¿Esto es amor? Ryomen Sukuna x tu

36. Seré buena, mamá

*T/n*

Al alejarme de todos lo primero que decidí hacer fue ir al restaurante
Realmente extrañaba a Azami y Tatsuo
Obviamente no les contaría lo que pasó para no preocuparlos pero en serio quería verlos

– Pequeña, que gusto volverte a ver -dijo Azami mientras me daba un fuerte abrazo-

– Lo mismo digo -dije haciendo la misma accion-

– Quieres comer algo?

– Si, tengo bastante hambre -sonrei mientras rascaba mi nuca-

– Siéntate, Tatsuo vendrá en un momento

Extrañaba este lugar y ese olor familiar al restaurante. Me gustaba estar aquí

– T/n! -exclamo Tatsuo mientras me levantaba para abrazarlo- Como has estado? Que tal el trabajo?

– Bien, algo pesado pero hasta ahora bien -dije recordando que ellos pensaban que he estado trabajando todo este tiempo-

– Me da gusto, en un momento te traigo tu plato

– Si, gracias

El restaurante estaba por cerrar...
Los veía mientras se aseguraban que todo estuviera en orden antes de salir.

– Ya es tarde, no irás a casa? -pregunto Azami algo confundida-

– Em..si... bueno. Es que yo... -dije nerviosa-

– Que pasa t/n? -pregunto Tatsuo acercándose a mí- Todo en orden?

– Puedo quedarme con ustedes? -solte sin mas-

– Cariño, puedes quedarte en casa las veces que quieras -respondio Azami-

Íbamos camino a casa mientras ellos me platicaban como les habia ido este tiempo que no había venido

Al llegar a casa insistí en que se fueran a dormir ya que sabía lo cansados que estaban.
Yo me quedé en la cocina tomando un vaso de agua mientras recordaba el tiempo en el que vivía aquí
Mire a mi al rededor con nostalgia recordando los desayunos en familia, los días de descanso en dónde nos quedábamos a ver películas
Dirigiendome a mi habitación recordé todo lo que había pasado no pensando en lo malo, si no en todo lo aprendido. Dejando los problemas de lado agradezco haber conocido a buenas personas. Recordando con una ronrisa la fuerza de Gojo, la seriedad de Megumi, el amor por las compras de Nobara, la forma de ser de Yuji, la determinación de Nanami y por último pero no menos importante, todo lo que hacía que Sukuna fuera el...

– Que buenos momentos -susurre dando un suspiro-

Por un momento pensé que los problemas habían acabado, que ya se había puesto fin a todo lo malo, pero no era así... Aún faltaba impedir que matarán a Yuji y Sukuna

– Juro que haré lo que sea para salvarlos -agregue-

Al día siguiente...

Seguía dormida en mi habitación mientras llegaba un delicioso aroma a mis fosas nasales. Respire fuerte...
Me puse de pie y me dirigí al comedor en dónde seguramente ahí estarían Azami y Tatsuo

– Buenos días -dije sentandome en una de las sillas-

– Buenos días -respondieron ambos-

– Que harás hoy? -pregunto Azami con curiosidad-

– Tengo que regresar al trabajo -menti-

– Ya veo -dijo con el mismo tono de voz-

Desayunamos mientras me contaban anécdotas de su juventud.
Amaba este tipo de momentos...
Pero tenía que seguir haciendo mis cosas