30. Casa de seguridad

1K 114 18
                                    

*T/n*

Tenía rato que había llegado a una casa en medio del bosque y más rústica a comparación de la moderna casa de Conan
Di un pequeño tour por la casa, entre a una de las habitaciones en dónde había un balcón. Abrí las puertas de dicho balcón y la vista era hermosa. Al mirar hacia abajo pude ver a varios guardias, no tantos como en casa de Conan pero si a varios.
Baje a la cocina por un vaso de agua, los nervios de no saber que pasa hacían que se me secara la garganta. Me dirigí a la parte de atrás de la casa. Había un lindo jardín, con una fuente y una mesa con sillas y una sombrilla.
Al fijarme bien me di cuenta que los guardias ya no estaban. No tome importancia y me senté en una de las sillas hasta que segundos después uno de los guardias cayó en la fuente destrozándola.
*Mierda, ahora que está pasando?* pensé
Me dirigí rápidamente a la parte frontal de la casa y pude encontrarme con Gojo y Sukuna

– Hey, que hacen aquí? -pregunte aliviada-

– T/n, estás bien -dijo Sukuna acercándose a mi y abrazándome- Estaba muy preocupado -susurro-

– Te extrañe mucho -dije en voz baja-

– Me da gusto ver qué estás bien -dijo Gojo contento-

– Gracias pero no entiendo, como es que llegaron aquí -pregunte confundida-

– El nos trajo hasta aquí -dijo Sukuna haciéndose a un lado para dejarme ver a quien estaba atrás de ellos-

Cuando Sukuna se hizo a un lado pude ver de quién se trataba.

– Zhongli -murmure-

No entiendo cómo es que el estaba con ellos pero no me importaba, el mató a mi madre por lo tanto tenía que pagar

– Pasa algo t/n? -pregunto Sukuna intrigado-

– Alejate de mi -dije dando unos pasos hacia atrás- No sé porque estan con el pero alejense de mi

– Pero que pasa? No entiendo -dijo Sukuna confundido-

– Te mataré -dije mirando a Zhongli-

– Deberías calmarte t/n, hay que hablar -dijo Gojo-

– No, el la mato -dije extendiendo mi mano a un lado-

– No sé de que estás hablando t/n, pero primero déjame explicarte

– No necesito explicaciones, necesito deshacerme de ti cuanto antes -dije mientras en mi mano se formaba una esfera color morado con negro, estaba dispuesta a atacarlo cueste lo que cueste-

– Por favor escúchame -dijo Zhongli- Christian está en camino, deja que el arregle todo esto

– Christian? Al idiota que ayudaste a matarla -dije molesta- No te preocupes, el terminara igual que tú

Estaba apunto de lanzarle mi ataque pero alguien se puso en medio

– Por favor t/n, tienes que escucharlo -dijo Sukuna parándose varios pasos frente a mi-

– Lo estás defendiendo? -pregunte sorprendida-

– No sé que te hayan dicho, pero tienes que calmarte -dijo Sukuna alzando la voz- Confía en mi

– Me estás traicionando -dije haciendo más grande el ataque que tenía en mi mano apunto de lanzarle-

– No te estoy traicionando, solo quiero que hablemos primero y si después de escucharme sigues pensando que quieres matarlo no me entrometere -dijo Sukuna sin quitarse de en medio-

– Hazte a un lado Sukuna -dije firme-

– No -dijo igual de firme-

– Por favor, no quiero hacerte daño -dije mientras mis ojos se llenaban de lagrimas-

En serio no quería hacerle daño, es la persona que amo y verlo después de tantos días hizo que mi corazon latiera muy rápido y me sintiera feliz y calmada pero no entiendo porque lo defiende.
Porque me hace esto?

– Hazte a un lado Sukuna, por favor -dijo Zhongli calmado-

– Pero...

– Si eso es lo que ella quiere, está bien -dijo Zhongli interrumpiendo a Sukuna-

– Está bien -dijo Sukuna dando unos pasos a un lado-

Porque mierda le hacía caso a el...
Primero lo odiaba y ahora hasta le hace caso
Que mierda está pasando?!

– Aquí me tienes, has lo que quieras conmigo si eso te hace sentir mejor -dijo Zhongli parándose firme-

– Perfecto... -dije contenta-

Arroje el poder que ya tenía en mi mano hacia el pero justo antes de que lo tocará, Gojo se puso enfrente deteniendo el ataque por completo.

– Tu también -dije confundida-

– Porque ibas a dejar que ella te matará? -le pregunto Gojo a Zhongli-

– Si dejo que ella me ataque, se calmara y los escuchara a ustedes. Lo que menos tenemos ahora es tiempo -dijo Zhongli- Ellos no deben tardar en llegar

– Ya veo... Pero lo mejor es solucionar esto sin que muera alguno de los nuestros -dijo Gojo tranquilo-

– Traidores -grite- El mato a mi madre y ahora lo apoyan

– Es por eso que queremos que nos escuches -dijo Sukuna- hay que aclarar todo esto

En eso un carro se acercó a gran velocidad, de el se bajó Christian
Al fin nos conocemos en persona

– Vaya vaya, el destino me los entrego en bandeja de plata -dije riendo-

– T/n, se que no te acuerdas de mí pero necesito hablar contigo -dijo Christian caminando hacia mí-

– Detente ahí, no des ni un paso más -dije en voz alta- No sé que mierda este pasando o como es que hicieron que Gojo y Sukuna me traicionaran pero hoy mismo me deshare de ustedes

– Escucha, yo tengo tus recuerdos. Solo necesito tocarte para que los tengas de vuelta -dijo Christian-

– Tu me borraste la memoria? -pregunte sorprendida-

– Si, tuve que hacerlo -dijo dando un paso-

– Pues puedes quedartelas...

Cuando termine la frase en mi mano hice una bola de fuego para lanzarsela
El logro esquivarla fácilmente, de reojo ví que Zhongli intentaría acercarse a mi así que congelé su pierna hacia el suelo para que no pudiera moverse mientras arrojaba hielos en forma de picos hacia Christian

– Tienes que parar t/n -grito Sukuna-

Fue la frase que escuché antes de que Gojo apareciera frente a mi para atar mis manos con un sello mágico.
Estaba furiosa. Justo ahora estaba lidiando con varias cosas.
Perdí la memoria, mi tío resultó matar a mi madre y no solo eso, el que creí mi amigo también ayudo a matarla; mis amigos están del lado de ellos, traicionandome.
Me hervía la sangre de la irá que tenía.
No sé cómo pero en ese momento rompí el sello que tenía en mis manos y los seguí atacando.
Segundos después tenía a Sukuna parado justo frente a mi mientras yo seguía atacando

– Perdóname -dijo en voz baja viéndome a los ojos-

Después de decir eso me dió un golpe lanzandome un poco lejos
Al caer quise ponerme de pie pero no lo logré. No podia respirar, veia todo borroso. Me calme y respire hondo para controlar mi respiración.
Segundos después ya me sentía mejor, está vez logré ponerme de pie y al mirar hacia enfrente pude verlos a los cuatro ahí parados, viéndome fijamente...
Me les fui acercando con pasos lentos y a unos metros de ellos llegaron varias camionetas.
Cuando estacionaron, se bajaron todos los guardias de Conan junto con Xiao y Nobile.

Conan se puso a mi lado, Xiao y Nobile atrás de nosotros y todos los guardias más atrás

– Que pelea tan injusta, cuatro hombres contra una mujer -dijo Conan irónicamente-

------------------------

Espero que les este gustando

Muchas gracias por leer ❤️

¿Esto es amor? Ryomen Sukuna x tuWhere stories live. Discover now