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El sudor bajaba por el cuello y rostro de JiMin, quien se removia en la cama mientras soltaba quejidos.

— ¡No!— Gritó JiMin, sentándose en la cama y llevando su mano hasta su pecho.

Miró a todos lados y abrazó sus piernas mientras comenzaba a llorar.

Los demonios lo atormentaban todas las noches, desde que YoonGi dejó de ir a verlo. Todos los días tenía pesadillas, y cuando estaba solo podía sentir como lo observaban, también escuchaba como le susurraban.

Él ya estaba demasiado asustado. Él quería estar tranquilo.

— P-Porfavor ya déjenme— Sollozó JiMin, mientras tapaba sus oídos con sus manos y lloraba por lo bajo.

Él no quería despertar a sus padres, y que estos le pregunten que le sucedió.

Pues él no les iba a decir que invocó a satanás y desde que se fue, los demonios lo atormentaban y lo estaban volviendo loco, y él tenía demasiado miedo.

Sus padres lo llevarían a la iglesia de inmediato.

Miró a todos lados de la habitación, y podía ver sombras corriendo. Sus lágrimas no paraban de salir y su cuerpo temblaba desesperadamente.

— P-Porfavor— Suplicó JiMin, volviendo a recostarse en la cama, para taparse con todas las cobijas.

Podía escuchar pasos, risas, murmullos y como lo llamaban. Él solo tapaba sus oídos y cerraba sus ojos, para quedarse dormido y que todo eso pase.

Pero no pasó. Él no pudo dormir. Los segundos parecían eternos, y núnca amanecía. Sus lágrimas no pararon de salir en ningún momento, y tenía una gruesa tapa de sudor sobre todo su cuerpo.

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JiMin abrió sus ojos y suspiró cuando dejó de escuchar los murmullos y los llamados, pero su cuerpo dolía bastante, y se sentía muy cansado.

— Hijo, a levantarse. Es hora de ir a clases— Se escuchó la voz de su madre, y enseguida ella entró a la habitación.

— M-Mamá, no me siento bien — Dijo JiMin respirando acelerado.

Sunhe se acercó a su hijo y tanteó el rostro de este, sorprendiendose en el proceso.

— Estas con fiebre, hijo. ¿Te duele algo?

— El cuerpo, la cabeza, la garganta, Me duele todo, mamá— Respondió.

— Llamaré a la universidad, para avisar que estas enfermo. Debería de llevarte al hospital, hijo.

— No, mamá. Solo cuidame tú— Pidió JiMin.

— Hijo, deberías de cambiarte de ropa. Lo más seguro es que estas sudando demasiado, y mojaste las sabanas.

JiMin asintió y con la ayuda de su madre se levantó de la cama, para ir hasta su armario y cambiarse de ropa, a otro pijama.

Sunhe cambió las cobijas y sabanas de JiMin, y después puso unas nuevas, para que JiMin se acostara.

— Vendré con un paño húmedo, y traeré alguna sopa para que comas.

— Si, mamá.

JiMin se recostó boca arriba y cerró sus ojos, mientras respiraba agitamento.

A los minutos Sunhe apareció con un paño húmedo en mano, y con un jarabe. Puso el paño en la frente de JiMin y después le dio el jarabe.

— Si empeoras te llevaré al hospital, hijo— Avisó la mujer y JiMin solo asintió— Quizás allá te den algo mejor, para que te sanes.

— Si, mamá— Respondió JiMin con una media sonrisa.

— Voy a ir a hacerte una sopa, hijo. Tu padre subirá enseguida para saludarte.

JiMin asintió y cerró sus ojos para dormir unos momentos, hasta que su padre llegó. Estuvieron hablando unos momentos, hasta que JiMin se quedó dormido.

Pudo dormir bien, pero al despertar su cabeza dolió más, y solo deseó terminar pronto con ese dolor.

Él no entendía porque estaba así. Jamás se enfermó tan fuerte como en ese momento. Quería levantarse, pero su cuerpo no respondía y quería llamar a sus padres, pero de su boca no salía ninguna palabra.

JiMin estaba llorando de la frustración.














































Amor de infierno ||Yoonmin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora