9

5.1K 127 32
                                    

"No por favor!!" – Grité bien fuerte al mismo tiempo que sentía como me llevaban a la fuerza hasta entrar en una habitación.

Me aferré al marco de la puerta haciendo fuerza hasta sentir que mis dedos ardían, pero fue imposible sostenerme, ya que los dos hombres que jalaban mi cuerpo tenían el doble de fuerza que yo.

La imagen de mi ex suegro dándole dinero de forma disimulada al doctor hizo que la bronca se apoderara de mi cuerpo al mismo tiempo que las lagrimas caían sin cesar por alrededor de mi rostro.

Seguí luchando para intentar zafarme pero todos los movimientos que realizaba eran en vano, por lo que lo único que me quedaba era gritar.

"SIEMPRE TE IMPORTÓ BIEN POCO TU HIJO!"- Grité bien alto haciendo que este se girara en mi dirección.

"AÚN A PESAR DE LOS AÑOS LE SEGUIS HACIENDO DAÑO" –Continue escupiendo sin importar más nada a medida que veía como este se acercaba hasta mí.

"BASURA SOS UNA BASURA"- Me liberé de esas palabras que todo este tiempo había contenido por respeto hacia mi novio....corrección ex novio.

Y en ese instante pude sentir como él golpeaba mi rostro a mano abierta haciendome callar, provocando que toda mi mejilla ardiera, pero ese dolor no se comparaba con el que estaba sintiendo mi alma.

"Esto nunca pasó muchachos" – Dijo colocando dinero en los bolsillos de los enfermeros.

"Siempre supe que serías un problema" – Dijo escupiendo en el piso hacia mi dirección para acto seguido darse la vuelta cerrando la puerta a su paso, no sin antes mirarme con una sonrisa burlesca en su rostro.

Cuando sentí el ruido de la misma cerrarse, continué luchando entregándo mi cuerpo y alma por su vida, pero nada de eso alcanzó y lo último que recuerdo era como me habían tenido que atar a esa camilla, mientras sentía un gran pinchazo en mi brazo izquierdo haciendo que el cansancio se apoderara de mí y consigo la oscuridad.

Mi cuerpo estaba relajado, siendo esa la siesta más placentera de toda mi vida. Empiezo poco a poco a abrir los ojos a medida que los mismos intentaban descifrar la imagen que ellos estaban captando, hasta que en mi campo de visión se me atraviesa un hombre vestido de blanco, el cual movía su boca mientras yo trataba de descifrar lo que intentaba decirme.

"June, soy Marcos bienvenida" – Dijo con su dulce voz.

Yo intenté sonreir, pero esa sonrisa fugaz se borró completamente al empezar a recordar donde estaba realmente y quien era la persona que tenía delante mío.

Como acto reflejo llevé ambas manos hacia mi abdomen mientras que una lagrima se escapó de mis ojos. Mi pecho comenzó a subir y bajar rápidamente a medida que la bronca e impotencia se apoderaban una vez más de mi cuerpo.

Y así sin pensarlo más el instinto que me caracterizaba se me puso a flor de piel y reaccioné tratando de quitar de alguna forma todo el dolor de mi alma.

En un rápido movimiento moví mis piernas golpeando al médico haciendo que este cayera hacía atrás contra el piso, llevándose consigo el catéter que tenía inyectado en mi brazo.

El liquido comenzó a desparramarse por el lugar haciendo que al bajarme de la cama me resbalara.

Corrí rápidamente hacia la puerta zafándome de su agarre, y cuando creí que todo esta pesadilla estaba llegando a su fín, la puerta se abrió dándole lugar a los enfermeros quienes me tomaron nuevamente uno de cada lado haciendo que mis pies pierdan contacto con el suelo.

La fórmula del amor | F1shots (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora