En el pasado II: Tahomaru Daigo

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Cuando rememoraba su infancia, el primer recuerdo que llegaba a su cabeza siempre era el mismo. Recordaba estar sentado en el suelo con sus manos fuertemente cerradas en puños, gruesas lagrimas resbalaban sin cesar por sus mejillas, a la par que dejaba salir de su garganta un estruendoso lloriqueo. Frente a él, su hermano mayor lo contemplaba con ojos distantes.

—¿Qué haces? —Le preguntó con una voz monótona. Desvío su vista hacia a un lado—¿Por qué gritas? ¿Por qué agua sale de tus ojos?

— Hermano, ¿acaso eres tonto o qué? —Se las arregló para responder entre sollozos—¡Estoy llorando! ¿¡Acaso no es obvio!?

—¿Llorando? —Repitió el mayor, sonaba en verdad como si no pudiera comprender nada—¿Por qué lloras?

Tahomaru hizo un bufido frustrado, formando en su cara un puchero antes de apuntar acusadoramente con su dedo índice. A unos cuantos metros de él, se encontraba su figura de acción favorita partida en dos. Los hipidos de su incesante llanto lo obligaron a tomarse unos segundos antes de explicar:

—Te presté mi juguete favorito. A pesar de eso, fuiste descuidado y lo rompiste... ¡Lo arruinaste!

Tahomaru esperaba que una vez dichas estas palabras, Hyakkimaru sería capaz de comprender su sentir y se disculparía, pero para confusión suya, no fue así. En lugar de hacer eso, su hermano mayor movió sus ojos del muñeco destrozado a él unas cuantas veces antes de dar la vuelta y alejarse sin agregar nada más.

—¡Hyakkimaru es cruel conmigo! ¡¡Mi hermano no me quiere!!

Gritó a modo de berrinche por no obtener la esperada disculpa antes de cubrir su rostro, comenzar a patalear y enseguida llorar con aun más fuerza. Ese grito fue el que finalmente terminó por alertar a su madre y hacer que presurosa llegara hasta ellos.

La hermosa mujer lo cobijó en un abrazo protector, le preguntó que sucedía. Tahomaru le explicó todo con lujo de detalles, lo suficientes como para hacerle ver lo injusto y cruel que Hyakkimaru fue con él.

Nui escuchó su relato con suma atención, al pequeño Tahomaru le pareció muy extraño notar como de a poco, los ojos caramelo de ella ensombrecían de preocupación. Ella dejó escapar un bajo suspiro antes de soltarlo y dirigirse hacia su primogénito.

La mujer trató de tomarlo de sus hombros para hacerlo caminar, cosa que no logró pues Hyakkimaru rechazaba el contacto a toda costa. A pesar de esto, se las arregló para hacerlo caminar de vuelta hasta donde el menor se encontraba.

—Panquecito—comenzó a decir la madre en un tono amoroso—, sé que lo que pasó fue un accidente, aun así, debes pedirle disculpas a tu hermano menor.

—¿Por qué? —Cuestionó Hyakkimaru con voz atona.

—Porque no fuiste cuidadoso y lo hiciste sentir triste, aunque no fuera esa tu intención.

Parecía que el mayor no podía comprender del todo bien la explicación de su madre, a pesar de esto, él siempre fue un niño obediente, razón por la cual acató las órdenes dadas.

Hyakkimaru se disculpó, pero el como lo hizo solo ocasionó que la tristeza de Tahomaru se viera desplazada por enojo. El niño de ojos caramelo le pidió disculpas con una voz tan indiferente, además fue incapaz de sostenerle la mirada. Esas acciones le dieron la impresión de que no fueron disculpas sinceras.

—¡Hyakkimaru es malo! ¡Mi hermano no me quiere!

—¡Tahomaru!

No pudo más con la mezcla de emociones que atacaron su pequeño corazón. Gritó esas palabras, después se dio la vuelta y se dirigió corriendo a su habitación para encerrarse. Aunque su madre lo llamaba e intentaba hacerlo salir, solo se sintió capaz de hacerlo hasta pasadas unas horas.

Blue Lullaby [Dororo AU]Where stories live. Discover now