— Moriré algún día.
— Pero no quiero que mueras en manos de mis hijos.
— ¿Y como quieras que muera? ¿De una forma bonita?
— Es lo que merece un chico como tú.
— ¿Como yo?
— Inocente y puro.
— Ya no soy inocente, y puro, menos.
— Para mí lo sigues siendo.
— Quiero unirme a la secta.
— Dije que lo olvides. No entrarás, No lo permitiré.
— ¿Y que es lo que haré? ¿Mataré?
— Tú no quieres entrar.
— Si quiero. Lo haría, si es para estar junto contigo.
— Eso no es muy heterosexual de tu parte.
— ¿Y si soy gay?
— Tarde, ya no me interesas.
— ¿Estas seguro?
— Si.
— Entonces no te interesaría, que yo saltara ahora mismo, y muriera.
JiMin se acercó a la orilla del acantilado, y se dio la vuelta para mirar a YoonGi.
— Si ya no te intereso, entonces tampoco te interesaría que yo muera.
YoonGi lo observó.
— No.
— Bien.
JiMin sonrió y se tiró hacía atrás. Logrando caer del acantilado. YoonGi se dio la vuelta, dispuesto a irse.
— Maldito, niño.
YoonGi corrió hasta la orilla y se tiró. Antes de que JiMin cayera al suelo, el lo tomó de la cintura y dejó sus alas salir, para después volar hasta el cielo.
— ¿Por qué lo hiciste?— Preguntó JiMin— Dijiste que yo ya no te interesaba.
YoonGi no respondió. JiMin solo sonrió y apoyó su cabeza en el hombro del mayor, observando esas grandes y negras alas. Quería tocarlas, pero sabía que el mayor se enojaría, así que simplemente se mantuvo quieto.
Cuando llegaron nuevamente al monte. YoonGi dejó a JiMin sobre el suelo.
— Deja de jugar así, JiMin. Ya basta— Gruñó YoonGi enojado, cuando el también quedó en el suelo— Ya no hay vuelta atrás. Ya no me interesas.
— Entonces déjame morir.
— ¿Y por qué quieres morir? No te entiendo, JiMin.
— Quiero estar a tu lado.
— ¿Y crees que muriendo lo harás?
— Iré al infierno.
— Si, a ser torturado, no a estar conmigo.
YoonGi se dio la vuelta y comenzó a caminar para irse.
— ¿Quien es el otro?
— ¿Que?
— ¿Quien es tu muñeco ahora?
— Eso no te importa.
— Si me importa. Una vez me prometiste que yo siempre iba a ser tu muñeco.
— Las promesas están para romperse.
— Lo juraste, YoonGi.
— Estaba mintiendo.
JiMin se quedó en silencio, y YoonGi pensó que ya lo dejaría, pero al escuchar los sollozos de JiMin, detuvo sus pasos.
Se dio la vuelta y miró a JiMin, quien estaba sentado en el suelo, abrazando sus piernas.
— ¿Por qué lloras?— Preguntó.
— Por ti.
— Ah.
JiMin lo miró.
— Te elijo ahora. Así que quédate conmigo.
— Las cosas no funcionan así, JiMin. Ya elegiste.
— Pero ya no he ido. Porfavor, YoonGi.
— Te ves ridículo llorando por Satanás, niño. Ya levántate y ve a dormir. Tengo mejores cosas que hacer, que estar mirando como lloras.
— ¿En serio ya no te intereso?
— No.
— ¿Y-Ya no seré tu muñeco?
— No.
— Tu ganas, pero después no quiero que me impidas hacer algo.
— Ya.
JiMin se levantó del suelo, y secó con brusquedad sus lágrimas, antes de irse. YoonGi solo suspiró y negó, antes de desaparecer.
🔥
JiMin se observaba en el espejo, su rostro estaba hecho un asco, sus ojeras se notaban bastante, sus labios secos y partidos, sus ojos irritados y su cabello desordenado.
¿En qué momento se convirtió en eso?
Su habitación estaba toda desordenada, y sus padres lo regañaron varias veces por lo mismo. Ya no comía, y su cuerpo estaba delgado.
¿Por qué tenía tanto la necesidad de estar con YoonGi?
Su piel estaba pálida, y sus ojos se encontraban apagados.
¿Que fue lo que le hizo Satanás?
Su cabeza dolía bastante, y cada vez que dormía, soñaba con YoonGi. Ya no escuchaba los murmullos de los demonios, pero si los de YoonGi, y eso lo estaba volviendo loco.
¿Que debía de hacer?
ESTÁS LEYENDO
Amor de infierno ||Yoonmin||
RandomTERMINADA 》JiMin va todos los domingos a la iglesia para santificarse, pero su pecado mas grande es haberse metido con el mismo diablo.《 NO SE ACEPTAN COPIAS O ADAPTACIONES ▪︎Smutt ▪︎Violencia ▪︎Malas palabras