Capítulo 10

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Luego de haber derrotado a Kaori, el Sparda se dirigía hacia su objetivo principal el cual era Hiruzen Sarutobi, necesitaba hablar de algunas cosas con él.

El peliblanco estuvo caminando por las calles de Konoha rumbo a la casa del viejo Dios de los Shinobis, al llegar este sin pedir permiso alguno, accedió al hogar del que él considera su abuelo.

—Viejo tenemos que hablar —dijo Nero llamando la atención de Hiruzen quien se sorprendió de ver la repentina llegada del peliblanco.

—Naru...Nero-kun, ¿Qué haces aquí? —pregunto Hiruzen.

—Tengo que hablar contigo de cosas urgentes, necesito hacer algunas cosas antes de partir —dijo Nero sorprendiendo al viejo por las últimas palabras.

—¿Iras a algún lado? —pregunto Hiruzen.

—Surgió un trabajo fuera del pueblo, partiré en dos días, de cualquier forma, necesito que hagas algo por mi —dijo Nero a Hiruzen quien solo le miraba.

—¿Qué necesitas? —pregunto Hiruzen

—Lo que necesito es...

Más tarde.

Luego de estar hablando de algunas cosas con su abuelo, el Sparda se dirigía a su hogar, al llegar, pudo ver como siempre a los Namikaze parados afuera de su hogar, sin embargo, estaban acompañados de Jiraiya.

—¿Se puede saber que hacen aquí? —pregunto Nero llamando la atención de los tres adultos.

—Kakashi nos dijo que te irías en dos días —dijo Minato seriamente.

—¿Y que si me voy? —pregunto Nero.

—No puedes irte así porque sí, necesitas de un permiso —dijo Minato.

—Oh, ¿en serio?, bien, te recuerdo que yo ya no soy más un ninja, además puedo salir cuando se me plazca, tengo permiso del Sandaime-jiji —dijo Nero cruzado de brazos.

—Mierda —dijo Minato en un susurro.

—¿Y tu que haces aquí? —pregunto Nero mirando a Jiraiya.

—Jiraiya-sama se ofreció para ir contigo a donde sea que vayas, será una buena oportunidad para entrenar y que aprendas las técnicas de tu padre —dijo Kushina.

Al escuchar esto Nero se quedo callado por uno segundos, todos pensaban que este estaba pensando en una respuesta.

—Ya se los había dicho, ustedes no son mi familia y no me interesa aprender las técnicas del cuarto —dijo Nero de forma fría.

—Pero escucha, el Rasengan y el Hiraishin te servirán demasiado bien —dijo Jiraiya sacando un pergamino —. Incluso te dejare firmar mi contrato de invocación —dijo Jiraiya.

—No me interesa firmar un estúpido contrato, sé que, si lo firmo, ustedes podrán tenerme mejor vigilado ya que tanto tu como Minato poseen el mismo contrato, esos sapos serán sus viejas chismosas que les cuenten todo sobre mi —dijo Nero haciendo que ambos se tensaran ya que planeaban eso.

—Oh Nero, al fin llegas, la cena esta lista —dijo Lady saliendo con su típica vestimenta, sin embargo, con un delantal por encima.

—En un momento voy Lady —dijo Nero y la chica asintió entrando a la casa.

Nero dirigió su vista hacia Jiraiya quien estaba escribiendo en su libreta con una cara pervertida, el peliblanco se molestó ya que sabía perfectamente que estaba escribiendo ahí, Nero se acerco al peliblanco y le arrebato la libreta para luego lanzarla al aire y usando a Blue Rose le disparo una ráfaga de energía demoniaca que desintegro la libreta ante la atónita mirada en shock de un Jiraiya quien comenzó a derramar lagrimas masculinas al perder años de "investigación" para su nuevo libro.

Heredero SpardaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora