03, pt. 1

959 109 93
                                    

Tenten se había dirigido a la cocina después de que el Hyuga abandonara su departamento para ir a dejar a su prima Hinata a su casa, pasados dos minutos se dio cuenta de que el chico sí la había alcanzado y como Tenten no sabía si tardaría o no en regresar, decidió no perder más el tiempo y ponerse a cocinar algo para Neji.

Como no estaba en su casa y tampoco conocía a los alrededores, no podía agradecerle con otro gesto que no fuera ese, pero cuando ya tuviera tiempo y regresara a su hogar, le daría las gracias más a su manera. Tenten preparó pasta y ensalada junto con dos vasos de jugo de naranja, era algo sencillo pero comestible, pues no tenía idea de los gustos de Neji y si le hubiera gustado algo más elaborado.

Veinte minutos después la puerta del departamento se abrió y Neji se encaminó a la cocina al ver que Tenten no se encontraba en la sala de estar. Por ir a las prisas se le había olvidado decirle que "estaba en su casa" o que se sintiera con la libertad de irse a la habitación vacía que tenía, por si se sentía cansada o algo parecido. Como era de suponer, la encontró en la cocina, lavando lo que deducía eran trastes sucios porque en el comedor descansaban dos platos con pasta y ensalada, acompañados de zumo de naranja.

Neji carraspeó al darse cuenta de que Tenten no lo había sentido entrar y la castaña se obligó a salirse de sus pensamientos.

—Perdona el atrevimiento —se disculpó colocando la sartén ahora limpia en el fregadero.— Me dijiste que podía preparar algo de comer si tenía hambre y no es que tenga mucho apetito, pero sentía que debía agradecerte de alguna manera el que aceptaras ayudarme y que lo hicieras también sin conocerme.

—Ya te conocía —respondió Neji, restándole importancia a lo del atrevimiento y lo demás.— Hinata de vez en cuando me habla de ti, ya sabes, cuando uno cuenta algo y sus vivencias casi siempre son con una persona en específico —Tenten lo miró con atención y Neji pasó a tomar asiento frente a la mesa, apartando su vista de ella.— Sabía quién eras físicamente porque me había mostrado una fotografía tuya hace tiempo y por eso te reconocí.

Tenten asintió con nerviosismo, nunca esperó que el Hyuga recordara las cosas que su prima le platicaba y mucho menos, que la reconociera a ella, Neji apuntó una pequeña toalla colgada de un aro de metal en la pared.

—Sécate las manos antes para que cenes, si quieres.

Tenten aceptó su sugerencia y secó sus manos para después sentarse frente a él, los dos inclinaron su cabeza ligeramente hacia el otro y comenzaron a cenar en silencio. Neji había olvidado lo que era cenar en compañía de alguien, habían pasado años desde que eso había sido así, tan íntimo, pues claro que cenaba cuando salía con sus amigos o con su familia, pero nunca en su departamento después de que su pasada relación terminara. Decidió romper el silencio al notar a Tenten incómoda, no quería sentir el ambiente tan denso ni un minuto más.

—¿Cómo te sientes ahora? —Neji sabía que tocar ese tema era algo difícil, pero también necesario y por eso se había ido por ello. Entrar en un estado de negación o tratar de hacer como que nada había ocurrido nunca era bueno porque te acumulaba el dolor, lo sabía él.

Tenten le dio un trago a su jugo y le correspondió queda.

—Me siento fatal —Tenten tuvo la necesidad de ser honesta, ya que más le quedaba, si Neji ya la había visto llorar casi a moco tendido.— La verdad no me esperaba algo así. Me resulta increíble que me haya visto la cara de estúpida y quién sabe por cuánto tiempo.

Neji notó en la voz de Tenten la decepción y también se dio cuenta de que a la chica se le había acabado de ir el poco apetito que tenía cuando involuntariamente retiró el plato con la cena de su alcance. El castaño se recargó en el respaldo de la silla y se cruzó de brazos, mirándola expectante.

DEBE DE SER AMOR. 『NEJITEN』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora