33

6.8K 500 95
                                    

EN EL CAPÍTULO ANTERIOR...
-Muñeca, es mejor que corras porque esto se pondrá feo-de inmediato mi pulso comenzó a acelerarse y demasiado tarde me di cuenta de lo que estaba sucediendo. El hombre caminó a pasos rápidos hasta los arbustros de la entrada y de allí emergieron cinco hombres armados apuntando directamente hacia la mansión.

-Oh no...-dije antes de que elevasen sus armas y salir corriendo. Si no me hubiese movido en ese instante estoy segura de que estaría tirada en el piso y muerta.

Las balas comenzaron a salir y lo único que atiné fue correr hacia el cuarto de Marie, tendrían que pasar por sobre mi cadáver si venían por la pequeña, las balas comenzaban a entrar por la puerta de la mansión y sabía que el horror apenas había comenzado.

*

Corrí apenas tomando aliento una vez que llegué a las escaleras, los disparos continuaban y una bala cayó directamente sobre el escalón que segundos antes estaba pisando. No tuve tiempo para reaccionar, en mi mente mi único objetivo era proteger a Marie. Una vez que llegué al segundo piso con la mitad de mi corazón funcionando, Marie aparece por la puerta de su habitación con ojos asustados y su boca sellada por la sorpresa. Pongo uno de mis dedos al medio de mi boca para que guarde silencio y corro directamente hacia ella para tomarla entre mis brazos.

-Todo estará bien pequeña, debemos huir de aquí-lo dije con un hilo de voz y con un rostro impasible, en situaciones así debía mantener la cabeza fría y encargarme de que ambas salgamos vivas de esto.

Los disparos se habían detenido y sabía que algo no iba bien, pisadas comenzaban a entrar por la puerta principal... se nos estaba acabando el tiempo.

Corrí hacia el final del pasillo hacia el cuarto de invitados donde antes dormía. Dejé a Marie en la cama y cerré la puerta con un mueble detrás para que nadie pudiese entrar.

-Piensa Emma, piensa...-necesitaba un plan, decidí tomar aliento para calmarme. Una vez que recuperé cierto equilibro con mis dedos temblando agarré mi celular y llamé a la policía- Vengan...hay tiradores aquí, en la mansión de los Nizzari...

No logré terminar de hablar porque nuevamente los disparos comenzaron a sonar, Marie me observaba callada con sus ojos abiertos de par en par mientras yo paseaba de un lado a otro por la habitación pensando en cómo huir.

Me dirigí hacia la ventana que daba hacia el patio delantero y una luz de esperanza cruzó por mi cabeza.

-Marie, necesito que me ayudes a quitarle las sábanas a la cama...y todo lo que encuentres.

No tenía idea de si mi plan pudiese funcionar o no, pero sabía que al menos debía intentarlo. Marie y yo en menos de dos minutos habíamos sacado todo, comencé a amarrar cada sábana con otra para enlazar la y realizar una "cuerda" lo suficientemente firme para que al menos Marie pudiese usarla.

Los disparos continuaban y mis nervios no dejaban de aumentar, sabía que en cualquier momento la puerta podía sea atravesada por balas.

-Marie, afírmate de la sábana y comenzaré a bajarte con ella hasta el patio delantero, no te preocupes porque te voy a sostener con todas mis fuerzas pequeña...-Marie apenas lograba de entender mi plan pero no dudó en dejarse amarrar por mi "cuerda", al minuto siguiente le estaba ayudando a posicionarse para que sus pies tocasen el suelo lo antes posible. Pisadas comenzaron a oírse por fuera de la puerta, y mi corazón comenzaba a dejar de latir.

-Te comenzaré a bajar Marie, cuando toques el suelo debes ocultarte entre esos arbustos-le señalé con mi dedo hacia la izquierda y Marie asintió. Con una última mirada comencé a bajar a Marie rápidamente, soltaba cada ciertos segundos la cuerda de sábanas y luego de algunos segundos la pequeña tocó el suelo con sus pies y rápidamente corrió a ocultarse. 

Divina VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora