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Los nervios se habian apoderado de mi cuerpo los ultimos tres días. Sentía que las pulsaciones que realizaba mi corazón provocarían que se saliera de lugar desde el día que recibí aquel correo.

Hoy luego de una semana y un poco mas calmada me encontraba en un avión rumbo a la ciudad de Londres en busqueda de lo que tanto soñé. Aunque lo que no sabía es que en este viaje terminaría encontrando mucho mas de lo que alguna vez había imaginado.

Decidí colocar mi vista fija en la ventanilla del avión para tratar de calmar las cosas que se pasaban por mi mente. ¿Y si fallaba? ¿Y si no estaba a la altura? ¿ Y si hacia las cosas mal?

Miedo al fracaso, dudas, incertidumbre eran las palabras que podían definirme en este momento.

Tomo de la pequeña mochila mi gran agenda. Comienzo a hojearla hasta encontrar el papel que buscaba. Aquel que cada vez que lo leía me daba un pequeño empujoncito para seguir adelante.

"Te dejo el trebol de la suerte. Todo va a salir muy bien. Te amo. Besitos"

Esas palabras me hacían sentirla mas cerca, aunque el estar volando entre las nubes era lo mas cercano a lo que podía llegar a estar luego de dos años de su ausencia.

La turbulencia seguido al impacto del avión con tierra hicieron que mis pensamientos se detuvieran, al menos por un instante, para que esa bola de nervios se formara nuevamente en la boca de mi estómago.

Mis pies tocaron el suelo Londinense por primera y no me podía sentir tan feliz. Y es algo controversial escuchar a una  Argentina decir esto, pero me sentía como en casa. Si bien amaba mi país, siempre supe que mi lugar en el mundo sería este, aunque sea momentaneamente.

Con las maletas en mano voy de camino  a la salida para encontrarme con un señor que me esperaba con un cartel que decía mi nombre. Guardo mis maletas en el taxi, el cual emprende camino hasta el departamento en el que viviría estos meses.

El mismo era bastante sensillo, limpio y blanco y a mi me encantaba el blanco. Recorro cada parte de el observando cada detalle e imaginando como podría llegar a quedar cuando lo empezara a decorar.

"Mas despacio vaquera" me dice mi conciencia haciendome bajar de un hondaso a la realidad.

Luego de haber acomodado gran parte de lo que traía en la maleta me detengo debido a los golpes que escuchaba contra la puerta de entrada. Al abrirla me encuentro con una chica morocha, de baja estatura la cual se presenta como Janell.

Al instante pude reconocer un acento particular en su voz indicandome que no era de aqui. La invité a pasar estuvimos charlando un largo rato, tanto así que me acompañó a recorrer la zona y poder comprar algunas cosas que necesitaba. En todo ese rato me contó que era Mexicana, lo cual era genial ya que tenia con quien hablar español, que amaba el café con locura y que su pasión o mas bien por lo que estaba acá era el ballet.

Obviamente no faltó oportunidad para contarle de mis cosas, aspiraciones y gustos personales.

Ella se ofreció a cenar conmigo y estaba mas que agradecida ya que me hacia sentir mas a gusto en esta primer noche sola en Londres.
No estuvimos mucho tiempo ya que yo me encontraba bastante cansada y necesitaba prepararme física y mentalmente para el siguiente día.

La luz del sol ingresando de lleno por la ventana me hizo levantar inmediatamente.

"Tendré que comprar una cortina" Pensé para mis adentros.

Preparé un rico y potente desayuno, mientras navegaba por mis redes cual diario informativo. Una vez satisfecha me dí una ducha bastante rapida para luego de unos minutos encontrarme frente al espejo observandome.

La fórmula del amor | F1shots (Editando)Where stories live. Discover now