con sus manos vendadas y magulladas, varias cicatrices adornando su bello rostro y parte de su torso, una que otra mordedura y un par de moretones no faltaron.

Sirius admiraba tanto a Remus.

Él era tan fuerte.

Él tenía que enfrentarse todos los meses a una bestia feroz que lo dañaba y lo rompía poco a poco, cada vez más.

Siempre volvía con la piel rasgada y los huesos rotos.

Sirius no conocía a nadie más valiente que Remus Lupin.

Y esa es una de las razones por las que Sirius está tan enamorado de Remus, su valentía. Remus nunca se rindió, nunca dios un paso atrás, nunca dejó de luchar.

Y aunque a veces se desmorona eso no significa que se rinda, eso sólo significa que está buscando ayuda, está buscando a alguien que lo acompañe en este largo camino de sufrimiento y desdicha llamado vida.

Y lo encontró.

Porque Sirius Black nunca dejaría a Remus.

Porque si había algo de lo que Sirius estaba seguro en la vida era de que quería pasar el resto de sus días con Remus Lupin, el hombre más hermoso del planeta, un hombre lobo.

Remus sufría tanto y aún así siempre tenía una sonrisa en su rostro para alegrarle el día a los demás, siempre ayudaba a quien lo necesitara, siempre compartía lo poco que tenía. Remus era un angel.

Un angel roto, sí, pero un angel.

Y ahora, estando aquí en medio de una enfermería vacía en un colegio grande y ruidoso mientras sostiene la mano vendada de un hombre lobo, Sirius sabe que Remus es el amor de su vida.

No hay nadie después de él.

Y tampoco hubo nadie antes de él.

Sólo Remus, siempre Remus.

- ¿En qué piensas tanto Pads? - la suave y desgastada voz de Remus vino desde la cabecera de la cama.

- En ti, sólo tú, siempre - respondió Sirius, como si fuera lo más normal del mundo.

- ¿Amaneciste romántico? - los ojos de Remus brillaron con un poco de picardía y un mucho de amor.

- Amanecí amándote - como todos los días.

- Yo también te amo - susurró Remus antes de darle un leve apretón a la mano de Sirius y volver a cerrar sus ojos, descansando pacíficamente entre el amor y el cuidado de Sirius.

- Siempre te cuidaré -

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Corto pero esponjoso.

Tiktok: rebeca_al1

Les ama, Bee ☆

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