Nola y yo estamos en el césped del campus de la Facultad de Filosofía, en la Universidad Sarapapio de Aguís (nombre que no termina de parecerme serio). Habíamos ido allí para que ella se despejase tras lo ocurrido en la broma al decano, que no parecía estar tan maldito después de todo, porque seguro que iba a sobrevivir. Al no ser que la maldición consista precisamente en seguir vivo, quizá porque le pasarán cosas aún más terribles en lo que le queda de vida, como tener que ver la película Cats, o tal vez porque en verdad prefería estar muerto, el muy vago. Sea lo que sea, no importa, porque Nola y yo estamos hablando.
—Y esa es la historia del Dios Narrador.
—Muy interesante —me contesta Nola, como no podía ser de otra forma, ya que...
—Es lo que tienen los hechos reales, que resultan interesantes. —Uf, qué gusto me da empezar una frase en la narración y acabarla yo mismo en el diálogo.
—Entonces, si no he entendido mal, el origen de todo es el Dios Narrador empezando a hablar. O sea, ese chico de allí que acaba de lanzar el frisbee —Nola señala a unos chicos que, efectivamente, jugaban con un frisbee—, ¿sería el Dios Narrador diciendo que el chico lanza el frisbee?
—¡Exacto! —respondo yo, aparentemente demasiado excitado, pero no es debido a que sea una de las primeras veces que se interesan por el Dios Narrador, porque la mayoría de la gente se interesa o cree en él, os lo juro. Es solo que esta vez se ha interesado Nola.
—Pues dile al Dios Narrador que innove un poco,
—¿Y eso?
—Porque ya hemos visto mil veces a chavales jugando al frisbee con sus colegas de clase en las películas universitarias americanas. Solo falta que ahora uno de ellos tire desviado el disco, golpee "inesperadamente" a una chica y que, al ir a recogerlo, comience un amor bastante superficial entre ellos. Finalmente, por su puesto, romperán y el chico volverá con sus colegas.
De repente, en ese mismo instante, a Nola le cae un frisbee entre las piernas, y se queda con cara de "¿esto es casualidad o me voy a ver obligada a salir con el chaval del frisbee?". Entonces llega el chico a rescatar el frisbee y sus ojos y los de Nola se cruzan, manteniéndose la mirada durante un tiempo excesivamente largo para unos simples desconocidos.
—¡Pírate de aquí! —grito a la vez que empujo levemente al loco del frisbee, cojo su juguetito y lo lanzo hacia su lugar de origen—. ¡Y ya que estás, coge a tu secta del frisbee y largaos cagando leches a donde no molestéis! —continúo gritando, mientras los obsesos del disco huyen, que, a juzgar por la humedad del césped, diría que lo hacen llorando—. ¡Con suerte quizá encontréis trabajo tirando el plato en competiciones de tiro al plato!
—A ver, tampoco ha sido para tanto, ni siquiera me ha hecho daño, no hacía falta darle un codazo. ¡Perdonad, chicos! —exclama Nola mirando en dirección a la vía de escape de los futuros lanza platos del Club de Caza Tío Juan.
—Sí, puede que tengas razón, aunque no diría que le he dado un codazo, más bien ha sido empujoncillo, una leve interacción física. Además, es que estoy harto de que siempre estén por aquí fastidiando. —Y tampoco iba a dejar que el loco ese del frisbee me cortara mi conversación con Nola—. Y también pienso que alguien tenía que decirles las cosas claras para que espabilen en la vida. Digamos que, si la vida fuera una partida de strip poker, ellos la estarían jugando vestidos solo con un mono. —"Mono" referido a la ropa, no al animal... Esta acotación creo que no era necesaria, ya que era evidente, pero, bueno, para los menos avispados.
—Hombre, míralo por el lado bueno, al final el Dios Narrador no me ha obligado a enrollarme con el chico.
—Ya, menos mal, por un momento pareció que lo que mencionaste de las películas universitarias americanas se iba a cumplir, como si fueras tú el Dios Narrador.

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Relación de Armóh (completo ✔️)
Romance(Se tarda 1 hora y media aprox. en leer la parte 1) El tiempo ha avanzado y ha habido cambios, como una nueva red social llamada Netdeo o que ahora Harry Potter forma parte de Los Avengers. Aunque hay cosas que no cambian, sigue habiendo personas qu...