Este capítulo contiene escenas explícitas de violencia +21.
Las acciones descritas no las promuevo y no deben ser practicadas. Tiene contenido delicado. Leer bajo responsabilidad.
¿Diablo o bestia?
Horas antes.
Marcello.
Estar prevenido, alerta y con un paso por delante de todos ha sido mi diario vivir desde hace varios meses. Descansar no es una opción y todo comenzó desde que puse mis ojos más de la cuenta en la mujer que se sube al auto, perdiéndose en las calles de Barcelona mientras yo salgo rumbo a mi ciudad con mil asuntos sin resolver en la cabeza.
Domenico no se me acerca en el avión, entiende el significado de una mirada cargada de frustración, la cual no se va de mi rostro ni con las sonrisas que mi hermana me da en la distancia.
Vittoria se aferra al brazo de su esposo, tratando de dormir por unos minutos, pero un par de turbulencias la tienen removiéndose en su lugar para luego buscar un puesto frente a mi, tendiéndome una barra de granola que rechazo con una sacudida de mi cabeza.
—¿Estás nervioso? —su pregunta no me toma por sorpresa tras unos minutos en silencio. La curiosidad brilla en sus orbes marrones al igual que el atisbo de muchas preguntas sin salir.
—¿Por qué lo estaría?
Elevo una ceja, bloqueando el IPad en mi regazo para concentrar mi atención solo en ella. Eso le gusta, su sonrisa se ensancha al notar el pie que le doy para que siga la conversación.
Hace mucho no hablamos, realmente la duda se hace presente en mi porque no tengo idea como será mantener una conversación con la versión más madura de mi hermana a solas.
—Te casas en unas horas —esconde la emoción en su voz, pero es en vano, lo noto en cada uno de los movimientos de sus dedos encontrándose.
—Lo haré. —«Ya lo hice»—. ¿Y cual sería el motivo del nerviosismo?
Ella ríe, consciente de que no va a sacarme mucho más que preguntas rápidas para ignorar el verdadero punto de la conversación.
—No se puede contigo, Marcello Venturi —asegura, cruzándose de piernas en tanto se inclina un poco hacia delante—. ¿Puedo hacerte una pregunta?
—Depende.
—¿De qué?
—De si realmente quieres saber la respuesta.
—No seas idiota.
Ahora soy yo quien sonríe, deleitándome con la mujer frente a mí. La niñita que tanto quise proteger debe estar en algún lugar escondida en medio de los escombros de su corazón protegiéndose, pero no la deja salir. Vittoria no ha cambiado, solo ha sacado esa mujer que siempre tuvo dentro y que en nuestro hogar nunca pudo ser.
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PELIGROSA VINDICTA [+21] ✓
Romance[T-E-R-M-I-N-A-D-A] ✓ Pasión y poder. Aquí no hay lugar para el amor, ¿O si? Bienvenido al infierno más llameante y peligroso que pueda llegar a existir. Ella está preparada para resurgir de las cenizas en que la convirtieron. Arrasará todo a su...