Capítulo 3

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Después de 6 largas horas de viaje, por fin a la lejanía podía verse la isla donde Fortuna está ubicada, el semi-rubio se imaginaba la isla mucho más grande pero el tamaño de esta no era tanta, si acaso era similar a una aldea en proporción, además de que se podía notar que las construcciones eran más avanzadas que en las naciones elementales donde en su mayoría únicamente usan madera para los hogares y piedra para construcciones importantes como la torre Hokage y las casas de los clanes más importantes de Konoha.

Tazuna llevaría el barco hasta el puerto acomodándolo en un lugar para luego bajarse y amarrar el barco.

—Bueno chico, aquí estamos, bienvenido a Ciudad Fortuna —dijo Tazuna.

Nero quien iba bajando del barco estaría apreciando la belleza del lugar, se lo imaginaba diferente pero no tan diferente, realmente el lugar es más avanzado que el continente elemental.

—Vaya, imaginaba que sería muy diferente a las naciones elementales, pero nunca creí que lo fuera tanto, supongo que al verse alejados de los conflictos y todo eso, tuvieron mucho tiempo de paz para desarrollarse mejor —dijo Nero.

—Y tienes razón, su civilización es más avanzada que la nuestra, ellos viven pacíficamente mientras que nosotros tenemos que cuidarnos de que no nos maten los ninjas renegados, mercenarios o los mismos kages y sus shinobis por la ambición de expandir más sus tierras —dijo Tazuna.

—Supongo que tiene razón —dijo el semi-rubio.

—¿Cuánto planeas quedarte? —pregunto Tazuna viendo fijamente al semi-rubio quien voltearía a ver al viejo.

—Me quedare lo que queda del mes, veré que encuentro aquí además de entrenar un poco —dijo Nero.

—En ese caso te veré en unas semanas, sin embargo, te preguntaré esto solo por seguridad por qué ya no abra vuelta atrás, ¿seguro que te quedarás aquí? —pregunto Tazuna.

—Estoy seguro, no tiene de que preocuparse —dijo Nero con una sonrisa.

—Entonces bien, nos vemos Naruto o mejor dicho Nero jaja —dijo Tazuna desamarrando su barco para luego subir a este y comenzar a zarpar mientras se despedía del semi-rubio quien hacia lo mismo para luego ver que este ya estaba bastante lejos así que se dio la vuelta y comenzó a caminar adentrándose en la ciudad.

—Me siento extraño vistiendo estas ropas en un lugar como este —dijo Nero suspirando viendo que las miradas estaban dirigidas hacia el dada su vestimenta, por suerte su Hitai-ate lo tenía guardado en su mochila.

Nero estuvo caminando por un buen rato apreciando la belleza del lugar hasta que a la lejanía pudo divisar lo que parecía ser una tienda de ropa así que decidió entrar para ver si podía encontrar algo que le gustara o por lo menos le sirviera.

Pasaron aproximadamente 10 minutos desde que el semi-rubio entro hasta que por fin se le vio salir del local con 2 bolsas.

—Creo que con esto termino de completar mi vestimenta, no es igual a la de Vergil pero al menos me da mi propio estilo —dijo Nero caminando nuevamente por la ciudad en busca de un lugar para hospedarse.

Estando caminando por alrededor de 25 minutos pudo encontrar una especie de hotel así que decidió entrar y rentar una habitación por unas semanas, este iría a su habitación dejando sus cosas para luego salir y buscar un lugar que sea privado para poder entrenar con Yamato y su [Devil Bringer] además de entrenar su físico y acostumbrarse a su velocidad, fuerza y agilidad.

Este además de buscar un lugar para entrenar también estaba recorriendo lo que le faltaba de la ciudad ya que en verdad no era muy grande y el entre todos era desconocido ya que al parecer en ese lugar todos se conocían a la perfección, aun que terminaban por ignorarlo ya que notaron que era un turista por estar mirando todo el lugar, además de que por un rato estuvo caminando en círculo hasta que se dio cuenta y decidió subir a un edificio y comenzar a saltar hasta que a la lejanía pudo ver un bosque con una pequeña zona amplia que le serviría bien.

Heredero SpardaWhere stories live. Discover now