¿Esto es amor? Ryomen Sukuna x tu

39. Cena

*T/n*

Al salir de la habitación de Yuji recordé que había olvidado mi bolso en mi habitación

– Espera, voy por mi bolso

– Si, te espero con los demás

Fui corriendo a mi habitación, rápidamente tome el mi bolso que estaba sobre la cama y salí.
Al encontrarme con los demás no pude evitar sonreír por lo apuestos que se veían todos.

Megumi lucía muy elegante
Yuji con ese color rojo que siempre lo caracteriza
Nobara con su hermoso estilo de la moda
Y Gojo sensual con un aspecto más relajado

– Todos lucen asombrosos -dije llamando la atención de todos-

– Tu también luces asombrosa -dijo Megumi viéndome fijamente-

Todos volteamos a verlo sorprendidos por el comentario que soltó y el solo pudo desviar la mirada con su rostro completamente rosado
Todos reímos al ver que Megumi no tuvo ni donde esconder la cara

– Luces lindísima -dijo Nobara acercándose a mi y viendo el vestido más de cerca-

– Pero tu... -dije viendo su vestido- Wow, no tengo palabras para describir lo hermosa que te ves

– Gracias t/n

– Y usted sensei, que SEXY se ve -dije remarcando la palabra sexy-

– Oh Gracias -dijo Gojo con las mejillas rosadas y una enorme sonrisa-También te diría que te ves sexy pero soy tu maestro y eso se escucharía mal -dijo pensativo- Te ves hermosa -agrego feliz-

– Gracias sensei -dije contenta-

– Megumi -dije acercándome a el- Que guapo te ves

– Gracias t/n. Como dije antes, luces asombrosa -dijo en voz baja con un tono apenado-

– Gracias Megumi -dije dedicándole una sonrisa- Por cierto y Nanami? -pregunte-

– Dijo que lo veríamos afuera del restaurante -dijo Gojo-

– Bien, hora de irnos -agregue-

– Y qué a mí no me dirás nada? -pregunto Yuji indignado-

– Oh lo siento -dije riendo- Luces muy guapo -dije mientras Yuji hacia poses como si estuviera modelando- Vean que preciosura, mis ojos no pueden con tanta belleza

– Lo se lo sé -dijo presumido-

Todos reímos ante las poses de Yuji
El en serio es una gran persona. No sabríamos que hacer sin el. Definitivamente se ganó un lugar en los corazones de cada uno de nosotros.

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Estábamos llegando al restaurante en el que veríamos a los demás
Todos se asombraron por lo lujoso que lucía todo. Era un edificio muy alto

En la entrada nos encontramos con Nanami como Gojo había dicho.

– Hola Nanami

– Hola T/n, que gusto verte -dijo serio como siempre-

Admito que esta vez lucía más apuesto que otras veces