Vuelve a mi - Manjiro Sano

13

-"Aquí estamos" Manjiro anunció al llegar a la tumba de su familia

Emily se quedó mirando un momento la tumba, notando como esta estaba algo sucia.

-"Papá!" le dijo de golpe mirándolo "Sal! Sal! Necesito hablar en privado!" le empezó a decir mientras lo empujaba

-"Ah? Qué dices? No te voy a dejar sola" le respondió enseguida

-"Sólo 10 minutos" le sonrió

Al ver que no la iba a poder convencer de la contrario, suspiró y accedió a su petición.

Claro que no se fue muy lejos, sólo se escondió para que ella no lo viera y él pudiera estar pendiente de ella.

Emily se arrodilló frente a la tumba y de su mochila sacó un trapo y una botella con agua.

-"Están muy descuidados, hace mucho están solos, no?" dijo limpiando un poco la tumba "A mi no me conocen, pero soy la hija de papá Manjiro!" comentó en una sonrisa

Él observaba a su hija como hablaba con completa normalidad a ese lugar, le generó una cierta ternura a la vez de tristeza.

-"Me llamo Emily, mamá me quiso poner un nombre parecido a la tía Emma, ellas no se conocieron, aunque mamá sabía que la tía era alguien muy importante para papá... Por eso en su honor me puso nombre extranjero... Oh! Pero tal vez en el cielo ahora estén juntas!" se quedó un momento en silencio "Ojalá yo los hubiera conocido..."

Se quedó un momento cabizbaja ya terminando de limpiar la tumba, al menos un poco, y guardando las cosas en su mochila, dentro de una bolsa de plástico para no ensuciar el interior.

-"Mamá me dijo que me parecía mucho a la tía Emma,  papá le dio fotos de ustedes, ella se encargó de guardarlas y ahora las tengo yo" sonrió

Hizo una pequeña pausa sujetando su mochila con fuerza.

-"A veces pensaba que si mi papá me hubiera visto, y le hubiera recordado a la tía Emma...me hubiese querido más y se hubiera quedado" río levemente aunque con cierta tristeza

Cuando Manjiro escuchó aquello, su corazón casi se detuvo por la culpa que sintió en ese momento.

-"Escuché muchas historias geniales de ti Shinichiro!" cambio de tema y de ánimo enseguida "Estoy segura que eras una persona increíble!" le sonrió "Me hubiese divertido pasear en motocicleta contigo!"

Basta...

Pensó Manjiro escuchando las palabras de la niña, sintiendo cada vez más dolor

-"Oh! Y abuelito Sano!" agregó "Sé que cuidaste a mi papá de pequeño y le enseñaste a ser super fuerte! Tengo que agradecerte por eso, mi papá es increíble!" sonrió "Me encantaría ser tan fuerte como él algún día"

Detente...

Cada palabra que decía Emily, le partía más y más el alma a su padre, sintiendose completamente culpable de todos los sucesos.

-"Tengo algo para dejarles" busco otra cosa en su mochila y sacó unas pulseras hechas a mano de su parte

Que hacían juego con la que ella y su padre tenían.

-"Así todo tenemos una pulsera" sonrió dejandolas en la tumba "No sé cuáles eran sus colores favoritos, pero intenté adivinar lo mejor posible! Y también les traje unas flores, aunque se rompieron un poco en mi mochila"

Comentó sacando las mismas y dejándolas en la tumba.

Se levantó e hizo una pequeña reverencia.

-"Yo sé que papá siempre fue una persona difícil... Mamá me lo dijo... Gracias por cuidarlo tan bien de pequeño... Mamá lo cuidó un tiempo... Y ahora es mi turno de cuidarlo! Prometo que lo cuidaré bien" finalizó su conversación con una dulce sonrisa

Ella se quedó esperando a que su padre regresé, algo confundida de porque este estaba tardando en volver.

-"Tal vez pueda..." Emily dijo en un susurró mirando a los lados y empezando a caminar

Manjiro se encontraba en su escondite sujetando su rostro, intentando recuperar la compostura, porque no quería que su hija lo viera así.

-"Aquí estás!" Emily dijo en una sonrisa al encontrarlo "Uh? Te pasó algo papá?" tomó su mano

-"No- no, no, estoy bien, ya acabaste?" la miró secando unas últimas lágrimas que tenía

-"Sip! Ya podemos irnos, gracias por traerme!" empezó a jalarlo "Volvamos a casa!"

-"Si... Ya vamos" asintió siguiendola

Su hija era lo único que tenía en el mundo ahora para aferrarse, haría lo que sea para que se mantenga a su lado y tenerla a salvo.

Valía demasiado para él.