ᴍᴏᴏɴ'ꜱ ᴄʜɪʟᴅ ➷ ᵐⁱⁿˢᵘⁿᵍ

𝟬𝟮

Jisung despertó con la luz del día que se colaba por su tienda, se desperezó y peinando sus alborotados cabellos, salió de la pequeña tienda.

—Buenos días Jisung.— Habló Jungsu. — SooYoung se fue al mercado por un poco de alimento. Me pidió que te diera tu tarea de hoy.

—Claro, ¿Cuál es?. —Respondió alegremente, pues le encantaba ayudar.

—Lavar la ropa. Changbin te ayudará.— Dijo caminando hacia el bosque. —Yo iré por un poco de leña.

La caravana era pequeña, después de la masacre que enfrentaron en las tierras bajas, había pocos sobrevivientes, que por suerte lograron escapar.

[🐿.🐰]

Tendió la ropa en la cuerda que SungJae, el alfa de SooYoung, había instalado cerca de la tienda de alimentos, donde almacenaban los granos y carnes que conseguían en el mercado.

Colocó una de las faldas amarillas de Madamme Tasarla, y llevó la canasta vacía a la tienda, luego se dirigió a donde Changbin aun colgaba unas cuantas prendas.

— ¿Terminaste? —Jisung sonrió. Pero Changbin no contestó.

— ¿Por qué eres así hyung? —Changbin le miró y volvió a su tarea. —Intento ser amigos.

—No estoy interesado.

El omega agachó la cabeza, le dolió escuchar esas palabras.

A lo lejos vio como su amigo Kangdae, el hijo de SooYoung y SungJae, un alfa imponente, venía apresurado con libros en su mano.

— ¡Kangdae! ¿Trajiste algo interesante? —El nombrado asintió con la cabeza y le entregó los libros que llevaba bajo el brazo.

Kangdae era dos años mayor que él, pero tenía espíritu joven. Como el de un niño.

—Para que estudies. —Dijo sonriendo. —Compártelos con Changbin.

Jisung sonrió con pesar y asintió mientras veía como Kangdae se alejaba.

Fue hasta su tienda observando todo, eran tres libros, "Guerra y paz", "Hamley" y "Cosmos".

Se sentó sobre la improvisada cama de paja, cubierta por una frazada de lana y comenzó a leer el primero.

[🐿.🐰]

Cuando llegó la noche, Jisung ya había leído todo el libro de "Cosmos", salió de la tienda y miró el cielo estrellado.

Quería colocar en práctica lo que había aprendido del libro. Comenzó a buscar las constelaciones y fue ahí que sus pies se movieron, como si alguna fuerza mayor le obligara a caminar.

Cada vez se adentraba más al corazón del bosque, alejándose del campamento.

Por alguna razón sentía que algo le llamaba, haciéndole dirigirse hacia el claro y quedándose estático, observando, esperando algo.

O alguien.

Sintió un peso tirarlo al suelo, era una persona, lo había acorralado contra el césped.

El omega abrió los ojos, no podía creerlo, piel pálida, cabellos plateados, ojos grises y el detalle más importante, unos colmillos amenazando con perforar su piel.

Jisung nunca creyó en vampiros. Creía en todas las criaturas menos en esa.

Se preguntó por qué jamás prestó atención a las ancianas de su manada cuando advertían sobre seres como esos.

El enemigo natural de los lobos, según las leyendas.

— ¿Qué hace un lindo omega caminando solo por el bosque?, no importa, igual serás mi cena.

— ¡Por favor! No me hagas daño, aún no he realizado mi sueño.

El vampiro se sorprendió. ¿Sueño? ¿Él tenía sueños?

—¿No tiene sueños señor vampiro?

—No.

El pálido se acercó más a la yugular del omega, pensando en drenarlo por completo. Se veía muy apetitoso.

Jisung cerró los ojos, murmuraba miles de ruegos pidiendo piedad, lleno de pánico le rezaba a la luna, pero en vez de colmillos, sintió como la nariz de su agresor le rozaba el cuello; le estaba olfateando, como lo haría cualquier alfa de su especie.

El vampiro suspiró, ese aroma era encantador. Su sangre olía deliciosa.

—Bien, te llevaré conmigo pequeño omega. —Dictó sonriendo ampliamente.