TE DEJARÉ

595 90 15
                                    

Chūya despertó de un largo sueño. Sintió que se limitaba a moverse, hasta que miró las piernitas de Ryū sobre él. Lo empujó sin ser brusco, despertándolo.

- ¿Uh? Papi ¿Y mami?

Volteaba a los lados, angustiado de no ver al joven del vendaje que siempre amanecía a su lado todas las mañanas.

- Parece que no está en casa. No escucho ruidos allá afuera.

Respondió serio. Hasta que...

- ¿Y Atsushi?

- ¿A-Sushi? Ño shé...

Respondió el azabache, tallando con sus puños sus ojos. Apenas podía tomar visión.

- Ryūnosuke. Tu mamá es un estúpido, es una jirafa vendada, un suicida, un idiota más en el mundo, y un presumido de ser líder de la Port Mafia... ¿Qué puedo hacer si me estoy enamorando de esa escoria, Ryū?

Ryūnosuke no lo comprendía, se quedó mordiendo uno de sus deditos a falta de alimento. Observando a Chūya, confundido.

- Lo sé, hablo con la pared estando contigo. Ignórame más si quieres. No eres como mi Atsushi-kun. Él sí me quiere.

Ryū gateó hacia Chūya y lo abrazó, dando un tierno beso en una de sus mejillas, provocándole sonrojo.

- Te quiello, papá.

- Y-Yo también te quiero, cariño...

Chūya era débil ante los niños, y más cuando Dazai no estaba en casa.

💕

Minutos más tarde...

Dazai y Atsushi no alcanzaron a terminar su sorpresa. Llegaban del supermercado y Chūya y Ryūnosuke ya estaban desayunando.

- ¡Chibi, ¿Por qué no te esperaste?!

Se quejó, dejando las bolsas de las compras sobre la mesa y a Atsushi sobre el suelo, quien se aproximó a Chūya para darle su besito de buenos días. Ryū sólo saludaba a Dazai con una sonrisa desde su lugar en la mesa, la comida era primero.

- ¿Qué es lo que debía esperar, Dazai? ¿Y por qué demonios me llamas "Chibi"?

Contestó molesto, sentando al pequeño albino en su lugar, y sirviendo su desayuno. Ambos niños desayunaban con lágrimas en sus ojos, por escuchar la voz de sus padres a manera de discusión.

Dazai se sentó al lado de Chūya, con una intención más que molestarlo, sin darse cuenta de Ryū y Atsushi.

- Chūya... No somos nada, pero ¿No te gustaría serlo?

- No te entiendo.

- Me gustas.

- ¡¿Ah?! ¡N-No lo malinterpretes! Si lo hicimos aquellas veces fue por diversión, no porque haya sentimientos de por medio... Pronto, nos separaremos, Dazai. Me iré a Francia a buscar a mi familia, a mis padres. Tú te quedarás con Atsushi y con Ryū. No quiero seguir jugando a la familia contigo. No soy gay, no me gustan los hombres, ni me gustas tú. Si fuera así... No tendría porqué ocultarlo...

Apretó uno de sus puños.

- No entiendo... Chūya, tu familia somos nosotros... Quizás... Tus padres estén mue...

- Cállate. Los encontraré. Mi vida cambiará. Podré estudiar en Francia, ser millonario, y libre de cositas lloronas como ese par.

Ryū y Atsushi lloraban.

- Los estás lastimando... Chūya, nosotros no arruinamos nuestras vidas con los niños... Sino, la modificamos de esa manera... Yo, no podría vivir sin Ryū y Atsushi-kun... Por favor, no rompas sus corazoncitos que son débiles...

- Tienes una semana para evitar que me vaya, Dazai.

- ¿Eh?

- Tu prueba inicia hoy.

Dazai sonrió.

- Vaya... Creo que ya estoy entendiendo. A Chūya le gustan los juegos...

MAFIOSOS EN PROBLEMASDove le storie prendono vita. Scoprilo ora