Un Solo Cuerpo {Adaptación Camren}

• Capítulo XXXII •

{..Camila POV..}

Bajé tan rápido de la cuadrilla que mis pies trastabillaron por la densa nieve en el suelo; gracias a que Edrick tomó mi brazo, pudo evitar que mi cuerpo cayera. Nuestra mirada de se vio dirigida a la entrada de la casilla, de donde Wilder, Emily y Normani salían mientras mantenían una conversación bastante acalorada.

—Edrick, espera aquí —él asintió y dirigí mis pasos hasta ellos tres.

—Camila, ¿qué haces aquí? —dijo Normani al verme—. ¿Ocurrió algo? ¿A casó llegaron más enemigos? —preguntó al notar la preocupación en mi rostro, rápidamente negué con mi cabeza.

—Lauren... ¿Ella está aquí? —Wilder y Normani intercambiaron miradas para luego asentir—. ¿Está bien?

—Camila, no sé si realmente debas estar aquí, pero sea lo que sea, esto no te concierne. Lauren está enfrentando una situación difícil y no tenemos tiempo para... —Normani la interrumpió.

—Emily, tranquila —su mano dejó el pecho de la contraria y luego fijó su mirada expectante en mí—. Camila, imaginó que ya sabes lo que está pasando, realmente es una situación delicada y sabemos cómo se castiga esto. Desobediencia o no, Lauren no lo hizo con malas intenciones.

—Lo sé, en todo el tiempo que la he conocido, pude notar realmente como es, hablaré con InSo y Josué, también trataré de ver a Lauren si es que me lo permiten.

—Gracias, Camila, siempre siendo tan buena y comprensiva —dijo Wilder y su mano dejó una leve caricia sobre mi brazo.

—Mientras intentaremos hablar con el pueblo y controlar esta situación, no dejaremos que esto se quede así, Lauren no es la única responsable, todos los Honorables lo somos al seguirla —pronunció Normani con molestia.

—Entiendo, pero, ¿puedo saber realmente por qué tienen a Lauren aquí? —Wilder asintió y puso su mano sobre mi hombro.

—Lauren tenía como orden acabar con el pueblo de Kali para así poner fin a todo, pero ella no quiso; sabía las consecuencias que esa decisión le traería, no solo a ella sino a nosotros también. El castigo por matar a alguien es muy alto, así que ella optó en secreto dejarlos vivir y, a cambio, mantenerlos encarcelados. Toda la tropa estuvo de acuerdo, pero ahora ella está pagando todo sola y no es justo.

—No se preocupe, Honorable Wilder, haré todo lo que esté en mis manos para ayudar a Lauren, ella ha sido muy buena conmigo, es hora de regresarle el gesto —la mirada confusa de Emily me analizó.

—No sabía que fueras tan cercana a nuestra líder —dijo Emily con el ceño fruncido.

—No has estado muy seguido por el Monasterio, Emily, te has perdido las celebraciones que hemos tenido y Camila ha estado acompañándonos en cada una. Ella y Lauren son muy amigas —explicó Wilder y Emily pareció entender.

—S-sí, somos amigas, bueno yo los dejo —hice una reverencia y los tres regresaron el gesto—. No los interrumpo más —quise dirigirme hacia la entrada del lugar, pero la mano de Wilder me detuvo.

—Cuidado con lo que vas a ver adentro, tal vez nunca hayas visto a una persona en ''castigo de pecado'' y justo ahora Lauren está pasando por eso —asentí sin comprender y los tres caminaron hasta sus caballos para luego marcharse.

—¡Camila!

La voz de Edrick se coló en mis pensamientos, aquello mencionado por Wilder me había hecho estremecer, ¿a qué se refería?

—Vamos —dije y Edrick asintió, ambos caminamos hasta adentro del lugar.

El pasillo largo era acompañado por los candelabros iluminados por velas, a lo lejos dejaba ver otro pasillo y la entrada al exterior que había dentro del lugar. Ambos caminamos hasta llegar a donde la entrada de luz natural era notoria. La nieve caía y el cielo nublado tornaba mucho más melancólico el ambiente. Lauren tenía razón cuando hablaba sobre la alegría de un día cálido.