𝟬𝟰

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Minho reaccionó golpeando fuertemente al peli naranja, y tomó de nuevo a Jisung, con gran velocidad le colocó el brazalete que le había comprado a un mago, él le había asegurado que impediría que alguien se acercara a unos cuantos metros de distancia al portador, como un amuleto de protección. Y aunque al comprarlo no había planeado colocarlo en el chico frente suyo, se decidió que esa era la mejor forma de mantener a sus hermanos bien lejos de su presa.

Con cuidado inconsciente le tomó de la mejilla y miró el cuello, justo ahí se encontraba un pequeño rastro de sangre, después de todo Jeongin si alcanzó a morderle, no había sido lo suficientemente rápido.

Lamió la sangre sobre la piel sudada, sacando un pequeño gemido al omega.

Miro fríamente, como si pudiera lanzar dagas con sus ojos, al vampiro que se encontraba lamiéndose los labios, extasiado.

Y entonces creció en él una cólera que de pronto sentía como algo en su interior rasgaba sus entrañas, como pidiendo salir.

-Tranquilo perro rabioso, agradece que lo dejé vivo. Porque está delicioso. -Jeongin soltó una carcajada, y miró a Jisung. Este tembló, y se escondió detrás del peli plateado.

Minho sintió como sus uñas crecían, y horrorizado de esto retrocedió, hasta chocar con el omega, quien le miró y le olfateo. Encantado con el olor, se acercó al cuello del vampiro, y pasó su nariz por la curvatura del mismo. Por otro lado, el vampiro se encontraba congelado.

Todo era nuevo para él, sentir su cuello siendo acariciado por la nariz del omega, le mandaba escalofríos a su cuerpo, sentía unas pulsaciones rodearle la cadera y atraerlo hasta pegar por completo sus cuerpos, una necesidad descabellada la que estaba sintiendo, de morderlo, pero no con el fin de saciar su sed, sino algo más, algo que no entendía. ¿Qué le estaba sucediendo?

-Veo que el omega ya tiene confianza, deben conocerse de hace mucho. Lee eres todo un travieso, lo estabas escondiendo de nosotros. -El vampiro soltó otra gran carcajada. -Bien, dejaré que se sigan impregnando tranquilamente, parece que el chico no te dejará por un buen tiempo. Que suerte tienes.

Jeongin desapareció del panorama. Minho dejó de contenerse y posó las manos en las caderas del omega, acarició lentamente y hundió su cabeza en su cuello, lo lamió, subió hasta su oreja y la mordisqueó suavemente, mientras sentía al omega tensarse y hacer pequeños ruiditos.

-Hueles tan delicioso que quisiera mhm...te deseo tanto. -Soltó totalmente abrumado. El olor a bosque y lluvia entraba por su nariz, casi adormeciéndolo.

Siguió aspirando el aroma que el omega expedía, sintiendo aun la nariz contraria en su cuello, no entendía qué estaba pasando pero era como si se moviera inconscientemente, como ese día cuando estaba cazando a un oso y terminó caminando hacia ese claro, sin saber bien el porqué de su repentino comportamiento.

-Alfa.- Minho sintió algo en su interior revolverse, como si algo dentro de él estuviese saltando de emoción. Cerró los ojos intentando borrar lo que sentía, pero por un instante logró ver en un rincón, un lobo agazapado con las orejas paradas y la lengua afuera, como se ve a un perro emocionado cada vez que su dueño llega a casa.

Intentó avanzar, el perro movió la cola y se levantó por completo, aun sentía miedo, eso nunca le había pasado. Pero ahí estaba, suponía que eso significaba que tenía parte lobo, aunque sonara absurdo.

Cuando le acarició, sintió todo su cuerpo tensarse y doblarse, escucho huesos crujir y al instante que abrió los ojos, vio la cara de sorpresa del omega, olfateo el aire, sintiéndose mareado con ese olor peculiar que le llagaba, era el mismo aroma a bosque y lluvia pero intensificado por mil. Miró sus manos, pero en su lugar encontró patas, peludas y grises.

-¡Eres un lobo!. -Gritó el omega. ¿Él era un lobo? ¿Cómo podía ser eso posible? ¿Un hibrido de lobo y vampiro? ¿Qué clase de chiste era ese?

No lo soy. ¡Soy un vampiro aterrador!

Sintió de pronto caricias en su cabeza, luego tras sus orejas y no podía negarse que se sentía bien. Quería más de ese contacto, por lo que acercó más su cabeza, y comenzó a restregarla en la palma de la mano que le acariciaba.

-No puede ser. -Escuchó ese susurro, y por un segundo se asustó, reconoció esa voz. Era su padre.

Las caricias sobre su pelaje pararon, y encarando al hombre vio su semblante serio, y frio. Como siempre.

Su padre no acostumbraba a sonreír mucho, era una persona muy seria, en cambio sus hermanos, se la pasaban riéndose de la vida porque todo les parecía divertido, para ellos todo era un juego de niños.

Se acercó y levantó la cabeza, sintió como el hombre dio un paso y su instinto le llevó a pararse frente al omega y adoptar una postura alerta, listo por si tenía que lanzarse.

-Veo que defiendes al pequeño omega. ¿Es tu pareja Minho?. -Soltó un gruñido bajo, y miró hacia atrás, divisó su rostro perplejo y lleno de miedo. -No le haré daño. Sabía que este día llegaría, pero realmente esperaba que sucediera después de que cumplieras la mayoría de edad.

Minho tenía muchas preguntas en su cabeza, pero saber que se podía trasformar en lobo respondió una por las cuales trajo al omega a su hogar, el por qué no podía beber su sangre.

Su padre se acercó más, afirmó un paso con un leve gruñido, él sonrió burlón y retrocedió.

-Ya, vuelve a tu forma humana, necesitamos hablar.

Caminó hacia la puerta y se detuvo.

-Te esperaré en los jardines traseros, te veo al alba.

El omega cayó sobre el sofá, después de un minuto, soltó todo el aire que retuvo en presencia del vampiro mayor, de pronto sintió un peso en su regazo. Bajó la cabeza viendo como el lobo plateado recostaba su cabeza sobre él, y cerraba los ojos.

Por un segundo sintió miedo de tocarle de nuevo, se veía tan pacifico que le aterrorizaba pensar que el tacto le perturbara, pero al hacerlo con mucha calma y delicadeza, solo escuchó pequeños gruñidos que a su parecer parecían más de satisfacción que de amenaza, así que continuó con el toque. Su pelaje era suave, lindo. Sintió como le llenaba la emoción de saber que era de su especie, que quizás no fuera tan extraño y prohibido ese sentimiento que ahora comenzaba a crecer en su interior.

















ᴍᴏᴏɴ'ꜱ ᴄʜɪʟᴅ ➷ ᵐⁱⁿˢᵘⁿᵍOnde histórias criam vida. Descubra agora