Divina Vida

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EN EL CAPÍTULO ANTERIOR
-Daremos hasta nuestro último aliento para que consiga lo que quiere señor, no por nada lo hemos apoyado desde las sombras durante años-Beatriz había hablado y todos los presentes tenían sus ojos puestos en ella-crea en mí y en mi devoción hacia usted, no habrá lugar a más fallos, conseguiremos vengar a su querido hermano y gran amigo de todos nosotros, le doy mi palabra.

La firmeza y la decisión en su voz hizo que el Jefe encogiera sus hombros por primera vez, algo de su rabia se había disipado pero sus ojos echaban chispas.

-Decidiré creerte Beatriz, pero si fallas esta vez no habrá perdón y tendrás que pagar las consecuencias.

-Lo sé señor y lo acepto- nadie se dio cuenta que Beatriz apenas contenía el aliento, se había sentenciado a su muerte, si no lograba cumplir lo que quería su Jefe el señor J.P Asca.

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P.O.V Jeanne

El día que ansiaba estaba por llegar, Emma no escapaba de mi mente y mis ansias los últimos días habían aumentado con creces. Emma estaba cada minuto del día acompañado mi cabeza y ya hace un tiempo que había dejado quedarse ahí, porque por más que quisiese quitarla de mi cabeza no podía hacerlo. Mis miedos al compromiso y el amor se habían apaciguado y de vez en cuando imaginaba mi mente una vida junto a Emma, nunca se lo dije porque quería esperar el momento adecuado... pero ese momento nunca llegó.

-Jeanne...-la voz de mi asistente al otro lado de la línea me dejaba en claro que no habían buenas noticias- toma asiento porque lo que te diré va a hacer...

-Dímelo-dije con voz fría y quizás un tanto dura.

-La mansión fue atacada por personas desconocidas que acribillaron con disparos, Marie y Emma lograron huir pero hubo un tiroteo y a Emma le llegó un disparo, ahora la llevan trasladando de urgencias al hospital mas cercano...

Llegado a cierto punto dejé de escuchar lo que Gabi decía al otro lado de la línea, mi cabeza y corazón se habían paralizado, comencé a marearme y una sensación de desesperación comenzaba a aflorar por cada poro de mi piel.

-Gabi escúchame-dije aún perdida en mil pensamientos- necesito que compres un boleto de avión para ahora mismo, no me importa la aerolínea, necesito un maldito avión que parta hacia la cuidad. Quiero que vayas personalmente a ver tanto a Marie y Emma, debes dejar un guardaespaldas a ambas, en especial a Emma, quiero dos guardaespaldas- decir su voz en alto me causaba un mar de sentimientos incontrolables, pero no podía dejarme caer ahora, necesitaba pensar con la cabeza fría y llegar por cualquier medio a ver a dos de las mujeres mas importantes de mi vida.

Los minutos pasaban eternos esperando al avión, cada maldito segundo mi mente se imaginaba escenarios demasiado trágicos como para poder procesarlo, Emma y Marie no salían de mi cabeza, ambas estaban clavadas a fuego vivo en mi mente la última vez que las vi, antes de este maldito viaje de negocios. Mientras los pasajeros comenzaban a tomar sus cosas corrí sin pensarlo hasta la entrada y agarré mi asiento en un tiempo récord. Comencé a respirar demasiado rápido y mi corazón comenzó a acelerarse, una sensación amarga y parecida a tener un ataque de pánico, dejé que mis pulmones aspiraran todo el aire que sentía que perdía, de pronto respirar me resultó demasiado complejo pero mantuve mi mente en calma e intenté volver en mi, no podía ganarme la desesperación y menos en este momento, estaba luchando conmigo misma para quitar de mi cabeza el terror que sentía la posibilidad de llegar y que ambas estuviesen muertas, porque si, estuvieron a punto de estarlo. La cruda realidad me hacían querer quitarme mi cabeza y sus pensamientos, estaba en una verdadera lucha contra mi.