𝕬𝖓𝖙𝖍𝖊𝖗𝖆𝖊𝖆 𝖕𝖔𝖑𝖞𝖕𝖍𝖊𝖒𝖚𝖘

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Junhui soñó mucho.

Una pesadilla surrealista en donde su cuerpo iba y venía, pero una luz era la constante, que quemaba la espesa bruma y purificaba todo a su alrededor.

Soñó con su abuelo que había fallecido años atrás.

Soñó con un pajarito en una jaula, que no dejaba de aletear inquieto de aquí para allá, sin dejar de cantar.

Un faro muy alto con su luz atrayendo a los barcos.

Polillas de fuego formando un muro enfrente de él.

Soñó muchas cosas. Mucha violencia, tanto así, que soñó que lloraba desconsoladamente frente a la tumba de dos personas que no conocía.

El día segundo en que soñó eso, Minghao, que hacía turnos para acompañar a sus tres amigos internados en el hospital (él había resultado casi ileso, exceptuando su muñeca fracturada y que tuviera que usar camisas de cuello largo por las marcas amoratadas de los dedos en su piel), estaba sentado a un lado de la cama de Jun y vio como este, a pesar de seguir sin despertar, tenía lágrimas cayendo de sus ojos cerrados.

Minghao le tomó la mano por un buen rato, esperando que pudiera llegar a él y tranquilizar lo que lo estuviera atormentando.

Esos cuatro días sólo revivió los acontecimientos en un caleidoscopio distorsionado. Había gastado mucha energía y tenía que descansar. Tenía que recuperarla.

Todos ellos habían terminado muy afectados de ese encuentro. Y los remanentes seguían ahí.

Wonwoo se la había pasado leyendo todo su tiempo libre y con analgésicos acompañando sus comidas

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Wonwoo se la había pasado leyendo todo su tiempo libre y con analgésicos acompañando sus comidas. Su madre le llevaba los libros, porque aún no salía del hospital, ya que se había fracturado un total de cinco costillas y tenía un volet costal, por tanto su tratamiento era cuidadoso.

Minghao lo acompañaba de vez en cuando, dándole noticias de sus otros dos amigos. Su angustia crecía cada día en el que Junhui no despertaba y también cada vez que los médicos le hacían pruebas de imagen a Mingyu porque él también estaba inconsciente, el que estaba en una condición más grave de los cuatro.

Wonwoo y Minghao compartían muchas cosas en común, sus personalidades eran hasta cierto punto parecidas. No hablaban mucho cuando estaban juntos, pero se hacían compañía. Se daban el apoyo mutuo que necesitaban. Estaban profundamente preocupados por sus dos amigos.

Minghao era un lector ávido también, así que la compañía era amena. Pero el menor, que siempre rotaba sus guardias para visitar el cuarto de los tres, sólo se quedaba un rato acompañando a Wonwoo.

—Hao, tú también tienes que descansar. No puedes estar aquí todos los días... —Le dijo preocupado cuando vio que el chico, ya de por sí delgado, parecía no estar comiendo ni durmiendo bien.

Pero Minghao le sonrió y le dijo que no se preocupara, que prefería estar ahí con ellos, que estar solo en su casa.

Al parecer Junhui no era el único con constantes pesadillas.

Impaled Butterfly (WonHui/GyuHao)Where stories live. Discover now