19. Cero a la izquierda

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Narra Aly

Los días han pasado, las cosas con Diego no iban mal, pero tampoco como yo quisiera, se la pasaba con Frida, y yo en casa sola, me sentía incómoda aquí, necesitaba conseguir un trabajo ya, para poder salir de esta casa. Muchas agencias de modelos me han considerado para sus proyectos, pero no los he aceptado para que no se haga un revuelo, si lo acepto mi padre sabrá donde vivo y seguramente vendría por mí.

Lo pensé muy bien, tenía que hacerlo, después de todo ya era mayor de edad, si yo quería vivir aquí, aquí viviría.

Respondí uno de los tantos correos de Six Management. Tenía una cita mañana por la tarde con el dueño.

Lo primero que haría con ese sueldo, es completar para comprar una casa para irme de aquí, siento que solamente soy un estorbo para Diego.

—¡Llegué!—dijo Diego desde la planta baja, le tenía que decir mis planes.

Baje al comedor y ya estaba todo servido, ambos le agradecimos a la señora que nos atendía y nos sentamos a comer, últimamente no teníamos buena comunicación. Comíamos en silencio.

—Me ofrecieron trabajo en una agencia española—dije rompiendo el hielo.

—¿En serio? Eso es increíble—se notaba emocionado.

—Si, mañana tengo una cita con el dueño, y si todo sale bien—hice una pausa— Me iré de aquí— me miraba fijamente, pero yo solo miraba mi plato.

—¿De aquí?—por fin lo miré, no tenía porque sentir culpa.

—Si, de la casa.

—¿Por qué?—dijo entre sorprendido y triste.

—¿Por qué? Porque No tiene caso que viva aquí.

—¿A que te refieres con que no tiene caso?—ahí íbamos de nuevo.

—Todo el día estoy sola, tú llegas de los entrenamientos y vuelves a salir con esa...—me interrumpió.

—Hey—quiso llamarme la atención.

—Iba a decir chica—dije ya molesta— ¿Lo ves? Justo por eso quiero irme, estoy harta de ella. Estoy harta de ustedes dos.

—¿Estas saliendo con alguien? Si es eso solo dímelo.

—¿De donde demonios sacas eso?

—Ella tenía razón...—murmuró pero logré escucharlo.

—¿De que tenía razón?

—Ella tenía razón—dijo mas alto.

—¿De que hablas?

—Frida me dijo que ibas a terminar hartándote de mi, que algún día ibas a encontrar a alguien mejor y que me dejarías como a tu padre— a este punto ya estaba demasiado enojada.

—¿Y tú le creíste?—no me respondió— Esa tipa no me conoce en lo absoluto. Ni siquiera tú, así que no pueden saber de que soy capaz—iba a hablar pero lo interrumpí— Y no, no me voy porque haya alguien más, me voy porque estoy harta de que ella sea primero que yo y por todas las estupideces que te metió en la cabeza, estoy segura de que te dijo mil cosas de mí, por eso me hiciste a un lado, por eso soy un cero a la izquierda— agachó la cabeza— Me voy porque nunca le pusiste límites, ella si pudo humillarme, pero cuando yo hice un comentario fuera de lugar, fui la peor persona. Y lo más importante, me voy porque creíste que te dejaría, porque no confiaste en mí, porque pensaste que solamente te estaba usando cuando fui yo la que dejó todo por ti, ¿y para que? Para que siempre la hayas puesto primero a ella— mi voz se quebró y el por fin me miró.

Estaba decidida a ir a mi recámara, pero Diego me alcanzó.

—Espera— me tomó lentamente del brazo e hizo que lo mirara— ¿Pero qué quieres de mí?

—Antes lo quería todo, pero ahora ya no quiero nada—me di media vuelta para seguir subiendo las escaleras. Me detuve en seco y lo volví a mirar— Una cosa mas, no le vuelvas a hablar de mi a Frida. Para nada. A ella no le interesa mi vida, respeta mi privacidad— por fin subí a mi habitación.

***

—Sus llaves señorita Aly—me dijo el vendedor de bienes raíces.

Hace una semana había de la última pelea con Lainez. Agradecía salirme de la casa de Diego antes de que terminara su entrenamiento, así no tendría que dar explicaciones y mucho menos una despedida, aunque le deje una nota agradeciéndole por dejarme quedar todo este tiempo en su casa y agregué mi nueva dirección, siempre será bienvenido.

Narra Diego

—Llegué—hablé alto, pero nadie me contestó, no se veía ningún movimiento por la casa— ¿Aly?

Subi a su habitación, todo estaba igual, tal vez solo había ido a trabajar, aunque algo me decía que ya no iba a estar mas. Abrí su armario y ya no había nada de su ropa. Me preocupe.

Bajé a la sala y en la mesa de centro había una nota. La abrí rápido.

"Te dejo esta nota en agradecimiento por todo lo que has hecho por mi, tú me diste la valentía de salir de la toxicidad de mi familia. Gracias por dejarme quedar en tu casa, significa mucho.

Perdón por todas las discusiones, y precisamente por eso me voy, me voy antes de que algo salga mal entre nosotros y dejemos de hablarnos, te considero un buen amigo al que aprecio demasiado y no quiero perder nunca.

Te dejo mi dirección por si algún día quieres visitarme, siempre serás bienvenido a mi casa "Calle Graham Bell 5"."

Me sentí triste
Creo que es mejor dejar ir a un amor pasajero que una amistad. Pero, ¿de verdad era pasajero? ¿Era una verdadera amistad?

Amor prohibido [Diego Lainez]Where stories live. Discover now