Un Solo Cuerpo {Adaptación Camren}

• Capítulo XLIV •

{..Lauren POV..}

La luz que se colaba desde la sala hasta el cuarto dejaba rastros de la noche anterior. Mi amor por Camila había sobrepasado mi propia tristeza, que me consumía aún por la presión de ser vista por la gente mientras sufría. La caliente sabana tapaba su cuerpo desnudo y yo me sentía fallecer ante el bello despertar que había tenido a su lado.

Por primera vez en tantos años había podido conciliar el sueño como se debía, apenas mis ojos se habían cerrado, había caído completamente dormida. Me sentía enamorada y quizás hablar de amor, decir ''te amo'' eran cosas que tal vez para muchos en mi situación eran muy rápidas ser dichas, pero es que no comprendían el cómo me sentía de sólo verla. Mantenía mis días en completo trabajo, sólo para que cuando llegara el tan ansiado día, me dieran el permiso y sin que nadie me dijera nada, y poder verla.

Porque en mi cabeza se encontraba el rostro de Camila a todas horas, cada cosa que hacía o decía se quedaba plasmada en mi mente. Y es que para mí su existencia era maravillosa, ella lo era y cada cosa que también hiciera, lo sería.

Camila era maravillosa.

Su rostro relajado, su cabello despeinado y sus manos delgadas arriba de la sábana, eran una imagen demasiado perfecta para mí y seguro para cualquiera.

No sabía si en realidad era porque justamente hoy terminaba el invierno o por haber dejado la chimenea prendida toda la noche, pero empezaba a sentir calor. Deslicé mi mano por debajo de las sábanas y pude sentir su abdomen planto y su piel suave, la cual me hacía pasar con delicadeza las yemas de mis dedos por toda esa zona.

Subí mi mano hasta tocar uno de sus pechos y pude sentir un pequeño estremecimiento de su parte.

Delineé su pezón derecho y apreté levemente su pecho, mi mano recorrió toda su piel y cuando llegué hasta la orilla de las sábanas y estaba dispuesta a bajar; me detuve. Sentía la boca seca y un calor abundante entre mis piernas. ¿Qué se sentiría si Camila hundiera sus dedos en mi intimidad? ¿Saciaría mi calor aún más de lo que ya lo había hecho?

—Eres tan hermosa —dije sobre su mejilla y plante, un casto beso en aquel lugar

No debía descubrir la respuesta de a ese tipo de preguntas.

Bajé de la cama y me coloqué una bata para cubrir mi desnudez, puesto que las ventanas dejaban al descubierto el interior de la cabaña. Caminé hasta la tina para darme un baño frío, que no me vendría nada mal, porque sinceramente si no lo hacía, la habría despertado para volver a hacer lo que hicimos anoche.

Tal vez luego se repetiría.

—¿Lauren? —escuché decir a Camila

Su voz somnolienta me avisó que en definitiva se acaba de despertar. Salí del baño y caminé hasta la habitación ante su llamado.

—Aquí estoy —dije entrando y su mirada asustada se cruzó con la mía—. Sólo estaba en el baño.

Las sábanas se encontraban en su cadera debido a que estaba sentada en la cama. Un fuerte rubor golpeó mi rostro, sin duda ella no se había percato de su respectiva desnudez.

—Pensé que te habrías ido —mencionó con miedo.

Fruncí el ceño ante su preocupación y no pude evitar negar con la cabeza mientras me acercaba a ella.

—Aquí estoy, amor, no iría a ningún lugar sin ti —aclaré sinceramente.

Una sonrisa tímida se formó en su rostro y abrazo mi cintura.

—Me dijiste amor.

—Amor es todo lo que siento por ti.

—Lástima que no puedas decirme así frente a la gente, amaría escucharte llamarme así todo el tiempo, cariño.