[¤ 𝐃𝐚𝐧𝐠𝐞𝐫𝐨𝐮𝐬 𝐥𝐨𝐯𝐞 ¤] •𝐌𝐢𝐤𝐞𝐲 𝐘 𝐓ú•

~¤ ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 9 ¤~

[...]

Estaba por irme a casa cuando mis amigas me invitaron a salir.

- ¿Hoy estas libre? - Pregunto una de ellas.

- Si, ¿Por qué?

- ¡Vamos a una heladería!

- ¿Una heladería?

- Si, dicen que sus helados están deliciosos, ¿Quieres venir?

- Claro.

Entonces las tres comenzamos a caminar hacia aquella heladería que por suerte no estaba muy lejos de la escuela, durante el camino sentí un silencio muy incómodo.

- ¿Sucede algo? - Pregunte.

- ¿Por qué lo dices? - Contesto una de mis amigas.

- Las noto muy extrañas, ¿Hay algo que quieran decir?

- A decir verdad, hay algo que quisiéramos preguntarte.

- Las escucho.

- ¿Estas saliendo con alguien?

- ¿A qué viene esa pregunta?.

- Últimamente hemos visto que un chico vine por ti.

- Ah él, no para nada es solo un amigo mío.

- Menos mal, eso nos tranquiliza, aunque sea un poco.

- ¿De que hablan?

- Bueno es que su apariencia...

- Solo digamos que su apariencia da mucho miedo. - Complemento la otra.

- ¿Miedo?

- Si, pensamos que estabas en problemas o algo así, pero vemos que no es así.

- Pero aun así será mejor que te alejes de él.

- ¿Eh?

- Ellos no son como nosotras, ellos son personas violentas y sin clase.

- ¿De que hablan?

- Es verdad, tal solo míranos y míralos a ellos. Tu estas acostumbrada a una vida de lujos y el a una vida violenta.

- ¿Eso que tiene que ver?

- Solo piénsalo, son de mundos diferentes. Te decimos esto porque te queremos y queremos que estés sana y salva.

- Entiendo su preocupación, pero nada malo me pasara; él nunca me haría algo que me lastimara.

- Eso esperamos.

En el presente...

En algún departamento de Tokio se encontraba un Sano Manjiro mirando la ciudad.

- Se ve aun más hermosa de noche. - Dijo sin dejar de mirar la cuidad.

- Mikey...

Una chica con cabello rubio y largo apareció con un aspecto somnoliento.

- Mi princesa. - Dijo mientras le daba un beso en la frente.

- ¿Qué haces?

- Veo la cuidad. - Hablo mientras la abrazaba.

- Es muy hermosa y más de noche.

- Pero es igual de peligrosa.

Ambos permanecieron en silencio algunos segundos.

- Hace mucho que no escuchaba a alguien llamarme Mikey.

- Lo sé, pero es una mala costumbre de adapte.