Perdiste la memoria, no sabes quién eres ni de dónde vienes
Solo puedes saber tu nombre y tu edad
Conoces gente que te ayuda y te protege
Conoces a un grupo de hechiceros que te ayudarán a investigar sobre ti
En el transcurso conocerás a alguien...
Termine de contarles a los chicos sobre el incendio y la pelea con Mahito
Nobara y Yuji me abrazaron fuerte, siempre son tan cariñosos Me sentía protegida entre sus brazos
– Debiste contarnos, sabes que puedes confiar en nosotros -dijo Nobara-
– Estaremos aquí para ti cada que lo necesites -agrego Yuji-
– Gracias chicos, los quiero
– Y nosotros a ti
Solté un bostezo, han sido unas noches algo pesadas, necesitaba dormir...
– Debes estar cansada, hay que ir a dormir -dijo Nobara-
– Estoy de acuerdo -dijo Yuji soltando un bostezo-
Primero se metio Nobara a su habitación, después Yuji y antes de entrar a mi habitación vi a Megumi aun afuera
– Linda noche Megumi
Estaba por entrar pero una mano en mi brazo me detuvo Me gire a verlo...
– Pasa algo? - pregunte confundida-
– Lamento mucho por lo que has pasado, pudimos haber ayudado. Prometeme qué si hay algo en lo que te pueda ayudar me lo haras saber -dijo en un tono tierno con preocupación en sus ojos-
Mis mejillas se pusieron rojas, es casi imposible escucharlo hablar de esa manera y con ese tono de voz
– Megumi... -dije en voz baja-
– Nos tenemos confianza, se supone que debemos contarnos este tipo de cosas. Es lo que hacen los amigos, no?
Megumi acaba de decirme casi directamente qué somos amigos? Bueno, se que lo somos pero no es común que ese tipo de palabras salgan de su boca Pero tenía razón, solo me fui tratando de arreglar esto sola
– Megumi, lo siento -dije nerviosa agachando la cabeza-
Escuche unos pasos y posteriormente unos brazos a mi al rededor
Si pudiera verme en un espejo estoy segura que me vería más roja qué un tomate. Megumi siendo cariñoso no es algo que se pueda ver todos los días, o mejor dicho no es algo que se pueda ver algún día, sin embargo, estaba siendo cariñoso y pienso atesorar y guardar este momento por siempre en mi memoria Devolvi el gesto y envolví su cuerpo con mis brazos para que también pudiera sentir mi admiración y aprecio hacia el. Ambos estábamos envueltos en un abrazo lleno de cariño y calidez.
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– Ten más confianza en nosotros -dijo sin soltarme-
– Esta bien, lo siento -aprete más fuerte- Eres un gran amigo
– Y tu una gran amiga
Después de unos segundos nos separamos, ambos más relajados y a pesar de que el tiene su cara seria como siempre podia notar la felicidad en sus ojos
