100.- El final de...

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Viernes por la mañana, sin duda el momento más agradable y tranquilo que podía tener desde que toda esa mierda empezó entre ellos. Ahora se sentía un poco tranquilo, quizás porque todo estaba a punto de terminar o porque no le encontraba el caso a amargar su mañana de ese modo.

Sus padres estaban a nada de llegar, su vida a punto de arruinarse y las ganas de lanzarse por la ventana a la alberca del primer piso crecen con cada segundo que pasa. Tener a Lee MinHo a su lado, abrazándolo por la cintura es una de las pocas cosas que pudo disfrutar en estos mesos, besarlo y sentir como le robaba el aliento con sus labios era algo que definitivamente amaba, pero que lo que mas le enloquecia, lo que más le fascinaba y por lo que mas estaba sufriendo era el amor que el mayor ponía en él. Los detalles y las caricias, la forma en que, sin importar la persona, el lugar o la situación, se ponía delante de él y lo defendía hasta con golpes si era necesario, sólo bastaba con hechar una mirada atrás, cuando Hendery lo molesto. Lee MinHo era todo, era su mundo, su oxígeno y la persona que siempre amaría sin importar donde estuviera o si tenía que sacarse el corazón para ser feliz. Realmente quería que la situación no le importará, que aquel hombre no le diera miedo como quería, pero ¿cómo?

Su relación, vida y estadía en Corea dependía de ese hombre más de lo que le gustaría saber.

-Buenos días, honey.

La profunda voz de MinHo recién despertado era ese sentir encandecente que le recorría las venas de prisa en las mañanas que tenía la dicha de oírla. Los timbre graves de su voz, combinados con su mirada enamorada y soñolienta junto a su desordenado cabello era la mezcla perfecta para alterarlo completamente.

Han JiSung era feliz. O al menos fue eso últimos meses en compañía del mayor.

-Buenos días, cariño. - respondió besándole la mejilla con suavidad mientras le acaricia el brazo desnudo con la llena de sus dedos. - ¿dormiste bien?

-Siempre que duermo contigo, duermo de maravilla. - dijo sonriendo.

JiSung sonrió de vuelta.

-Vamos a desayunar, Honnie.

MinHo asintió levantándose de la cama siguiendo al menor. Mientras Han JiSung sentía que le tamblaba todo el cuerpo y que su corazón estaba a nada de explotar porque iba a traicionarlo, porque él acaba de arruinar su relación con el mayor por tener miedo de un señor. Sabía que debió decirle a MinHo que los señores Han estaban a nada de llegar a su casa, también decirle que el señor Lee JungWoo probablemente ya estaba por llegar para llevárselo lejos de su lado. Y quizás todo eso lo iba a hundir en un mar inmenso de problemas, sufrimiento y dolor del que difícilmente podría salir, pero ahí estaba él. Preparando el desayunando junto a la persona que mas amaba en el mundo, pero por el que no se veía suficientemente fuerte como defenderse.

-Hoy podríamos ir de compras si quieres. - dijo MinHo sentándose junto al menor para desayunar.

-Claro, ¿a dónde te gustaría que fuéramos? Recuerda que yo no conozco Gimpo. - respondió sintiendo como le ardía la garganta al tener que mentir de esa forma.

-Hay muchos lugares que...

El sonido del timbre que la casa poseía lo interrumpió y el mayor frunció las cejas sin intensión de querer levantarse de su lugar porque él no estaba esperando a nadie y porque Lee Felix le dijo que no quería mirarlo por lo menos todas las vacaciones porque lo odiaba. Así que su hermano menor no podía ser quien estuviese tocando. Tampoco sus padres y mucho menos sus amigos o primos.

-¿Pediste algo? - le preguntó a JiSung sin mirarle pues se encontraba concentrado mirando la puerta.

-Sí. - respondió. - probablemente sea eso que pedí.

Crazy Love #1 [CORRIGIENDO] Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt