Corto I.

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Su corazón revoloteaba contra su pecho, no podía dejar de mover sus pies por la alegría que sentía ni mucho menos borrar aquella amplia sonrisa perlada.

Por momentos su mirada avellanada miraba en dirección a su novio que se encontraba de pie, pulcro, con una mano metida en la bolsa delantera de su pantalón y con la otra sosteniendo un gran ramo de rosas rojas, vestiendo casual, luciendo como un Dios griego. Dándole esa sonrisa ladeada, coqueta, en cuanto sus cautivadores ojos perlados capturaban los suyos. Tenten no podía evitar suspirar enamorada.

Después, dirigía su mirada más allá, donde se encontraban sus padres también de pie, conversando entre ellos animadamente pero de vez en cuando dirigiéndole una mirada a la persona que en ese momento no dejaba de llenarlos de orgullo; su hija. Los tres se sonreían y Tenten volvía a suspirar, ansiosa de que por fin conocieran a quien ella consideraba el amor de su vida.

Comenzaron a llamar a los de su grupo uno a uno, siendo ella la tercera en recibir un diploma delante de la multitud que no paraba de aplaudir mientras sus amigos de generación gritaban su nombre en alto. Saludó a sus profesores y al director de su facultad con una sonrisa todavía más grande, sus mejillas dolían pero ella no podía detenerse.

Se sentía tan plena, juraba que era uno de los momentos más felices de su vida.

Al bajar de la plataforma y caminar hacia su sitio nuevamente, observó a Neji con su mano derecha sobre su corazón mirándola únicamente a ella con felicidad. Su padre alegre, abrazando a su madre que limpiaba sus lágrimas de felicidad con un pequeño pañuelo blanco.

La ceremonia terminó rápido, sus amigos se despidieron temporalmente prometiendo volver a reunirse, agradeciendo los recuerdos que habían creado juntos. Tenten se dirigió rápidamente con el corazón bombeando tan fuerte que le taladraba los oídos y la cabeza hacia Neji.

El castaño la recibió con los brazos abiertos y una sonrisa grande sobre sus labios que desapareció en cuanto Tenten colocó sus delgados brazos sobre su cuello y lo besó en la boca. Ambos compartieron un beso corto pero dulce.

Cuando se apartaron Neji entrelazó su mano con la de ella, Tenten abrazó con un brazo las rosas rojas mientras con su mano sostenía la de Neji y se encaminaban hacia sus padres que la habían perdido de vista entre la multitud y la buscaban ansiosos por felicitarla.

Al verlos llegar tomados de la mano, sus padres comprendieron que en un momento tan importante ese joven apuesto que se había robado el corazón de su única hija estuviera ahí.

Neji soltó su mano y sostuvo las rosas de Tenten para que ella abrazara a sus padres, ellos la felicitaron y no dejaron pasar la oportunidad para recordarle que estaban más que orgullosos de la mujer en la que se había convertido. Después de unos segundos, con los ojos llorosos, Tenten volvió a tomar la mano de Neji, colocándose a su costado derecho.

—Madre, padre... Él es Neji —los presentó entonces.— Neji, ellos son mis padres, Chiasa y Bian Zhao. Para mí es un honor presentarlos, espero que puedan llevarse bien y gracias por acompañarme en mi mejor momento.

Ese día todo fue felicidad. 

DEBE DE SER AMOR. 『NEJITEN』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora