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— Estas horrible, JiMin.

JiMin no le hizo caso, y solo guardó sus libros en el casillero. Taemin llevó su mano hasta el cabello de JiMin y comenzó a peinarlo.

El castaño lo miró y sonrió.

— Gracias— Murmuró y Taemin asintió.

— En el trabajo fuimos la nota más alta del curso— JiMin asintió ante lo dicho por el mayor.

— Eso es bueno— Dijo.

Taemin asintió, y ambos quedaron así unos segundos. Hasta que JiMin habló.

— Taemin.

— ¿Hum?

— ¿No te gustaría escaparte de clases conmigo?

— ¿Escaparnos de clase? A ti no te gustan esas cosas.

— Yo te lo estoy proponiendo, Taemin. Bien, si no quieres puedo pedirle a otro.

— ¡No! Si quiero.

— Entonces vamos.

JiMin tomó su mochila y cerró su casillero, para después ir al patio trasero. Se subió encima del contenedor de basura, y saltó hasta el otro lado. Taemin hizo lo mismo que él, y ambos corrieron lejos de la universidad.

— ¿Que hacemos ahora?— Preguntó Taemin.

JiMin se sentó en el suelo de aquel parque y de su mochila sacó una caja de cigarrillos. Taemin lo miró confundido.

Ese no era su JiMin.

— No deberías de fumar— Habló Taemin, cuando el menor comenzó a fumar— Tú nunca harías eso.

— Ahora lo estoy haciendo.

— ¿Que te sucedió, JiMin? Tú no eras así.

— Simplemente ser religioso es aburrido.

Taemin hizo una mueca, y negó.

— Creo en Dios y en el diablo. Por supuesto que lo hago.

— ¿Pero?

— Pero ya me cansé de estar fingiendo.

— ¿Fingir?

— Taemin, soy gay. Me gustan los hombres.

— Oh.

Taemin estaba sorprendido, pero no quiso decir nada, y solo siguió observando a JiMin, quien calaba el cigarrillo como si ya lo hubiese hecho antes.

La mirada de JiMin estaba perdida, ya no estaba ese brillo tan especial.

¿Que le habías hecho a su JiMin?

— Taemin— Llamó.

— ¿Hum?

— ¿No te gustaría follar conmigo?

— ¿E-Eh?

— Ya sabes a lo que me refiero. Tener relaciones.

— ¿Y y-yo por qué querría hacerlo?

— Porque te gusto.

— ¿Quien te lo dijo?

— Lo supuse.

Taemin con sus mejillas sonrojadas bajó su mirada.

— ¿Lo haz hecho con hombres, Taemin?

— Esto es muy vergonzoso.

— Estamos en confianza.

— Si, pero de todas formas es vergonzoso. Cada vez que hablaba de esto contigo, me decías que estaba pecando.

— Pero ya no lo haré.

— Si, si lo he hecho con hombres.

— ¿Eres el que da o el que recibe?

— Maldición, JiMin. Eso no se pregunta.

JiMin se encogió de hombros.

— El que da.

JiMin asintió satisfecho ante la respuesta.

Cuando el castaño terminó con el cigarrillo, lo tiró al suelo y lo pisó, para después gatear hasta Taemin, quien tragó saliva nervioso.

— ¿Que haces?— Preguntó Taemin, al ver como JiMin de subía a horcajadas encima suyo.

— Siempre quisiste follar conmigo. Ahora tienes la oportunidad.

— Si, pero no así.

— ¿Eh?

Taemin agradeció que en ese momento estaban siendo tapados por grandes arbustos.

— ¿Estas ebrio?

— No, sé lo que estoy haciendo.

Taemin mordió su labio, y bajó su mirada. El castaño tomó las manos del pelinegro, y las llevó hasta su trasero. Taemin abrió sus ojos como plato.

— J-JiMin.

JiMin lo calló con un beso. La lengua del menor se adentraba a la de Taemin, quien aún aturdido le seguía el beso. JiMin llevó su mano hasta la entrepierna de Taemin y la apretó, provocando que el mayor jadeara contra los labios de JiMin, quien solo sonrió y comenzó a masajear el pene de Taemin.

— J-JiMin.

— ¿Hum?

Taemin no dijo nada y solo se quedó observando a JiMin unos segundos, antes de apartarlo.

— Tú no eres así— Murmuró.

— Ahora soy esto, Taemin.

— Quiero al JiMin anterior.

Taemin tomó su mochila y se levantó.

— No me gusta este.

Y se fue.

JiMin suspiró y apoyó su espalda en el tronco del arbol, mientras cerraba sus ojos.























































Amor de infierno ||Yoonmin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora