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La amaba tanto. 

La sigo amando incluso ahora. 

No sé que es de su vida, pero mientras se mantenga lejos de mi estará bien.

Esas eran las palabras que se repetía Manjiro durante las mañanas.

Hacia años tuvo un amor, un amor que fue lo más hermoso para él en ese momento.

Ella solía escucharme, solía animarme, hacia todo lo posible para que logrará sentirme bien conmigo mismo.

No le daba miedo, en un principio intenté ahuyentarla pero ella sólo se reía y me decía "Sé que nunca me harías daño!" con una hermosa sonrisa en sus labios.

Su relación era algo encantador, él adoraba estar a su lado.

Pero sabía que de esa manera, ella sólo terminaría lastimada.

Así que luego de unos años de relación, él cortó todo tipo de lazo con ella, dejandola completamente sola.

Le dolía, y mucho.

Pero si hubiera seguido a su lado, y hubiera sido herida por su culpa, eso le hubiera dolido aún más.

Le daba paz el pensamiento de que pudiera estar viviendo tranquilamente con alguien mucho mejor que él.

Manjiro solía hacer una rutina con aquella mujer cuando estaban a la distancia.

Ella decía:

"Me gusta salir al parque durante las tardes y ver el atardecer, si vas a un lugar similar y lo miras, es como si lo estuvieramos viendo juntos"

Desde entonces, ha hecho aquella rutina, en donde caminaba con un rumbo sin sentido, hasta llegar a algún parque, uno que tenía una hermosa vista al horizonte, en donde se podía ver con perfecta claridad el cambiar del cielo y la despedida del sol.

Sentado en una banca mientras comía unos dorayakis y observaba aquel espectáculo que esperaba todos los días, alguien se acercó a él.

-"Ese lugar está ocupado?" preguntó aquella persona

Cuando volteó a verla, se paralizó un momento al ver los mismos ojos que solían verlo con tanto amor.

Pero estos no eran los de ella.

Eran de una niña, quien tenía una mochila y lo miraba curiosa con esos ojos.

-"Eres Manjiro Sano?" preguntó suave la pequeña

-"Si..." le respondió aún impactado con su aparición

La pequeña sonrió y antes de hacer algo, buscó algo en su mochila para luego entregárselo, una foto.

-"Ella es mi mamá" dijo refiriendose a la mujer en la foto

Efectivamente era ella, aquel amor que hace tanto no veía, y sólo podía estar con ella en sueños.

-"Y qué haces aquí?" Manjiro preguntó con sus ojos fijos en la foto

-"Vine porque te estaba buscando" respondió juntando sus manos algo nerviosa "Porque tu eres mi papá..."

Cuando mencionó aquello alzó la mirada con una mezcla de emociones entre pánico y emoción.

-"Mamá... Tuvo un accidente cuando estaba con su familia... Un derrumbe" la niña fue diciendo con tristeza "Está en el hospital... Oí que dijeron que no tenía muchas chances de vivir... Y que me iban a enviar a un hogar para niños..." miró a un lado "Pero yo no quería eso! Así que me escapé!"

-"Cómo te llamas?" preguntó interrumpiendo su historia un momento

-"Oh, mi nombre es Emily" respondió mirando al hombre

-"Emily..." dijo acercando su mano a su cabeza y acariciando su cabello

Tenía unas pequeñas lágrimas en sus ojos y acercó a la niña a si mismo para abrazarla.

Tenía miedo, mucho miedo.

Pero a la vez sentía alegría de alguna forma.

¿Qué iba a hacer ahora?

Vuelve a mi - Manjiro SanoWhere stories live. Discover now