Capítulo 12 "La sombra del pasado"

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Grupo Lactos 5:00 pm

Bárbara retomó sus actividades en la empresa como lo había pensado, de repente recodo que en su bolso tenía la carpeta que Artemio le había dado esa mañana, sigilosamente salió de su oficina, hasta llegar a la oficina de Gonzalo, abrió le lentamente la puerta para después entrar y cerrar con la misma cautela, tenía el campo totalmente libre, así que se dirigió hacia la pila de folders que tenía Gonzalo sobre su escritorio y dejo aquel folder en segundo lugar de arriba hacia abajo.

Cuando estaba por darse la vuelta para salir, algo llamo su atención, había un pequeño sobre en el mueble dónde Gonzalo tenía las fotos familiares, camino directamente hasta aquel sitio, agarro el sobre y pudo ver qué estaba abierto, así que sacó el contenido, y quedó sorprendida al ver en el, los resultados de los últimos estudios que se había realizado Gonzalo, nada de lo que veía allí era favorable.

*Bueno, al menos si te mueres Gonzalo, no me sentiré culpable, solo te estoy dando una pequeña ayuda*   pensó para sí, mientras volvía a meter los documentos dentro del sobre y volvía a dejarlo como lo había encontrado, para no levantar sospechas.

Salió de la oficina de Gonzalo, con una tranquilidad, como si nada hubiera pasado, en el camino se encontró justamente con él.

-Mi alma, ¿Dónde estabas? - preguntó al verla.

-Fui a buscarte a tu oficina, pero como ví que no estabas, venía de regreso a la mía - respondió como si nada le preocupara.

-Perdóname, no te avise que saldría un momento, pero aquí me tienes, ¿Vamos a tu oficina? - añadió tiernamente.

-No era nada importante vida, pero si quieres, vamos, de todas maneras, estoy terminando unos pendientes - sonrió ocultando la serie de pensamientos de alegría, que le provocaba saber que pronto podría deshacerse de Gonzalo, ya solo tendría que acabar con Artemio y sería finalmente libre.

-Mejor nos vemos a las 8:00 p.m. para ir a cenar ¿Te parece? Así no te atraso con tus pendientes - Respondió generosamente Gonzalo.

-Me gusta más la idea - sonrió y le dió un beso fugaz en los labios, casi por instinto.

Bárbara volvió a su oficina, sentía una dicha, que a ratos le provocaba culpa, por alegrarse de la desgracia de su propio esposo, era como si pudiera ver un futuro prometedor a lado de Franco, teniendo la vida que nunca había tenido, esa felicidad que le había sido arrebatada desde el primer segundo en que llegó a este mundo.

Hacienda de Franco 7:00 p.m.

Franco paso el resto del día pensando en lo hermoso que sentía ser amado con la misma intensidad con la que él la amaba, le preocupaba aquello que desconocía de Bárbara, era como caminar a ciegas en una habitación oscura con miles de obstáculos, donde los tropiezos son más que inevitables.

Deseaba poder conocer a aquel ser que tanto daño le había provocado a Bárbara, para hacerle pagar todas las desgracias que indirectamente también le habían provocado a él.

De repente sintió un coraje inexplicable, que le recorría cada parte del cuerpo, y mientras evocaba el recuerdo de aquella Bárbara débil y desprotegida, se le oprimía el corazón, desea ser aquel héroe que la salvará y le evitara todo tipo de sufrimiento, pero sabía bien que, ella no quería que fuese eso en su vida, sabía de sobra que ella solo necesitaba un refugio, pero a la vez no iba a permitir ponerlo en peligro.

Por otra parte, sentía la necesidad de cortarle la verdad sobre su identidad, pero tenía miedo a lo que pudiera pasar, sin embargo, no podía seguir adelante con esa relación, mientras le mentía.

¡Admito que te amo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora