PAPI Y MAMI

495 73 16
                                    

Dazai y Chūya seguían dormidos, muy tranquilamente, uno junto al otro y abrazados. Ryū y Atsushi ya habían bajado de las barrigas de sus padres, y se encontraban jugando con sus peluches, muy alegres de que papi y mami no estuvieran peleando aún.

— Dyū, Byak-ko jugaa con Dashōmon.

Acercaba su tigre blanco de peluche al peluche extraño de Ryūnosuke.

— Shí, Byakko y Dashōmon juegan a dash montañash de mami y papi.

El azabache se levantó del suelo y fue hacia los futones dónde Chūya y Dazai se habían quedado dormidos la noche anterior. Ryū se situó al lado de Dazai, poniendo a Rashōmon de peluche sobre el joven castaño, como si de una montaña se tratara. Atsushi hizo lo mismo con Chūya.

Sus risitas de diversión y sus conversaciones infantiles, despertaron a los mayores. Al abrir sus ojos, lo primero que Dazai miró fue a Ryū, y Chūya a Atsushi. Sorprendidos, se dieron media vuelta quedando de frente al otro, muy cerca, sintiendo la respiración contraria.

Ryū y Atsushi tuvieron una sensación de "No peleas" de parte de sus padres, por lo que se alejaron a su primera zona de juegos con sus respectivos juguetes. Aún cuando no les gustaba mucho verlos juntos, ya que los "cambiaban" y dejaban abandonados por un momento. 

— Buenos días, mi Chūya. Amaneciste reluciente hoy. Y bien, ¿Soy guapo, Chūya?

— Para nada.

Se dió media vuelta para evitar que su sonrojo fuera notable. Odiaba sentir cosas agradables por Dazai, no quería terminar amándolo pero quizás ya sea demasiado tarde. Ya lo amaba.

Dazai sonrió. Abrazó por detrás de la cintura al pelirrojo, y recargó su mentón entre su cuello y hombro, siendo atrevido. Chūya se quejó incómodo.

— ¡Déjame!

— Si Chūya dice que me ama, lo dejaré. Chūya es muy abrazable.

Insistía empalagosamente hasta que Ryū empezó a jalar de su pijama aún estando acostado.

— Hmm, ¿quién se atreve a interrumpir?

— Mami.. deche...

Musitó.

— Ohh, ¿quieres agua? Dame un momento, Ryū, estoy ocupado molestando a papi Chūya.

MAFIOSOS EN PROBLEMASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora